Alrededor de 2.000 operativos de control sanitario. 50 toneladas de comida callejera retirada de circulación en las calles. Más de 300 personas afectadas y atendidas en distintos centros hospitalarios, 60 de ellas hospitalizadas por intoxicaciones producidas por alimentos vendidos en la vía pública. Estos son algunos de los datos que entregó el seremi de Salud de la región Metropolitana, Gonzalo Soto, con respecto a la venta de alimentos preparados en la calle en lo que va de 2023.

Números que se dieron a conocer la mañana de este martes 14 de noviembre en medio de una fiscalización a carros ilegales de comida callejera en dos puntos de alta concurrencia de la comuna de Independencia, a la que también asistió el alcalde Gonzalo Durán.

En un operativo que consideró la acción policial, decomiso del alimento irregular y desnaturalización de estos.

Sin refrigeración ni agua potable

"Muchos de estos productos no tienen ningún tipo de refrigeración, tampoco sabemos su procedencia y manipulación. Las personas que manejan estos productos deberían tener agua potable para hacerlo en las condiciones óptimas para que no signifique un riesgo para las personas", afirmó la autoridad sanitaria.

"El riesgo por intoxicación de alimentos ha existido en nuestra región. Son 60 personas que han sido hospitalizadas durante el año con respecto a enfermedades transmisión de alimentos", detalló sobre los riesgos asociados a este tipo de consumo.

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https://twitter.com/SeremiSaludRM/status/1724407282094547241

Mitad de chilenos consume comida callejera

La comida callejera se ha complejizado luego de la pandemia pasando de los clásicos carros pop-up, donde se ofrecían productos como sanguches de potito afuera de los estadios, a ver ceviches, pollo asado, pescado frito, anticuchos, arepas, jugos de fruta, hamburguesas y sushi.

Algunos de estos productos dado su origen animal son complejos de consumir en la vía pública por la pérdida de la cadena de frío, lo que puede llegar a generar infecciones intestinales.

Los hábitos de consumo de los chilenos muestran preferencia por este tipo de productos.

En un estudio del 2018, realizado en todo el cono sur, por once investigadores de distintos países, 44,5% de los encuestados en el país reconoció consumir comida en la calle.

¿Las tres razones principales?  "La disponibilidad", ser productos "ricos y sabrosos" y "la falta de tiempo".