Magaly Fuenzalida, experta FRVS: “Tal como está el texto, se me hace difícil aprobarlo”
Este lunes el Consejo Constitucional se dio cita para votar las enmiendas hechas por la Comisión Experta. Pese a que hubo observaciones que suscitaron el apoyo de los expertos de derecha e izquierda, el balance del oficialismo es negativo. Así lo expresa la comisionada experta Magaly Fuenzalida (FRVS), quien sostiene en entrevista con El Desconcierto que, tal como está el proyecto, no lo apoyaría. "Al considerar cómo fueron los últimos espacios de discusión que tuvimos en la Comisión Experta, que fueron muy distintos a los que tuvimos al principio, me hace pensar que ya se perdió la posibilidad de ese gran acuerdo", dice en esta entrevista.
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—El pasado viernes la Comisión de Expertos despachó las observaciones al texto al Consejo Constitucional. A modo de balance, ¿cree que las y los expertos cumplieron el objetivo de mejorar la propuesta?
Como Comisión Experta, nuestro primer mandato era técnico. Y en ese sentido, creo que se cumplió el objetivo. Desde un principio asumimos que había que hacer mejoras técnicas a lo entregado por el Consejo Constitucional. Habían normas que estaban mal redactadas, y otras que eran contradictorias entre un artículo y otro. Pero mejoras en términos de fondo, como lo es el Estado Social y de Derecho, no se logró mejorar la propuesta.
—En la Comisión Experta, Republicanos quedó al margen al tener sólo un comisionado, por lo que Chile Vamos tenía mayor representatividad de las derechas ¿Cómo evalúa la disposición de Chile Vamos para llegar a entendimientos?
Pese a que Republicanos estaba en minoría porque sólo tenía un comisionado, yo siento que de todas maneras hicieron valer su supremacía en el Consejo. Yo he sido súper crítica de la derecha en ese sentido, respecto a cómo se desligaron de muchos acuerdos a los que habían llegado con nosotros en la primera etapa en el anteproyecto. Incluso he planteado que no tenían las convicciones necesarias sobre los acuerdos que adoptamos en un principio, porque les costó mucho volver a ellos.
En ese sentido, creo que Chile Vamos estuvo muy condicionado por la supremacía que tiene en el Consejo el Partido Republicano. En la mesa de negociación estuvo Carlos Frontaura (experto Republicano) y eso no era al azar. Sentí que Chile Vamos quiso ir más allá en algunos temas y la presencia de Frontaura los limitaba.
—Usted cree que Republicanos efectivamente ejerció una rol activo en la comisión experta.
Sí, sin duda. Todos los días que nosotros nos reunimos o votamos estuvo presente el comisionado Luis Silva (jefe de bancada de Republicanos). Esto es una percepción mía, pero creo que él terminaba visando las observaciones que presentaba la oposición, porque estaba con las derechas en las reuniones.
—El oficialismo ha señalado que no se modificaron temas sustanciales, pero se hicieron correcciones a la paridad, se suprimió la norma de exención de contribuciones y la de objeción de conciencia institucional, todo esto con el apoyo de Chile Vamos. ¿Cómo se sostiene la premisa de que no hubo disposición al diálogo o para generar acuerdos?
Claro, tu mencionas temas importantes para nosotros, pero para nosotros lo fundamental es el Estado social y Democrático de Derecho, especialmente todo lo relacionado con el catálogo de derechos. Y ahí, en el catálogo de derechos, ellos no estuvieron disponibles a moverse. Las derechas sabían perfectamente que ahí era dónde estaban nuestros temas importantes.
Suprimir las normas de la objeción de conciencia o la de "expulsión inmediata" de inmigrantes que crucen la frontera por pasos irregulares, son premios de consuelo para establecer un relato que estuvieron abiertos al diálogo, sabiendo perfectamente que en los temas de fondo, no nos estaban incluyendo.
—Una de las principales críticas de la oposición a los expertos oficialistas fue que hayan rechazado las enmiendas que buscaban modificar la norma que consagra el derecho a "quien" está por nacer. Una buscaba continuar con la redacción de la actual Constitución y otra reformular la norma, ¿por qué el oficialismo las rechaza si estaba en contra de la propuesta del Consejo Constitucional?
