Diputada Bulnes: “Ha sido impresionante lo tóxico del ambiente en el Parlamento”
No ha sido fácil el trabajo de la Comisión de Ética en la Cámara de Diputadas y Diputados. Mercedes Bulnes, diputada y abogada experta en derechos humanos, se encuentra cursando su primer periodo en el Congreso y en el comité, donde asegura que están “atrasados” revisando cada caso.
De acuerdo con la página de la Cámara Baja, desde marzo de 2022 se han aplicado 10 sanciones a diputados. Tres al Frente Amplio, dos a Chile Vamos, y cinco a miembros de la bancada de Republicanos.
De esas cinco, dos fueron a Gloria Naveillán, parlamentaria que podría sumar otra luego de señalar que la violencia sexual cometida en dictadura era una “leyenda urbana”. Minutos antes, Mercedes Bulnes había hecho presente que ella y otra diputada habían sido víctimas de estos hechos.
En conversación con El Desconcierto, la abogada comenta que se siente “personalmente aludida porque se duda de mi palabra en circunstancias que además, en mi caso, hay una condena judicial”.
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-Siendo su primer periodo legislativo como diputada, ¿Cómo evalúa estos años?
La verdad es que para mí ha sido impresionante lo tóxico del ambiente en el Parlamento, no es la idea de lo que debe ser un Parlamento. Se había ido empeorando el clima desde los últimos años, pero hay acuerdo en que este periodo ha sido particularmente desagradable en cuanto a las relaciones entre las personas, en cuanto al tono de la discusión, que se ha transformado en una agresividad muy marcada y muy permanente, y hay sectores que son particularmente odiosos.
El ambiente de la discusión política y jurídica ha ido empeorando con los años, y este periodo parece ser particularmente odioso.
-En relación a eso mismo, recurrir a la Comisión de Ética ha sido un mecanismo que se ha repetido varias veces por el periodo...
La Comisión de Ética siempre ha funcionado porque hay, dentro del reglamento de la Cámara de Diputados y Diputadas, normas sobre la manera ética que se debe desempeñar el cargo, las obligaciones de la dignidad que se espera de un parlamentario. El tipo de lenguaje, el tipo de relaciones hacia afuera y hacia el interior está regulado de manera general, pero tiene que ver también con normas de humanidad, de respeto mutuo, y de respeto por sí mismo, que son propias de cualquier función pública, pero particularmente la parlamentaria.
-¿Siente que ha sido un año con mucho trabajo, además, para la Comisión?
La Comisión ha tenido bastante trabajo en este periodo. Por cierto, como es mi primer periodo también, dentro de la Comisión de Ética yo entiendo que siempre ha habido trabajo, pero en este periodo ha habido bastante. Tenemos cierto atraso en cuanto a los requerimientos de ética por esto mismo, digamos, porque cada caso tiene que ser examinado en su mérito.
-¿Usted cree que la Comisión de Ética debiera tener mayores atribuciones a la hora de sancionar o de revisar las acciones de los diputados?
Yo creo que es difícil una cosa así, porque la verdad es que estamos examinando la conducta de las personas con las que trabajamos. Entonces hay un tema importante que son los límites de la libertad de expresión, porque como parlamentarios tenemos fueros en cuanto a nuestras propias expresiones, a lo que decimos, pero también está la manera cómo lo decimos. Entonces, hay ahí un tema que tiene que ver con la dignidad y con el respeto a los demás y por sí mismos.
Porque no es solamente expresar tu opinión, sino expresarla con cierta altura. Por ejemplo, yo no te puedo decir una mala palabra, no te puedo tratar con groserías, te puedo decir que tu conducta es inaceptable, sí, eso te lo puedo decir, pero no te puedo decir, por ejemplo, que eres un tal por cual. A eso me refiero.
Se acaba de modificar el reglamento en cuanto a las sanciones, porque las sanciones eran muy leves y de alguna manera podía minimizarse la seriedad de la sanción porque fuera tan leve. Entonces, se modificó el reglamento en este sentido. Pero las conductas sancionables siguen siendo bastante generales.
-¿Ahora entonces hay mayores sanciones?
Sanciones más gravosas en lo económico, por un lado, pero lo que se sanciona en el fondo son los modos, son los modales, son las faltas de dignidad, de respeto por el otro y por sí mismo. Eso es lo sancionable. Y eso me parece correcto, pero eso es un criterio. También hay un tema que tiene que ver con el problema de cuáles son los límites de la libertad de expresión. Entonces es bastante complejo. Es un trabajo bonito.
Cada bancada designa un representante en la Comisión de Ética, y las bancadas eligen gente que sea relativamente ponderada. No me estoy echando flores yo, pero diría que las personas que representan a cada bancada en la Comisión de Ética son bastante ponderadas. Incluido el representante de la bancada de los Republicanos, de los socialistas, de los comunistas, de la Renovación Nacional, de la UDI, del PPD, del Frente Amplio, que yo represento al Frente Amplio...
-También está Pamela Jiles, del Partido Humanista...
