Cifras alarmantes: 90% de docentes en Chile declara haber sido víctima de violencia
Un 86,8% de los docentes declaró haber sido insultado en el ejercicio de su profesión, en tanto, que 10,9% aseguró haber sido víctima de violencia física, 25,5% declaró haber recibido amenazas, en tanto que 6,2% dijo haber sido intimidado (a) a través de redes sociales.
Cifras que para Francisca Sáez, Directora Ejecutiva de Corporación Educacional Eventuras, forman parte de los resultados obtenidos del Sondeo Docentes Ante Las Violencias en las Escuela desarrollado por el Departamento de Educación y Perfeccionamiento del Colegio de Profesores, en el que participaron más de 4 mil profesores a lo largo de Chile durante octubre y diciembre de 2022 y que, a su juicio, alza una bandera roja respecto a la violencia a la que se exponen el cuerpo docentes en la convivencia escolar.
El Sondeo aludido fue diseñado y aplicado el año 2022 por el Colegio de Profesores. Y fue "concebido como un espacio donde docentes de distintos puntos del país, colegiados y no colegiados, de manera anónima y voluntaria pudieron dejar, a través de un procedimiento de encuesta, sus impresiones respecto a lo que se estaba viviendo en espacios educativos el último trimestre del 2022 en materia de Convivencia Escolar, conflictividad en las aulas y formas de violencia experimentadas por el profesorado", se informó desde el Colegio de Profesores.
Otra cifra que a Sáez le parece alarmante es que el 3% de los docentes reconoció haber sido víctima de violencia sexual, siendo las mujeres las que más padecen de este tipo de violencia. Además, se reveló que en el rango de profesores que son mayor objeto de agresiones se encuentran: profesores jefe (54,39%), le siguen los que trabajan en programa PIE (9,97%), coordinadores académicos (5,67%), jefe de UTP (1,77%) e inspector general (1,75%).
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¿Qué es lo que está pasando en las aulas en Chile?
La directora Ejecutiva de Corporación Educacional Eventuras, especializada en aprendizaje socioemocional y, proveedor exclusivo en Chile del programa para niveles iniciales Second Step®, creado por el Committee for Children, explica que “estas cifras son un duro golpe para todas y todos, quienes admiramos y tenemos un profundo cariño por los docentes de nuestro país, sin embargo, para las comunidades educativas, esta situación no es nueva”.
“La violencia está presente desde hace muchísimos años en las escuelas chilenas. En 2017, un estudio realizado por Ciper, reveló que el 63% de los 745 estudiantes expulsados ese año, habría sido por violencia entre pares y hacia docentes. Por otro lado, en 2012, Fundación Paz ciudadana publicó un estudio donde se encontró que el 61% de los estudiantes en contexto vulnerados de la Región Metropolitana habrían presenciado actos de violencia en sus escuelas”, rememora la especialista.
“La pandemia y el confinamiento por Covid-19 vinieron a acrecentar esta crisis y a mostrarnos que un ambiente de incertidumbre y estrés sostenido en los hogares, en la escuela y en las instituciones (iglesia, municipalidades, hospitales, etc), son un caldo de cultivo para la desregulación emocional, incrementando las agresiones y anulando la capacidad del sistema educativo para sostener el aprendizaje cognitivo e integral”, enfatiza la profesional.
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¿Qué medidas se pueden tomar para revertir esta situación?
“La desregulación emocional, la falta de empatía, la falta de habilidades para resolver conflictos de forma sana y cuidadosa con otros, son una clara expresión de falta de habilidades socioemocionales”, explica la profesional de Corporación Eventuras, que cuenta con programas como Increible-Mente, el cual aborda estas problemáticas de forma sistemática con toda la rigurosidad académica que una situación de esta magnitud requiere.
“Increíble-Mente busca potenciar las habilidades docentes para que reduzcan de forma proactiva los problemas de conducta, violencia y desregulación emocional, entregando un maletín de herramientas como gestión de aula y estrategias de co-regulación que tributen a la construcción de vínculos sensibles de cariño y respeto entre profesores y estudiantes”, explica.