Es oficial: Se crea nuevo Parque Nacional que cuida las últimas fuentes de agua de Santiago
Sin los glaciares de la cordillera, la vida en Santiago sería imposible. En el verano, estos aportan gran parte del caudal de los ríos que abastecen de agua potable la Región Metropolitana, pero también están en retroceso por el cambio climático y la contaminación producto de actividades humanas.
Este miércoles 16 de agosto se publicó en el diario oficial la norma que crea el Parque Nacional Glaciares de Santiago, que protege 75 mil hectáreas Y 368 glaciares que se encuentran en las cuencas de los Ríos Colorado y Olivares, cuyas aguas desembocan en el Maipo.
Desde la campaña ciudadana Queremos Parque celebran esta nueva área, pero llaman a proteger también la otra parte de este gran territorio fiscal, que queda a alturas más bajas y contiene otros ecosistemas, además de permitir el acceso a la ciudadanía.
Agua, turismo e investigación
El objetivo principal de este parque, según la norma que lo crea, es proteger el ecosistema cordillerano de las cuencas altas de estos dos ríos “y sus cuerpos glaciares como reservorios de agua estratégicos para la Región Metropolitana”.
Pero también se busca que este espacio sea un polo de investigación para monitorear y conservar las especies nativas que allí residen y estudiar cómo el cambio climático y las actividades industriales afectan estos ecosistemas que son críticos para la seguridad de la región.
[Te puede interesar] Salar de Huasco se convierte en Parque Nacional: de los pocos salares bajo protección
Pumas, zorros colorados, gatos colocolo, cóndores y patos cortacorrientes son algunos de los animales amenazados que habitan en los ecosistemas de este nuevo parque.
Otro objetivo explícito es acercar la naturaleza de montaña a las personas, y que en este lugar se desarrollen actividades de turismo sustentable y educación ambiental.
De difícil acceso
La creación de un parque en esta área es un pedido por el que por años han luchado distintas organizaciones sociales, agrupadas en la red ciudadana Queremos Parque.
Y aunque celebraron la medida, aclararon que solo se protege la parte alta del terreno fiscal disponible, lo que hace al lugar poco accesible para personas que no practiquen el montañismo.
Esto, además de dejar afuera otros ecosistemas importantes de montaña que se ubican a menor altura, como los humedales altoandinos y el hábitat del gato andino; una especie en peligro de extinción y que recientemente se descubrió que habita en la zona precordillerana de la región.
Desde la campaña hacen el llamado a aprovechar el impulso de la creación de este parque y declarar como protegida la otra mitad del territorio fiscal.