En defensa de la palma chilena: Revocan permiso ambiental de torres de alta tensión en Valparaíso
En Chile, la energía renovable ha ingresado al país de forma acelerada, pero se ha criticado el modelo de desarrollo que se basa en construir parques eólicos y solares a gran escala en el norte del país y mega carreteras eléctricas para transportar la energía desde donde se produce hasta los centros de consumo. Estos largos proyectos atraviesan cientos de territorios y han generado graves conflictos ambientales con las comunidades.
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Es el caso de la carretera eléctrica Cardones Polpaico, la mas grande del país, que desde 2017 protagoniza conflictos en la justicia con comunidades. Esta semana, la Corte Suprema revocó el permiso ambiental de 10 torres de alta tensión del proyecto, que pasan por la Reserva de la Biósfera La Campana – Peñuelas en Valparaíso.
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La empresa deberá volver a realizar un proceso de participación ciudadana, y evaluar nuevamente los impactos ambientales en la reserva, que protege vegetación en estado vulnerable de la zona, donde destaca la palma chilena y bosques relictos de roble de Santiago además de vegetación esclerófila.
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El fallo se da tras años de disputa judicial liderada por integrantes de la Comunidad Agrícola La Dormida, que en el 2019 incluso acamparon durante varios días colgados de las torres a 40 metros de altura. Desde la comunidad declararon que en el nuevo proceso de participación ciudadana ingresarán las observaciones ciudadanas necesarias. El objetivo final de los comuneros es que las torres sean retiradas de la reserva.
La línea también mantiene un conflicto judicial en el sector Altovalsol en La Serena, donde vecinas y vecinos conviven a menos de 50 metros de las torres y denuncian un molesto ruido. Ya en 2021, la empresa titular de la línea fue multada por la Superintendencia de Medio Ambiente por superar la norma de emisión de ruidos.
Otra línea
Cardones Polpaico llegó al máximo de su capacidad de transmisión tan solo tres meses después de entrar en operaciones, y hasta el día de hoy existe un cuello de botella con respecto a la energía renovable que se produce en el norte, y que no logra ser trasladada a Santiago para su consumo.
Es por esto que se está tramitando otra mega carretera eléctrica: la línea Kimal – Lo Aguirre, que contempla instalar más de 2.700 torres de alta tensión en un trazado de 1.342 kilómetros desde Antofagasta hasta la Región Metropolitana.
El proyecto se encuentra en proceso de evaluación ambiental pero no sin obstáculos. En diciembre de 2023, desde Conaf enviaron un informe solicitado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), donde recomiendan terminar anticipadamente el proceso, ya que “el estudio no aborda adecuadamente los impactos sobre el componente Flora y Vegetación, existiendo una predicción que minimiza o subvalora los impactos, razón por la cual se llega a concluir que el EIA carece de información esencial para la evaluación del proyecto”.
Esto se suma a una solicitud interpuesta por 60 organizaciones ambientales para terminar anticipadamente el proyecto. Argumentan que el estudio presentado por la empresa titular no permite evaluar correctamente los impactos que tendrá la línea en los diversos ecosistemas que atraviesa en Atacama, Coquimbo y Valparaíso.