Chascas Valenzuela: "En EEUU vivo a diario lo que significa retroceder por la ultraderecha"
Próximo a lanzar en nuestro país su nueva publicación infantil, "Un día con papá y dada”, considerado uno de los 100 libros recomendados del año por la Fundación Cuatrogatos, el creativo chileno radicado en Estados Unidos, José Ignacio Chascas Valenzuela, dialoga acerca de la historia que indaga en la vida cotidiana de una niña junto a sus dos padres, una realidad que él enfrenta con su cónyuge tras el nacimiento de su hija Leonora.
Según explica, el relato "responde a la imaginación de “un día perfecto entre Anthony -mi marido-, Leonora y yo”, y comienza “cuando los tres abren los ojos y van desarrollando diferentes actividades a lo largo del día, donde hay tiempo para actividades comunes que todas las familias tienen, como vestirse, tomar desayuno, hacer tareas, jugar en el jardín, comer y acostarse”.
"Vivo maravillado gracias a ella. No deja de impresionarme cómo funciona el cerebro de los niños, y tener la posibilidad de presenciar en primera fila el desarrollo que Leonora ha experimentado ha sido la mejor experiencia de mi vida", comenta.
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Extasiado con el universo que le ha abierto la pequeña de cinco años, cuenta que "verla aprender a hablar, a caminar, a correr, ahora a escribir y leer, es como presenciar un acto de magia que no tiene un truco detrás. Es magia de verdad".
"Además, el hecho de saber que ella algún día podrá leer lo que escribo, y lo que escribí antes de que naciera, me ha hecho subir la vara aún más. Me estoy preparando para eso. Y estoy seguro que cuando ella descubra los textos de su papá, será una nueva y especial aventura", cuenta expectante.
"Más visible que nunca"
Cómo esta experiencia lo impulsa a visibilizar una realidad ante la que todavía existen cuestionamientos desde sectores más conservadores, asegura que "la llegada de Leonora me puso aún más peleador, más confrontacional y más exigente (no solo conmigo mismo, sino también con los que toman decisiones que afectan a mi familia). Creo que no he experimentado orgullo más grande que el hecho de saberme padre, y no estoy dispuesto a esconder o blanquear esa parte de mi vida", releva.
"Por lo mismo, exijo con más vehemencia que nunca mis derechos y batallo con todas mis herramientas para impedir que nos hagan retroceder en derechos. Por otro lado, tengo muy claro que el prejuicio nace de la ignorancia, y la única manera de romper un prejuicio, y de educar a alguien, es por medio de la visibilidad. Por lo mismo, desde que fui padre, fui más visible que nunca", complementa.
Su motivación, cuenta, lo ha llevado a compartir su realidad a través de sus plataformas digitales. "Utilizo mis redes sociales para mostrar que en mi casa no pasa nada distinto a otras casas. Que no por el hecho que Leonora tenga dos papás la hace una niña distinta, o que merece ser tratada de una manera particular. Quiero creer que cuando esté más grande y sea capaz de comprender lo que su existencia genera en algunas personas de la sociedad, se una también a nuestra lucha".
Censurado por el fascismo en EE.UU
Desde su experiencia viviendo en Estados Unidos, le consultamos cuánto siente que ha evolucionado nuestro país desde la integración de las comunidades de la diversidad sexual.
"Chile está muchísimo más avanzando y evolucionado. Soy chileno y sé lo mucho que nos gusta quejarnos, y que como país tendemos a ver el vaso medio vacío. Pero quisiera ser muy certero: objetivamente, la comunidad LGTBIQ+está mejor hoy que hace cinco años", asegura.
"Por supuesto faltan muchísimas batallas que dar y muchos hitos que conquistar. Pero la diversidad sexual hoy tiene leyes, garantías y un respaldo ciudadano que hasta hace poco no teníamos. Aquí en EE.UU. vivo en carne propia lo que significa retroceder a diario por culpa de autoridades de ultraderecha, que no tienen nada que proponer. Su única agenda es retroceder, quitar derechos e imponer una visión de Cristo fascista del mundo. Eso sí que es terrorífico", cuestiona.
Finalmente, cuando le consultamos cuánto daño le hace a la cruzada por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ el avance del fascismo en países como Estados Unidos y Chile, Valenzuela es categórico.
"El daño es concreto, evidente y palpable. Aquí en Florida, donde tenemos un gobernador de ultraderecha que coquetea con grupos nazis, el retroceso es monumental", cuenta.
"Hay una ONG que calculó que el retroceso en derechos para inmigrantes, mujeres y diversidad sexual fue casi de 80 años. Hoy las mujeres no tienen derecho al aborto; hay una ley llamada 'Don’t say gay' que prohíbe que se hable de cualquier orientación sexual que no sea la heterosexual en colegios y universidades públicas; hay casi siete mil libros prohibidos y censurados", detalla.
Incluso, cuenta que "los migrantes indocumentados se criminalizan como si fueran delincuentes; la comunidad trans está siendo atacada de manera directa hasta el punto de la deshumanización. Es un panorama desolador. De hecho, mi libro infantil 'Un día con papá y dada' está censurado en Florida por culpa de la ley 'Don’t say gay'. Y también por culpa de esa ley han desaparecido de las escuelas públicas los grupos de apoyo para niños y jóvenes LGTBIQ+, y los conceptos como equidad o diversidad. Han llegado al punto de prohibir los arcoíris en los salones de clases, para no 'adoctrinar' a los niños. ¡Es de locos!".