Vivian Lavín: "El derecho de autor es el derecho humano que le va quedando a la cultura"
La intensidad de Vivian Lavín es atrapante y motiva a todo aquel quien la escuche.
La periodista lleva casi un cuarto de siglo frente a Vuelan las Plumas, el programa literario y cultural más antiguo de la radiodifusión chilena que desde 2001 busca ser una plataforma de difusión literaria y cultural en Chile como América Latina.
También es la presidenta de la Sociedad de Derecho de las Letras (SADEL), corporación sin fines de lucro que tiene como objetivo la gestión colectiva y protección de los derechos de autoras, autores y editores sobre sus obras.
En conversación con El Desconcierto, a raíz del Día del Libro el pasado 23 de abril, la agente literaria analiza los dos años de gobierno de Gabriel Boric, administración que no ha estado libre de críticas desde el mundo de la cultura, donde un sector tiene la impresión de que las expectativas de defensa de los derechos de los artistas y su trabajo no han sido cumplidas.
En ese sentido, Lavín va más allá del gobierno de turno y apunta a la estructura e institucionalidad que no permite avanzar hacia la dirección correcta.
“Acá no se ha hecho una reflexión seria de la cultura, del impacto que tuvo la dictadura en la cultura en Chile. Entonces es tremendamente injusto empezar a culpar a uno a otro a otro”, dice la periodista.
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Lavín, quien aclara que habla a título personal, dice que hay un tejido cultural que se fracturó.
“El diagnóstico es que acá nos quitaron el libro como un objeto de prestigio, cortaron todas las redes culturales. Todo ese tejido cultural se rompió y lo que hemos estado haciendo hoy día es administrar y tratando de organizar, pero en otro mundo, en un mundo donde existen los computadores, los celulares, donde está el negocio, el comercio”, reflexiona.
Hace un par de días, el cineasta Silvio Caiozzi dijo que el gobierno más importante en cultura fue el de Ricardo Lagos y cuestionó que Boric no haya cumplido con el mundo de la cultura y las artes.
Sin embargo, Lavín no comparte para nada esa visión y cree que el problema tiene que ver con la institucionalidad que se arrastra desde el retorno de la democracia, donde hay una visión patriarcal, en vez de colaborativa.
“La burocracia chilena es feroz. El mundo de la cultura tiene saberes que vienen del hacer, no de la academia, del hacer, donde se ha hecho cultura desde siempre, de manera comunitaria, colaborativa. Pero lo que se ha hecho es acotarlo a las formas que hay”, señala.
“Creo que es tremendamente injusto culpar a un gobierno que está heredando una manera de enfrentar las cosas. Y yo creo, porque confío en la gente joven, tengo esperanzas en las nuevas generaciones”, agrega.
Derecho de autor como derecho humano
En abril de 2022, a raíz de una norma sobre los derechos de autor en la Convención Constitucional, la por entonces ministra de las Culturas Julieta Brodsky, recibió críticas desde los trabajadores en el mundo del arte, luego que señalara que había que equilibrar los derechos de autor con el derecho al acceso a la cultura.
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En ese sentido, Lavín reflexiona y asegura que el derecho de autor es un derecho humano.
“Es el único derecho humano que nos queda y que nos asiste. El derecho de autor, porque ya el derecho a la cultura ni siquiera lo tenemos. Claro. Lo tratamos de meter en las constituciones, pero el derecho de autor es ese derecho cultural básico, y es un derecho humano, así fue consignado en los convenios de Berna. Es el derecho humano que le va quedando al mundo del arte y la cultura”, afirma la gestora literaria, quien lleva años defendiendo que se respeten los derechos de los autores y editores.
“El acceso lo tiene que dar el Estado y que compre las obras y las ponga a disposición de su público, pero no por eso le vamos a quitar el derecho de autor a las personas que lo crean”, complementa Lavín.
En esa línea, otra de las polémicas que tuvo que sortear este gobierno en relación al mundo del arte y la cultura, fue la generada en abril del año pasado respecto a la decisión de marginar a Chile en la Feria del Libro de Frankfurt.
Al evento editorial más importante del mundo, donde se reúnen las editoriales más relevantes del planeta, Chile era el invitado de honor, sin embargo, declinó la invitación por un tema de presupuesto.
[caption id="attachment_883846" align="alignnone" width="900"] https://www.cultura.gob.cl/[/caption]
“Lo que yo creo es que mientras más sigan hablando de Frankfurt mejor, porque la gente se va enterando más. Esto es ir a un mundial. ¿Cómo nos vamos a poner tristes de ir al mundial? Perdón. Es ir al mundial del libro. Es que nos va a ir mal. Pero deja jugar primero”, señala.
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Más allá de la pelea chica, Lavín mira el mapa completo, entendiendo que actualmente el mundo está girando y que todo lo ocurrido, desde el mayo feminista de 2019, estallido social y pandemia, sólo se puede comprender con las herramientas y mirada que puede dar el arte, la filosofía y la reflexión comunitaria.
“Creo que el arte, la cultura, son las herramientas para poder pensar y repensar. Son las que permiten hacerlo de una manera más amplia. Viendo obras de teatro, que hoy día hablan de ese proceso. Es como tú logras volver y reflexionar”, señala.
“Cuando no hay una valoración de la cultura, es muy difícil que como sociedad podamos entender las dimensiones, las capas, la profundidad de lo que ha pasado. Desde el punto de vista político, creo que el hecho de que nuevas generaciones estén en el poder, entendiendo que no han estado a la altura de lo que uno imaginó, pero la realidad era clarísima de que no lo iban a estar, porque en lo que estamos es un ejercicio político. En este momento, yo estoy muy contenta de que hoy día las nuevas generaciones tengan una mirada de Estado y no chiquitita, las migajas que iban dando las generaciones”, cierra.