Willy Malessa, las brutales declaraciones del exhumador de Colonia Dignidad
Hablar de Willy Malessa es necesario. No porque haya sido detenido hace dos semanas por orden de la ministra Paola Plaza, acusado de ser cómplice de secuestro calificado de tres miembros del MAPU -Juan Maino, Elizabeth Rekas y Antonio Elizondo, detenidos por la DINA en 1976-, sino porque es uno de los personajes clave en la denominada operación “Retiro de Televisores”.
Volver a saber de Malessa es recordar que las órdenes siempre tienen ejecutantes y que las exhumaciones solicitadas por Augusto Pinochet, a través de criptogramas dirigidos a distintos regimientos del país, a fines de 1978, también se realizaron fuera de recintos castrenses, como en el predio de más 14 mil hectáreas de la Sociedad Benefactora Dignidad ubicado en Parral.
[caption id="attachment_838644" align="aligncenter" width="900"] Augusto Pinochet en visita a Colonia Dignidad[/caption]
Más de cuatro décadas después, una indemnización del gobierno Alemán y un rol protagónico en una serie documental en Netflix, Malessa vuelve a encarnar lo que siempre ha sido: un testigo que simula cooperar. Un hombre cuyas señas han sido insuficientes para ubicar a los cerca de 100 detenidos desaparecidos que pasaron por el enclave Alemán.
-Lo de Malessa es una seudo colaboración- dice la abogada querellante Mariela Santana. Si bien es la primera vez que se somete a proceso, en base a información que estaba presente desde el año 2005, nunca ha entregado datos precisos sobre el lugar donde se realizaron las exhumaciones.
Hasta ahora se sabe que en Colonia Dignidad se cavaron al menos 10 fosas, que sólo una se ha periciado sin encontrar restos y que existiría otra que nunca ha sido removida, cuya existencia fue revelada por el mismo Malessa al ministro en visita Mario Carroza, en agosto de 2017, y que provocó en su momento la ira de Paul Schäfer.
Otros versiones -más punzantes- apuntan a que el miembro del staff de seguridad del líder alemán negoció “su impunidad a cambio de entregar información sobre sitios en que se ocultó evidencia o efectuar delaciones de terceros”. Tesis que sostiene Herman Schwember en su libro “Delirios e indignidad: El estéril mundo de Paul Schäfer”.
En cualquier caso la importancia que tiene Malessa es que no hay otro quien pueda llegar a esa última fosa perdida, acaso el único lugar de Chile donde habrían restos concretos de detenidos desaparecidos. Y lo es por una razón elemental: a él le encargaron desenterrar los cuerpos de detenidos desaparecidos con una pala mecánica.
El Desconcierto tuvo acceso en exclusiva a dos declaraciones judiciales del exguardaespaldas de Schäfer; donde se revelan detalles de la Operación Retiro de Televisores en Colonia Dignidad, planificada tras el hallazgo de 18 cadáveres de campesinos en Lonquén, en diciembre de 1978.
La orden del dictador no se prestaba para dobles lecturas: había que desenterrar a los muertos y arrojarlos al mar. Sin cuerpos, no habría evidencia. Malessa en el fondo fue el encargado de garantizar esa impunidad. El hombre de la retroexcavadora.
“Entre arbustos y moras”
La ministra Plaza ha ordenado una serie de diligencias en Colonia Dignidad: peritajes de geomagnetismo financiados por Alemania y un set de fotografías aéreas proporcionadas por la FACH. Ambas gestiones le permitieron identificar cinco áreas de interés que podrían ser objeto de nuevas diligencias.
Son probablemente los mismos lugares que visitó Malessa, guiado por Schäfer, y que tuvo que “limpiar” con otros dos colonos de la secta alemana: Karl Van den Berg Schuurmann y Gerhard Mucke Koschitzke.
