Con Romy Rutherford, exemblemática ministra en visita del Milicogate, intentando aterrizar en la Corte Suprema, desafío que enfrenta en medio de su postulación al cargo vacante que dejó Haroldo Brito tras cumplir 75 años, Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor, analiza la trayectoria de la abogada proyectando su eventual aterrizaje en el máximo tribunal.

“Creo que en el caso de Romy Rutherford, era un camino natural que quisiera llegar a la Suprema y que quiera buscar también un cupo ahí”, destaca en diálogo con El Desconcierto.

Y agrega que “si lo pensamos, el Milicogate que tomó el 2017, no es el primer caso de relevancia que ella tiene, también estuvo con el caso Spiniak, entonces por esta trayectoria profesional que ha tenido, por la importancia en casos críticos que ha tenido dentro de la historia reciente de Chile, es el camino natural el que está siguiendo, era esperable también”.

"Es mujer"

Respecto de lo que la distingue, asegura que el primer aspecto relevante es que “es mujer”. Lo segundo, agrega, “es que ha sido una mujer que, pese a que no la renovaron (en el cargo) para que siguiera a cargo del Milicogate, igual estuvo presente en la escena nacional en casos sensibles como el caso Spiniak y este último”.

"Entonces, ese aporte de ser una mujer a cargo de investigaciones tan relevantes, y haber hecho un trabajo que fue reconocido, porque fueron 68 procesados" en la indagatoria que dejó en septiembre, "de todas maneras ella, su trayectoria política desde su posición de mujer debe ser un hito, por eso creo que es relevante", agrega destacando el perfil profesional de la abogada.

Por otra parte, apunta a que “también es una mujer relativamente joven, no es una mujer anciana, es una mujer joven que está activa durante muchos años, ha tenido casos de relevancia política donde han estado involucradas figuras importantes, desde ese lugar creo que se configuraría principalmente su aporte al cupo que está buscando la Corte Suprema”.

Finalmente, plantea que “tampoco deja de ser simbólico el hecho de que (sea) una mujer abogada, hija, también de un abogado muy importante (Luis Edmundo Rutherford), y que haya estado a la cabeza de una de dos investigaciones súper relevantes, tiene también una carga simbólica importante y eso creo que le puede jugar a favor desde desde esa perspectiva”.

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