Luego de varios días de retraso, la Comisión Experta comenzó a votar las enmiendas en las distintas subcomisiones. La novedad, sin duda, fue que sus integrantes llegaron con un documento nuevo que contenía las propuestas anteriores, pero que también incluía un ítem de “unidad de propósito”, es decir, los consensos que habían para determinados artículos. 

Las primeras subcomisiones en sesionar y mostrar esta nueva parte del comparado fueron las de Principios Constitucionales y Derechos Sociales en donde se acordaron puntos como nacionalidad, Estado de Excepción, ciudadanía y medio ambiente. El resto de las enmiendas se rechazaron.

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Sin paridad, ni salud, ni pensiones

Esto se fraguó durante toda la semana pasada en reuniones privadas y se comenzó a dar debido a que habían varias enmiendas que se parecían o que derechamente tenían redacciones iguales, por ende, comenzaron con esas para despejar el camino.

También hubo algunas que no convencieron a ninguna de las dos partes, por lo que se dejaron de lado y ahí es donde se activaron las unidades de propósitos, que permiten la creación de una nueva propuesta. 

Durante esta última parte es donde se involucraron comisionados de otras subcomisiones para apoyar a sus colegas con las redacciones y ofrecer una nueva perspectiva. Sin embargo, las negociaciones no fueron fáciles, debido a que hay muchos temas transversales en cada instancia y, si se llegaba a modificar algo sin previo aviso, todo volvía a cero y se volvía a conversar. Por ende, al final se hizo un trabajo conjunto de las cuatro subcomisiones. 

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Esto sucedió por ejemplo con la norma de paridad que finalmente no tuvo una redacción de consenso, dado que era dependiente tanto de Sistema Político como de Principios Constitucionales. 

En la interna de las negociaciones se dieron algunas situaciones que complicaron su evolución. Participantes de ellas señalan que las posturas más duras vinieron de la Subcomisión de Derechos Sociales, en donde no se pudo llegar a un consenso mayor debido a lo distante de las posiciones. 

También comentan a El Desconcierto que la oposición quiso llevar el rumbo y la comisionada Bettina Horst era la que más defendía las posiciones de la derecha en materias como salud, pensiones, derecho a huelga, aguas, libertad sindical, entre otros.

Esta situación trajo una respuesta inmediata de parte del oficialismo y comenzó un tira y afloja entre ambas partes donde subían y bajaban puntos para poner presión en el lado contrario.

Hubo temáticas que quedaron sin acuerdo, como salud y pensiones, que posiblemente quedarán en blanco y será el Consejo Constitucional quien se haga cargo de su redacción.  

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Esa fue la tónica de las reuniones durante toda la semana y, con la presión de la fecha límite encima, los comisionados optaron por armar una mesa chica con un equipo de cuatro negociadores por lado con perfiles más dialogantes, quienes estuvieron reunidos hasta altas horas de la noche de ayer para tener la confirmación de cuales son los temas que se incluirían en la unidad de consensos y cuales se dejarían fuera para rechazarlo y reformuarlos en las votaciones del pleno.

Cuando concluyeron, enviaron vía mensaje de WhatsApp un documento preliminar al resto de los comisionados que tuvieron la madrugada y parte de la mañana para estudiarlo. La misiva también incluyó una citación lo más temprano posible para que se presentarán en el ex Congreso y delinear la estrategia para iniciar las negociaciones.