La emoción de Simón Oliveros al ver a mujer que lo crió entre damnificados por incendios
El periodista del matinal Buenos Días a Todos, Simón Oliveros, tuvo un emotivo reencuentro con la mujer que lo cuidó durante su infancia, quien perdió su casa y sus pertenencias en el sector de El Olivar, uno de los más afectados por el avance inclemente de las llamas, en la emergencia que se vivió en la Región de Valparaíso.
Una tragedia en la que más de 40 mil personas han sido damnificadas por los incendios que han dejado más de 130 muertos y sobre 10 mil hectáreas quemadas en la Región de Valparaíso, en lo que se ha calificado como la peor catástrofe desde el terremoto de 2010.
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Fue un momento lleno de sorpresa y tristeza el que vivió el notero, quien se trasladó hasta el sector de Canal Beagle en Viña del Mar para cubrir las consecuencias de los incendios forestales.
Mientras conversaba con algunos vecinos del lugar, Oliveros reconoció a una mujer que se acercó a él. Se trataba de Marcela, la asesora del hogar que trabajó en su casa durante muchos años y que lo crió desde que él tenía 10 años.
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“Lo que pasa es que llegó una persona que conozco y está muy afectada. Ella me crio, no quiero mostrar su cara, trabajó en mi casa muchos años. Ella me malcriaba, me hizo ponerme obeso, porque me hacía papas fritas por las tardes”, contó Oliveros con la voz quebrada y visiblemente emocionado.
Luego, el comunicador reveló que Marcela era uno de los miles de personas que habían perdido todo por el fuego. “Ella vive en El Olivar y lo perdió todo. Habíamos hablado por redes sociales, pero no nos habíamos visto”, relató.
Ante esta situación, el animador del matinal Eduardo Fuentes le ofreció a Oliveros la posibilidad de hablar con Marcela en privado y fuera de cámaras, lo que el periodista aceptó.
Al volver al enlace en vivo, Oliveros expresó: “Estoy bien, con emociones encontradas. Cada vez que llego a la región, ella aparece. Le tengo mucho cariño. Ella trabajó en mi casa desde que yo estaba en quinto básico hasta que me puse a trabajar. Toda una vida”.