Por dos razones: la primera es porque nuestra intención nunca fue volver al "del que está por nacer", que sería volver a la Constitución del 80. Lo que nosotros buscábamos era volver a lo propuesto en el anteproyecto. ¿Por qué? Porque nosotros sentíamos que en el anteproyecto por fin habíamos dejado atrás esta redacción que tantos problemas y tantos peros supuso a la hora de legislar en materia de derechos para las mujeres.
Y en segundo lugar, cuando estuvimos disponibles para dejar la norma tal cual está en la Constitución vigente, no hubo disposición de las derechas para eliminar la norma que asegura que toda persona menor de 18 años es niño. Y ambas normas entrelazadas suponen un peligro para el aborto en tres causales.
— ¿Qué espera del oficialismo de la derecha en las votaciones de las observaciones?
Obviamente esperamos que se mantengan las observaciones que fueron aprobadas con la venia de la derecha. Esperamos que esta vez sí se respeten los acuerdos a los que llegó.
—¿Y específicamente de Republicanos?
Los consejeros del Partido Republicano son mayoría, por lo que la pelota la tienen ellos. A nosotros como comisionados ya nos va quedando solo la instancia de la comisión mixta e independiente de las designaciones vamos a quedar en minoría. Entonces hoy día toda la responsabilidad está en la derecha y particularmente en Republicanos, que son quienes tienen por sí solos el derecho a veto en el Consejo.
—Ahora viene la etapa de comisión mixta, pero esta instancia sólo revisará aquellas observaciones de los expertos que no sean rechazadas o aprobadas por el consejo, por lo que el catálogo de temas que va a revisar esta instancia es más bien acotado ¿Ya se perdió la posibilidad de un gran acuerdo?
Personalmente creo que sí. Hay quienes son más optimistas, pero al considerar cómo fueron los últimos espacios de discusión que tuvimos en la Comisión Experta, que fueron muy distintos a los que tuvimos al principio, me hace pensar que ya se perdió la posibilidad de ese gran acuerdo.
—Desde las derechas se les ha acusa de "atrincherarse", ¿cómo reciben esa crítica desde el oficialismo?
Yo considero que ellos se están atrincherando al hacer valer su mayoría. Obviamente están en todos su derecho, la ciudadanía así lo quiso. Pero claramente es negativo para este proceso y para el país que las derechas nieguen la posibilidad de ampliar el proyecto a un sector que no es el de ellos. Considerando que solo queda la comisión mixta, donde además vamos a estar en minoría, siento que son muy pequeñas las posibilidades que tenemos de avanzar hacia un acuerdo que se buscaba.
—A excepción de esos temas puntuales que irán a la comisión mixta, el mayor porcentaje del texto está zanjado. Por ejemplo, la consagración del derecho a la vida de "quien" está por nacer, norma que podría poner en peligro el aborto en tres causales, según han advertido desde las bancadas de izquierda. Ante panorama, ¿el oficialismo ya se posiciona en el "En Contra"?
Como comisionados expertos hemos sido súper respetuosos de las distintas etapas que tiene este proceso y no nos hemos querido adelantar a salir a dar una postura de manera individual, ya que hemos cuidado la unidad del bloque. Sin embargo, personalmente, se me hace muy difícil acompañar el texto tal como está, considerando lo que tú dices; que la mayoría del proyecto está zanjado.
—¿En lo personal votaría en contra en este momento con el texto que hay?
No me quiero adelantar todavía, pero tal como dije, no encuentro a mi sector en este proyecto y me costaría mucho aprobarlo.
—¿Qué efectos tendría para el país que es un nuevo fracaso constitucional?
A mí me complica que la ciudadanía se quede con la sensación de que todo este tiempo se haya perdido. Yo creo que no lo perdimos. Creo que avanzamos mucho en discusiones que no habíamos tenido en mucho tiempo, en armar este catálogo de derechos y tener claridad de qué es lo que como país necesitamos, a lo que aspiramos, a cómo podríamos tener un modelo mejor para el país. También nos sirvió para darnos cuenta quiénes tenemos ese propósito y quiénes no.
Obviamente nos genera tristeza que el desenlace de este largo camino sea un nuevo fracaso. Sigo creyendo que es muy necesario tener una Constitución en democracia, pero eso no puede ser a cualquier costo. De todas maneras, no lo dramatizaría del todo. Siento que con estas experiencias, al menos, tenemos una ruta. Y creo que esa va a ser la ganancia con la que nos vamos a tener que quedar de manera de construir las próximas políticas públicas, las próximas legislaciones y quizás, en unos años más un nuevo proceso.