Poder absoluto de Putin que hace temblar Europa: 87% de votos en elecciones con olor a fraude
Vladimir Putin ha sido reelegido para un quinto mandato presidencial de seis años con el 87% de los votos, alrededor de 98 millones de rusos -una votación incluso mayor que el 76,7% que se adjudicó en 2018- que vieron llegar al poder al exKBG hace 25 años con la promesa de recuperar el orgullo ruso perdido tras la caída de la URSS.
Ya lo decía hace años "el que quiera restaurar el comunismo no tiene cabeza; el que no lo eche de menos, no tiene corazón", una frase que muestra su modo nostálgico cargado de pragmatismo, que luego le hizo dejar atrás a los soviets y pasar al orgullo por el imperio ruso zarista que dominaba Europa del Este antes de la llegada de Lenin, Trosky y compañía.
Lo importante era volver a hacer sentir a los ciudadanos alejado de los grandes centros urbanos ese orgullo; en ciudades como Kótelnich, Talnaj, Borochiví o pequeños poblados solo conectados por un desesperanzado tren que rompe con la inhóspita geografía rusa, ahí el sentimiento ruso nunca decayó y Mijail Gorbachov era más bien visto como el que se dejó poner el pie de Occidente en la cara, que el héroe democrático que le abrió las puertas al liberalismo.
“Moscú es una ciudad liberal, no es Rusia”, aseguró en boca de urna a El País un treintañero ruso. “Además, también estamos divididos aquí”, agregó antes de asegurar que iba a votar por Putin.
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Occidente, el enemigo
Una suerte de "volver grande a Rusia de nuevo" marcada por una serie de eventos significativos, incluyendo la anexión de Crimea y las tensiones constantes con Ucrania, con el derrocamiento en 2014 del presidente ucraniano prorruso, Víktor Yanukóvich. Un momento en el que Putin se dio cuenta que su verdadero enemigo era Occidente.
Pero la invasión a ese país vecino en 2022 fue un punto de inflexión para el escenario internacional, en especial para Europa que veía acercarse a su terreno su principal pesadilla del siglo XX: la guerra.
El Viejo Continente ya se ha preparado para lo peor. "Europa no vive tiempos de paz", aseguró en febrero el canciller alemán, Olaf Scholz, mientras visitaba una fábrica de munición en el norte de Alemania. Esta semana Macron aseguró que una guerra “no es una ficción, no está lejos” y que la invasión en Ucrania es un riesgo existencial para todo el continente, prometiendo hacer “todo lo necesario” para que Rusia no venza a Ucrania.
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Elecciones fraudulentas
Luego de conocer los contundentes resultados de las elecciones rusas distintas voces desde Occidente han tildado las elecciones como fraudulentas.
“La UE reitera que no reconoce ni reconocerá nunca ni la celebración de las denominadas ‘elecciones’ en los territorios de Ucrania ni sus resultados”, aseguró el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell.
Por su parte en Francia, el ministerio de Exteriores indicó tras los comicios que “una vez más no se han dado las condiciones de una elección libre, pluralista y democrática”. “No se han respetado los estándares internacionales en términos de igualdad de acceso de los candidatos a los medios durante la campaña”, agregó.
Factor Trump
Aunque Putin parece no estar preocupado por dichas advertencias de no reconocer los resultados de las elecciones en Rusia.
Sus ojos están puestos en otro lado, en un esfuerzo por influir en la política estadounidense, Putin concedió una entrevista al periodista Tucker Carlson, durante la cual afirmó que las elecciones de EE.UU. de 2020, ganadas por Joe Biden, fueron fraudulentas.
En un giro inesperado, Putin expresó una preferencia por la victoria de Biden, describiéndolo como un político experimentado y predecible de la vieja escuela, lo que algunos interpretaron como un regalo envenenado.
Donald Trump respondió a estos comentarios, interpretándolos como un elogio hacia él por parte de Putin, quien parece ser la última carta bajo el brazo de Putin en el desgate de Occidente y su relegada del conflicto con Ucrania.