Camiones llenos de frutas y verduras ingresadas al país de forma clandestina por el norte han levantado alertas en el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), que al fiscalizar estas cargas encontraron plagas y restos de plaguicidas prohibidos en Chile.

“Este tipo de frutas representa un riesgo para la salud de nuestra agricultura, al ser portadoras de plagas perjudiciales como la mosca de la fruta, así como otras plagas no presentes en Chile. Adicionalmente, presentan residuos de plaguicidas prohibidos por el SAG, basado en la evidencia científica de causar daños a la salud de las personas y al medio ambiente” comenta José Guajardo Reyes, director nacional del SAG.

Estos camiones ingresan de forma ilegal y han sido interceptados en las regiones de Arica y Tarapacá desde septiembre por personal del SAG, encontrando frutas como mangos, naranjas, paltas, papayas, uvas, sandías y tomates, así como papas y yuca.

Muestras con plaguicidas

En algunas de las muestras encontraron restos de plaguicidas prohibidos o excediendo la cantidad permitida. Es el caso de una muestra de papa con presencia de carbofurano, y una de uva de mesa con rastros de monocrotofós.

El uso de ambos plaguicidas está prohibido en el país por el SAG, y sus rastros se encontraron en más de una muestra de uvas y papas, descartando que se haya tratado de un caso aislado. Estudios internacionales han demostrado los daños neurológicos que provoca la exposición a carbofurano y la afectación a aves que genera el monocrotofós.

Los vegetales de contrabando también generan preocupación por el riesgo de que ingresen al país plagas agrícolas como la mosca de la fruta que pueden dañar la producción local de alimentos.

En lo que va del 2023, se han decomisado en la macrozona norte más de 950 toneladas de vegetales ingresados ilegalmente al país, según datos del SAG. Desde el servicio llaman a los comerciantes de frutas y hortalizas a cerciorarse de que los productos que reciben tengan trazabilidad y un origen conocido.

A los consumidores, recomiendan comprar frutas y verduras en el comercio establecido o a productores locales responsables.

Las frutas y verduras decomisadas son desechadas en vertederos, que en varias partes del país ya están colapsados por la cantidad de residuos, sobre todo orgánicos, que se acumulan y que emiten contaminantes como el metano a la atmósfera, además de generar un riesgo sanitario para la población aledaña.

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