Yankes, autor de "Chile ¿un cautiverio feliz?": "Somos una nación resquebrajada desde su inicio"
Reino de Chile en 1629. Un paisaje que soñaba con ser país, mientras la Guerra de Arauco regaba de sangre el territorio. En ese contexto, un criollo militar de nombre Francisco Núñez de Pineda se embarcó en una expedición para reducir la población mapuche, pero fue tomado prisionero en el campo de batalla, en las cercanías de Yumbel, a manos de los mismos indígenas que deseaba exterminar.
Cautivo por más de seis meses por el cacique Maulicán, Nuñez de Pineda comenzó a relacionarse con la cultura mapuche desde su hispanidad, y a ver las costumbres, fiestas, juegos, organización política, herbolaria de los indígenas. Luego de ser liberado pasaron más de 40 años para que publicara su experiencia en Un Cautiverio Feliz, una crónica cuyo testimonio es pionero en describir la relación entre ambas culturas y en denunciar los vejámenes de los conquistadores españoles.
Alrededor de 400 años después, tras decenas de ediciones, el periodista William Yankes publica un estudio crítico del manuscrito del siglo XVII, llamado “Chile: ¿un Cautiverio Feliz?, editado por OchoLibros, un texto cuyo énfasis es invitar al lector a entrar en “una obra que puede ser árida, escrita en un estilo barroco, pero de una enorme riqueza”, afirma.
Una escritura que tiene una relación personal, ya que Yankes abandonó Chile cuando tenía 17 años en 1971 y ahí se radicó en Estados Unidos, pero en la década de los 80 volvió a su país natal, viajó al sur y conoció la riqueza del pueblo mapuche. "Me tope con una cultura de amor a la tierra, donde el color de esa tez se confundía con el de la tierra", relata sobre su aprendizaje sobre la relación indisoluble entre naturaleza y ser humano, como un todo, presente en la cosmovisión mapuche.
El libro va a ser presentado este viernes 01 a las 19:00 hrs. en la Librería del GAM, y además acompañarán al autor; el Doctor en antropología, José Manuel Zavala, el intelectual y artista mapuche Eduardo Rapimán y el director de El Desconcierto, Gonzalo Badal.
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-En el libro planteas que la República de Chile se estructura en la violencia de los conquistadores españoles contra los indígenas, una agresión no cicatrizada que sigue sangrando en eventos como el 11 de septiembre de 1973 o el 18 de octubre de 2019. ¿Qué reflexiones tienes en torno a eso?
Chile es un país dividido, que se parece a los archipiélagos del sur y la sociedad somos esas islas. Somos una nación resquebrajada desde su inicio y eso sigue siendo así. Es una observación que duele y trato en este libro mío, despertar el ánimo de corregir aquello, una semilla para un país de hermanos y hermanas. Porque se observa, no solamente en los afectos físicos, sino que en el habla de las clases sociales.
Las elites podrían enriquecerse, por ejemplo, de la cosmovisión mapuche sobre la tierra.
- ¿Qué se puede aprender de la cosmovisión mapuche en relación a la ecología en el contexto del cambio climático?
Son grandes maestros silenciosos que nos observan con el dolor del maltrato, pero tienen tanto conocimiento y tanto están listos para ayudarnos, pero ha sido el hombre blanco el que los ha rechazado. Lo ha dejado rezagados y tienen las herramientas para encontrar una nueva forma de relacionarnos con la tierra.
- La obra de Francisco Núñez de Pineda es una obra rica en su diversidad de géneros, al pasar por la crónica, la novela, la autobiografía ¿Cómo se entiende esa hibridez textual?
Al leer el libro, yo esperaba una etnohistoria, una revelación occidental de la realidad indígena, por venir con preceptos españoles, pero lo que descubrí que Nuñez de Pineda fue seducido por el mapuche, por ver su experiencia como tal. Volvió enriquecido cuando cruzó la frontera para volver con su gente. Ese período de observación en el que conversó, escucho la voz del indígena y la transmitió a su obra.
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