Exjuez Garay devela en libro las mañas del empleado público del Sistema Judicial chileno
¿Por qué un juez falla de una forma y otro diferente sobre la misma materia? ¿Existe influencia de los "poderos fácticos" en los fallos? ¿Qué rol cumplen los medios de comunicación en las decisiones de los jueces? Al fin y al cabo ¿Existe verdadera justicia en un país como Chile?
Esas y otras preguntas se encarga de responder, desde su experiencia personal, el exjuez Gonzalo Garay, en el libro “La vida de los otros. Desvaríos y reflexiones desde el estrado”, publicado por la editorial Trayecto Comunicaciones. Una simbiosis entre el ensayo y la novela para indagar en las dificultades, contradicciones, vicios y desafíos que enfrentan los empleados del Poder Judicial, especialmente los jueces, en un contexto de cambio social, político y jurídico, en un relato que mezcla el relato autobiográfico con el análisis crítico, el humor, la ironía y la ficción, utilizando un lenguaje sencillo, directo y cercano al lector.
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Es así como, con la experiencia de 15 años en los entretelones de la Justicia en nuestro país, disecciona al "empleado judicial chileno que aún conserva visos potentes de la antigua organización administrativa de nuestro país", afirma en conversación con El Desconcierto el abogado penquista. Aunque esa característica no es necesariamente negativa porque "quiere decir que reconoce altos niveles de probidad y que su actuar representa, en términos generales, una reserva de buenas prácticas", agrega.
"Sombra en su tarea de juzgar"
Pero no todo es color de rosa dentro del Sistema Judicial chileno ahí aparece lo que el ahora notario define como la "sombra en su tarea de juzgar". Normativas imperfectas, leyes de mala calidad y con múltiples interpretaciones, que generan criterios dispares y la consecuente crítica de los medios de comunicación. "Así se va configurando un lento proceso de degradación de la independencia externa" del empleado judicial, asegura.
Por lo que "el juez pasa a ser un personaje incomprendido, cuando no ha hecho más que aplicar ciencia jurídica y trabajar con el insumo legal que le suministra un congreso cada vez más distante del sentir ciudadano", subraya.
Sin dejar de lado otro aspecto relevante: el sistema de nombramientos. "Los jueces, luego de un proceso objetivo de selección que se desarrolla en las Cortes de Apelaciones, quedan a merced del juego político. No olvidemos que los nombres propuestos por la autoridad judicial decantan en nombramientos que realiza el ministro de Justicia de turno, con todas las interferencias y luchas de poderes imaginables, para posicionar un nombre sobre otro"
Es así como la obra se interna en la intimidad del ejercicio jurisdiccional, para exhibir como un forense los cambios legales y culturales que han seguido a las reformas de los últimos tiempos.