Antecedentes sobre la participación de personas relacionadas con el grupo Hezbolá en Chile fueron revelados esta semana en un informe entregado por la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, a la ministra de Interior Carolina Tohá.

En los archivos se detallan las propiedades y movimientos en territorio chileno de individuos vinculados a la organización, entre uno de sus financistas y sus hijos y uno de sus brazos armados. 

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Los Barakat

Una estrecha relación existe entre territorio chileno y Hatem Ahmad Barakat, miembro identificado como presunto financista de la organización y vinculado con el ataque terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994.

De acuerdo con datos recabados en el informe, el individuo, que en 2003 se constató como accionista de más de dos negocios instalados en la ciudad de Iquique, habría viajado a Chile para recolectar fondos que destinó posteriormente a Hezbolá.

La relación entre Chile y los Barakat no termina con Hatem Ahmad, sino que continúa con sus hijos. Ali Hatem, su retoño, fue propietario hasta 2015 de Importadora Dakotas Limitada y la Importadora y Exportadora Montreal. Ambas empresas fueron administradas con la compañía de Ahmad Droudi, individuo con nexos con el clan Rachid, “que residirían en Santiago y Arica”, según se lee en el documento.

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A través de empresas de importaciones y exportaciones, como Saleh Trading Ltd. y Barakat Import Export Ltda.,“habrían desarrollado operaciones de blanqueo de capitales para financiar el grupo extremista“.

Al mismo tiempo, la hermana de Alí Hatem, Maysaa, también reside en Iquique.

Alí Chahine

En 2014, en medio del llamado Caso Abbas, Alí Chehino, uno de los nombres registrados como brazo armado de la organización, pisó territorio nacional para trasladarse rápidamente desde Santiago a Arica. Posteriormente emprendió camino hacia La Paz, en Bolivia.

“Se sospecha que, en La Paz, mantenía un depósito con explosivos a ser utilizado contra objetivos israelíes. No se pudo determinar el paradero de Chahine, pero se habría evitado que se llevara a cabo un atentado a un hostal en La Paz”, agrega el escrito.

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Eduardo Rubén Assad, alias Sheik Suhail Assad

Otro de los nombres que vincula a la organización con Chile es el de Sheik Suhail Assad, quien cuenta con más de nueve entradas a nuestro país registradas desde 2000. El individuo figura en registros de terroristas del FBI, tiene alerta roja en la Interpol y se tilda como “el organizador de una red de apoyo y reclutamiento por cuenta de Hezbolá en América Latina”.

El informe afirma que Assad habría estado relacionado con el Centro Islámico de Chile, ubicado en Las Condes, por casi dos décadas.

"No es amenaza"

Luego del revuelo que causó la información, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, afirmó que "no es nada nuevo" y que los antecedentes no significan una amenaza para el pueblo chileno.

"No hay ningún ningún antecedente para sostener o afirmar que nuestro país tendría algún tipo de amenaza por la acción de grupos asociados a Hezbolá, o de la organización directamente. Para tranquilidad de la audiencia, todo esto se está monitoreando por los organismos de inteligencia y por la información que las policías a nivel internacional proveen", dijo entrevistada por TVN.