"Turismo resiliente": Concepto que caracteriza a las capitales vacacionales chilenas
El turismo resiliente se trata de ciudades con alto flujo de visitantes que pese a tener coyunturas dificultosas, tratan de “salir adelante”. Dos grandes ejemplos de esto son Viña del Mar y la región del Biobío que han dado la lucha en contra de incendios forestales.
Viña del Mar es considerada la capital del turismo de Chile, por su casino, variedad gastronómica, playas y distintos atractivos. Sin embargo, tras los incendios, el turismo en la región de Valparaíso descendió el 60% en su mejor temporada: febrero.
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A pesar de esto, según balances emitidos por la Subsecretaría de Turismo, la zona costera de la Región mantuvo una ocupación hotelera del 56,6% durante los primeros quince días de enero, marcada por la llegada de habitantes argentinos junto a una alta presencia de turistas nacionales.
En el margen del Día Mundial de la Resiliencia del Turismo, conmemorado el 17 de febrero por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la directora de la Ingeniería en Turismo y Hotelería de la Universidad Andrés Bello, Daniela Guarda Martínez, destaca la reactivación que ha enfrentado Viña Del Mar.
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Viña del Mar no sólo ha enfrentado las dificultades de la pandemia que obligaron al casino a cerrar por un año consecutivo, sino también cancelar en dos ocasiones el Festival de Viña y suspender su famoso espectáculo pirotécnico de Año Nuevo.
Frente a estas adversidades, "muchos centros del rubro gastronómico, turístico y comercial se vieron afectados, provocando cierres y despidos dentro de trabajadores”, explica la académica.
“Junto a ello, en agosto del 2023, en la comuna de Concón, se desencadenó un importante socavón del campo dunar, que, junto con la damnificación de los ocupantes de las viviendas ubicada en las cercanías, se implementó el cierre de la principal vía a la orilla del mar”, puntualiza.
Aún así, tras los incendios forestales, la ciudad y la región parecieran estar constantemente luchando por tener de vuelta la estabilidad turística, la cual bajó 60% tras la catástrofe.
De hecho, Viña del Mar, gracias a su gestión de eventos, mesas de trabajo, coordinación entre los distintos gremios, mejoramiento de la infraestructura, inversión en el territorio y reforzamiento en materia de seguridad, ya había logrado levantarse y regular el turismo hasta el siniestro reciente.
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Otras ciudades resilientes
La región del Biobío también ha dado la lucha por recuperar el turismo. Sus rutas cortafuego han reducido los incendios a la mitad en comparación a cinco años atrás, fortaleciendo la seguridad de sus ciudadanos e industrias. Sin embargo, recientemente se presentaron incendios en la localidad de Mulchén.
La Araucanía es otra de las regiones que se encuentran con alerta roja este verano. La seguidilla de sismos en su ciudad turística, Pucón provocados por el volcán Villarrica y la presencia del “bloom de algas” que afecta a las aguas de las costas, son algunas dificultades que han tenido que enfrentar.
El peligro inminente de incendios y el miedo a las alertas del Volcán, han provocado una baja en el turismo del 30% centrándose principalmente en argentinos.