Está Pamela, naturalmente, por el comité en el que pertenece ella, pero ella también… Hemos sido todos bien ponderados. Yo creo que es un buen diálogo el que se produce. Hay un interés real sobre cuáles son los límites éticos y cuáles son los límites de los derechos.
-¿Cree que debería existir otro espacio que no sea entre pares, dedicado a velar por mayor ética o mayor dignidad en el comportamiento de los parlamentarios?
Yo creo que no. Yo creo que no porque podría ser, por ejemplo, que estableciera sumarios, y ya eso sería entrar en otro aspecto, ya no en el ético. Ahí no sería partidaria en ningún caso. Somos representantes populares. Somos elegidos por las personas, por los ciudadanos. Si hay comisión de delitos, están los tribunales.
-Usted anunció un requerimiento en contra de la diputada Gloria Navellán por negar la violencia sexual cometida por agentes del Estado en dictadura...
No sé si soy yo la persona que debe hacerlo o si debemos hacerlo como bancada feminista. Quiero decir que las expresiones de la diputada Naveillán son extremadamente graves: negar un hecho, decir que es un mito urbano, hechos que están establecidos judicialmente por sentencias. Se aludió directamente a que hay por lo menos dos diputadas que fuimos víctimas de violencia sexual en contexto político.
Yo lo había hecho presente unos minutos antes de las declaraciones de ella, lo que me parece que me ofende. No lo he hablado con ella, lo voy a hablar directamente. Dentro de mi bancada se está evaluando un requerimiento ético en tal sentido, pero obviamente si lo hubiera yo tendría que abstenerme, porque me siento personalmente aludida porque se duda de mi palabra en circunstancias que además, en mi caso, hay una condena judicial.
Y además, fui abogada en una sentencia, que salió en el año 2005, por torturas de una mujer, la profesora Adriana Borges de Talca, que fue víctima de una violencia sexual indecible. Y eso está establecido en una sentencia que fue la primera que condenó por torturas en Chile. Una sentencia del ministro Jorge Cepeda, que nadie puede decir que sea una activista de izquierda, es un juez muy ponderado. Entonces, la verdad es que ya ha habido otras sentencias y se han conocido casos, pero verdaderamente patéticos. En este momento mi marido está llevando una causa de una mujer que tuvo un hijo producto de las violaciones. Conozco y fui abogada de una causa de una muchacha de 19 años que fue víctima de los abusos sexuales más horrorosos. Entonces, ¿cómo puede negarse ese hecho?
Además, una diputada mujer que reconoce que una sobrina de ella, no en contexto de violencia política, pero que también fue víctima de violación. Lo de la señora Naveillán me parece impresentable. Impresentable.
-Este año que se cumplen 50 años desde el golpe aún hay quienes, como la diputada Naveillán, que hablan de dos verdades en torno a la dictadura, en torno a los motivos que resultaron en el golpe. ¿Considera que hay negacionismo en el Congreso?
Sí, yo creo que hay negacionismo. Pero además hay gente que intenta justificar el golpe diciendo que durante el gobierno de Allende habrían pasado cosas, o que iba en una dirección, y están tratando de justificar el golpe en los años del gobierno. Yo personalmente no comparto esa apreciación. Yo estimo que el gobierno de Allende no vulneró la Constitución, no vulneró derechos humanos, sí había un clima político bastante tenso en ese momento.
Hay cosas actuales que me recuerdan el tiempo de Allende, porque yo en ese tiempo tenía poco más de veinte años y estaba ya casada, tenía hijos y estaba terminando mis estudios de derecho. Entonces recuerdo perfectamente la situación. Pero lo que pasa es que nada, nada justifica el golpe, porque no se puede justificar el quiebre de la democracia en ninguna situación. Eso primero.
En segundo lugar, la violencia y el feroz ataque a las personas que apoyaron al gobierno de Salvador Allende y los crímenes empezaron el día 11 de septiembre. Entonces tenemos que ver que había una voluntad criminal detrás del golpe y eso no lo podemos negar. Eso no son dobles lecturas. Nada justifica, eso está clarísimo. Justificar el golpe es justificar los crímenes de derechos humanos.
-¿Por qué?
Porque son consustanciales a la teoría del enemigo interno que se implantó el 11 de septiembre a la hora que empezó el golpe. Eso lo sabemos exactamente así porque así son los hechos. No es un problema de que yo piense, es que yo veo, sé, he leído, estudiado, viví. Y eso es así. Incluso la verdad judicial lo demuestra.
Recuerdo a un juez que cuando empezaron los juicios de violencia intrafamiliar me decía, mira, cuando estoy entrevistando a las dos partes y viene uno de ellos y le dice 'pero dile lo que me hiciste, dile lo que me hiciste, entonces yo ya sé que es culpable'. Porque nada justifica la violencia, nada. Porque entonces estamos en la autotutela. Si empezamos, si dejamos el derecho de lado, ¿dónde estamos? ¿Qué sociedad estamos construyendo? Mire, en realidad yo soy un poco apasionada de esta materia, pero también es una opinión jurídica, no es una opinión política. Lo estoy pensando desde mi formación como abogado. Porque al revés sería igual. Si no respeto al otro, no me respeto a mí misma.