[caption id="attachment_835006" align="aligncenter" width="900"] Captura de Willy Malessa en Netflix[/caption]
En una declaración de Willy Malessa, ante el ministro Jorge Zepeda en el año 2005, relata que llegó a Chile el 26 de julio de 1961, proveniente de un hogar en Alemania que era una especie de sede de Colonia Dignidad en Europa. Acá cuenta que estudió para tornero mecánico y luego pasó a realizar faenas con maquinaria pesada, retroexcavadoras y bulldozers.
-En un principio trabajé en la limpieza del campo, para conseguir un lugar apto para levantar una construcción para que cuando llegara el resto de la gente (colonos) en barcos, tuvieran donde llegar- dice en la declaración.
A continuación, comenta que empezaron a llegar vehículos que no pertenecían a los colonos y que luego se enteró que eran de la DINA. También recuerda la visita de Pinochet en un helicóptero Puma, y en otras oportunidades de Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinoza. Otro que visitaba el lugar, añade, era el hijo del “mamo” quien enseñaba artes marciales a los colonos.
Malessa asegura que Paul Schäfer, pederasta que también intentó abusar de él, les enseñó que era mejor “no saber nada, por lo que no se mencionaban los nombres verdaderos de quienes visitaban la colonia. Lo que Paul ordenaba, se cumplía, de lo contrario uno se exponía a un castigo incluso físico…En la colonia no se hacía nada sin el conocimiento de Schäfer”.
Sobre las faenas de exhumación, el ex colono cuenta que los restos encontrados los dejaban en un balde, primero, y luego los trasladaban en sacos a un camión. Sacos de color blanco donde los alemanes envasaban la urea. De ahí los llevaban a “un lugar escondido, entre arbustos y moras, para incinerarlos”.
Días más tarde, regresaban con rastrillos al lugar de cremación para identificar si habían quedado restos óseos. Los últimos fragmentos los arrojaban al río Perquilauquén, tal como comentó Malessa en el documental sobre Colonia Dignidad exhibido en Netflix. “Conforme lo que ví, podría decir que desenterré alrededor de 30 cuerpos humanos”, confesó.
En otra declaración del año 2017 entregada al ministro Mario Carroza, el tornero de origen alemán cuenta que una de las primeras tareas de “limpieza” la realizó cerca de la casa de un inquilino de apellido Constanzo y que Gerhard Mucke le indicó exactamente donde cavar.
A unos tres metros de profundidad, dice Malessa, “me percaté que en la pala de la máquina no salió únicamente tierra, observando claramente un cuerpo, del cual no se podían ver detalles…No recuerdo con exactitud cuántos cuerpos saqué de esa excavación, pero fueron varios”.
[caption id="attachment_334914" align="aligncenter" width="1280"] Carteles de detenidos desaparecidos en Colonia Dignidad[/caption]
El excolono asegura que realizó la misma operación en unos dos o tres sectores más, “donde al cavar salieron más cuerpos y restos”. Luego le ordenaron “preparar un terreno plano, donde dispusieron una especie de parrillas, lugar donde los sacos fueron descargados”.
“Intentaron quemar los sacos y su contenido, con madera y combustible espeso hecho de bencina, para prenderles fuego, desconociendo si finalmente eso les resultó, ya que según lo que ellos hablaban, les estaba siendo muy difícil lograr su objetivo”, complementó.
También recuerda el traslado de los últimos restos en un camión a la orilla del río y ver como la “tolva del vehículo descargó su carga”. “El hecho de ver los cuerpos en la pala, fue un impacto muy grande para mí, ya que nunca me imaginé que limpiar los predios, significaba sacar cadáveres enterrados”.
Willy Malessa lleva poco más de 15 días en prisión. Su defensa solicitó su excarcelación, pero el jueves de la semana pasada fue rechazada, negándosele la libertad provisional por considerarlo un peligro para la sociedad. Hoy sigue recluido en la cárcel Colina 1.