Un reciente estudio realizado a nivel de América Latina reveló que el 36% de los trabajadores chilenos emplean la Inteligencia Artificial en sus labores diarias, evidenciando su creciente presencia en el ámbito laboral.

Sin embargo, este avance tecnológico también ha suscitado preocupaciones entre los trabajadores, ya que el 43% teme que la IA eventualmente los deje desempleados.

Según la investigación que contó con la participación de casi 22.000 personas, la IA se utiliza de diversas formas en el trabajo cotidiano.

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Desde hacer consultas ante inquietudes diarias hasta crear contenidos generativos, automatizar tareas repetitivas y mejorar la interacción con entornos digitales, sus aplicaciones son diversas y amplias.

Sin embargo, este avance tecnológico no está exento de controversias. Edmundo Barrientos, experto en IA, destaca que si bien es cierto que la IA podría llevar a la desaparición de ciertas tareas y empleos, también abre nuevas oportunidades laborales donde habilidades humanas como la creatividad y el pensamiento crítico serán fundamentales.

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, se espera que para 2025 la tecnología cree 97 millones de empleos nuevos, destacando roles como analistas de datos, trabajadores de salud asistidos por IA, especialistas en marketing digital, entre otros.

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Por otro lado, la IA también ofrece ventajas a nivel organizacional, como un aumento de la productividad del trabajo. Según el Informe Anual McKinsey Global 2023, la IA podría contribuir significativamente al crecimiento de la productividad, liberando a los trabajadores de tareas monótonas y permitiéndoles enfocarse en actividades más estratégicas y creativas.

En este contexto, Barrientos enfatiza la importancia de que las empresas incentiven la exploración y adopción de herramientas con IA por parte de sus colaboradores, considerándolas como una inversión para optimizar funciones y tareas del día a día.

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