Crítica literaria| Bitácora del desamparo: Porque así son las madres y están preparadas
Bitácora del desamparo, obra de Cristina Larraín publicada por Editorial Cuarto Propio el año 2022, es una crónica sobre los sentimientos de una madre sobre su hijo, quien vive con un trastorno de salud mental. Para nadie es fácil aceptar una crisis o una situación desconocida que afecte a nuestros hijos, todos queremos que sean felices, vivan bien, que nada los perturbe y que ellos no dañen a nadie. Nos gustaría controlar todas las variables para que eso fuera así, pero la vida se encarga de decirnos que no controlamos las variables, que ni siquiera las conocemos todas y que la felicidad es un espejismo.
Esta bitácora se inicia desde el diagnóstico, pasando por diferentes etapas sin ahondar en el aspecto clínico, sino que en lo que provoca en la narradora como participante de esta experiencia de la que no es protagonista, tampoco testigo, pues su papel es intermedio, borroso. Quisiera cambiar el rumbo de los acontecimientos, pero no puede. No tiene apoyo de su exmarido, el padre del joven; tampoco hay apoyo real del sistema de salud. Solo existe la duda permanente sobre lo que puede ocurrir. Nunca se ve la puerta al final del proceso.
En definitiva, ser madre no tiene horarios ni recreos ni tiempo de jubilación, no hay tregua. Más aún en una situación como la que trata el libro. Quien cuenta la historia pasa por diferentes etapas y eso hace que sea un libro sincero, que no pretende ir por el lado de la literatura ni por el lado del buenismo, solo es sincero y eso creo que ya es de gran valor, sobre todo en estas época donde la salud mental está en la primera línea y a veces tan manoseada por personajes de todas las tendencias.
La protagonista vive diferentes conflictos: con su ex, el padre del joven; con los diferentes especialistas médicos; con los charlatanes que aparecen de tanto en tanto; con su hijo, y también los conflictos con ella misma. Momentos en los cuales quisiera dejar de lado sus preocupaciones, su rol de madre, los desvelos por su hijo y ser solo ella, aunque ni siquiera sepa muy bien lo que significa eso. Simplemente tener un tiempo en que sus preocupaciones no existan, pero sabe que eso es imposible. Es solo una quimera, porque la preocupación por el bienestar de su hijo la acompaña siempre, aunque su hijo ya sea una persona adulta.
“A la salida de la clínica
La siquiatra
Citó a mi madre y hermanos
Una sesión familiar
En el silencio
Explicó la importancia de la ayuda de la familia
Escuché su intervención
Desde lejos
Era como si no hablaran de mí
De la situación límite que vivía
Inmersa
Cansancio
Desánimo
Una cantidad inconcebible de cigarrillos
Una gripe, 38° de
fiebre
Estaba y no estaba en este mundo
Mi familia oyó las indicaciones de la psiquiatra
Sé que algunos de ellos
Intentaron seguirlas” (p. 101 y 102)
Bitácora del desamparo podría ser una obra que se queda solo en el dolor, pero a mi juicio va más allá porque muestra las diversas caras de esta relación sin fin: el empuje por buscar soluciones que permitan mejorar la calidad de vida del hijo y la suya; el cansancio frente al fracaso y la soledad; el hastío respecto de la situación en general; el ánimo, la resiliencia para continuar perseverando generando nuevas fuerzas; el humor que provocan ciertos personajes que aparecen con recetas mágicas, pero son solo charlatanes que buscan aprovecharse del dolor y el bolsillo ajeno. De esta forma Bitácora del desamparo muestra lo complejo que es el rol de madre, más aún en una situación límite. Logra hacer visible un drama que siempre asumimos como normal; como algo que toda persona, en especial si es madre, debe saber hacer porque así son las madres y están preparadas.
Bitácora del desamparo
Cristina Larraín
Editorial Cuarto Propio, 2022
Precio de referencia: $12.000
270 páginas