Nelson Mandela: Otro aniversario del último líder africano
A casi diez años del fallecimiento de Nelson Mandela, ocurrido en el año 2013, su figura continúa incidiendo la sociedad del siglo XXI. Tal como lo demuestra la conmemoración de este año del Día Internacional de Nelson Mandela, el que se celebra cada 18 de Julio por su natalicio.
El hito llega en un momento de profunda reflexión sobre los aclamados Derechos Humanos, a su vez, una guerra entre Rusia y Ucrania, crisis institucionales, descontento político, distancia entre el primer y tercer mundo, etc. Tal vez, releer el trabajo e incidencia pública de Madiba (nombre del clan del que Mandela era miembro) permite entender sus claves de política, vida y mejoras para la sociedad civil.
Primero, Nelson Mandela dedicó 67 años de su vida a la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Lideró en Sudáfrica los movimientos contra el apartheid. Y tras una larga lucha, que incluyó el que pasara 27 años de su vida preso, presidió en 1994 el primer gobierno que ponía fin al régimen racista. Su legado ha quedado en la historia como un ejemplo de la lucha por la libertad, la igualdad y la justicia.
Nelson Mandela tenía claro que de no haber pasado 27 años encerrado en prisión, su papel en la liberación de Sudáfrica del apartheid no habría sido posible. Su lucha política empezó a sus 20 años cuando se unió al Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), y ayudó a fundar la Liga Juvenil entre 1914 y 1943. Fue presidente de esta entidad en 1951, y fundó un movimiento de resistencia no violento de Defensa contra las Leyes Injustas. Pero Mandela no estaba satisfecho con el ANC y su política de la vieja guardia. Allí comenzó su desobediencia civil y su compromiso vitalicio para romper las cadenas de la segregación en Sudáfrica.
Segundo, el 11 de febrero de 1990, Mandela por fin caminó fuera de la cárcel como un hombre libre. Su mensaje, tras esas largas décadas de encarcelamiento, fue de reconciliación no de venganza. El líder inspiró al mundo tras negociar un final pacífico a la segregación racial e instar a perdonar al gobierno blanco que lo encarceló.
Tras salir de prisión, Mandela se dejó ver con líderes internacionales. Visitó a Fidel Castro en Cuba. Dio un discurso para conmemorar el relanzamiento del partido comunista de Sudáfrica, en 1990. Por otra parte, sus acciones y lucha también lo llevaron a recibir el Premio Nobel de la Paz en 1993, junto a Frederik Willem de Klerk.
El 10 de mayo de 1994, tomó posesión como el primer presidente negro de una Sudáfrica democrática. Se consolidó como el símbolo sudafricano de la lucha contra la opresión racial. Sin embargo, Mandela, junto al Congreso Nacional Africano, no siempre fue visto con buenos ojos por muchos países de la comunidad internacional. Hasta 2008 estuvo en la lista de terror de Estados Unidos por su militancia contra el régimen del apartheid.
Tercero, en 2004, pocas semanas antes de cumplir 86 años, el abogado, exprisionero y líder africano Nelson Mandela; anunció su retiro de la vida pública para pasar más tiempo con sus seres queridos. Mandela falleció el 5 de diciembre de 2013 en su casa en Johannesburgo, Sudáfrica.
Si observamos la vida, trabajo e incidencia pública de Nelson Mandela y los esfuerzos de este último que marcaron al mundo después de su liberación, por consecuencia, debiesen provocar una negación absoluta frente al racismo. Sin embargo, aún existen tintes de esto, distancia entre el primer y tercer mundo, guerras desafiantes con discursos nucleares, crisis institucionales, descontento político y vulneración al ser humano.
La figura de Nelson Mandela más allá de lo político encausa una figura que aún vive en el imaginario mundial. Ciertamente no se le puede colocar en el mismo grupo en el que están Mahatma Gandhi o Martin Luther King Jr., ya que a diferencia de estos, no siempre se apegó al pacifismo por el que se hizo famoso al final de su vida. Pero al margen de las conjeturas, vicisitudes, cuestionamientos y tensiones que provoque el líder africano, este continúa incidiendo en la sociedad civil del siglo XXI, de ahí que mi columna se titule; “Nelson Mandela: Otro aniversario del último líder africano”.