Romy Rutherford, emblemática jueza que estuvo tras la investigación del fraude en el Ejército conocida como Milicogate, ha tenido una destacada carrera profesional al frente de esta indagatoria que la llevó a procesar a 68 uniformados, trabajo que dejó en septiembre y al que podría sumarse un nuevo desafío, ahora como ministra de la Corte Suprema.

El escenario se da luego que finalizara su período liderando estas indagatorias -tras negársele una extensión de sus funciones como ministra en visita de la causa- y se abriera la posibilidad de aterrizar en el máximo tribunal, por lo que habría oficializado su postulación a la vacante que dejó el ministro Haroldo Brito tras cumplir 75 años.

Atendiendo al protocolo de nombramientos, ahora lo que corresponde es que la Corte Suprema convoque a una audiencia de exposición de la que luego se elabora una quina a partir de la que el gobierno elegirá al próximo ministro.

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¿Cómo es visto su posible aterrizaje en esta instancia? Lamentando que "la ministra no haya podido continuar con su trabajo en la Corte Marcial, que estaba realizando excelentemente bien", el diputado y presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch, plantea que Rutherford, "ha mostrado ser una ministra que ha tenido una gran seriedad para llevar adelante sus casos".

"Por lo tanto, creo que su llegada a la Corte Suprema puede contribuir, efectivamente, a darle el mismo nivel de seriedad y prolijidad que ella ha tenido en trabajos anteriores, como justamente el que llevó adelante en la Corte Marcial", agregó Hirsch.

En consecuencia, relevando el perfil de trabajo de Rutherford como su antecedente más valioso a la hora de proyectar un eventual arribo al máximo tribunal, el parlamentario transparenta su certeza de que "su participación es la Corte Suprema aportaría esos mismos elementos. Creo que siempre es muy bienvenida la llegada de alguien con esos antecedentes que, sin duda, puede ayudar a fortalecer y mejorar el trabajo que realiza la Corte Suprema".

Rutherford, mujer de hierro

Rutherford tiene una dilatada trayectoria como la ministra en visita que fue capaz de perseguir sin distingo los fraudes y desvío de dineros de altos mandos del Ejército, indagatoria conocida como Milicogate a la que dio inicio en el año 2017.

Su trabajo liderando esta investigación, le permitió procesar a 68 uniformados entre los que destacan los ahora excomandantes en jefe del Ejército Óscar Izurieta (2006-2010), Juan Miguel Fuente-Alba (2010-2014), Humberto Oviedo (2014-2018) y Ricardo Martínez (2018-2022).

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