Ultraje a las buenas costumbres: La desconocida querella de Tere Marinovic por difusión de pornografía
Dos semanas antes de finalizar la Convención Constitucional, el 14 de junio de 2022, la entonces convencional Teresa Marinovic entabló una querella criminal por “ultraje a las buenas costumbres”, tras una serie de publicaciones en redes sociales donde se la involucraba en supuestas conductas reñidas con la ética, asociándola a una imagen de carácter pornográfico.
Hasta esa fecha sólo estaba en el radar público una querella anterior por amenazas, interpuesta por la exconvencional del Distrito 10 en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, en agosto del año 2021, acusando temer por su integridad física y la de sus hijos, tras una serie de amedrentamientos telefónicos.
La desconocida acción judicial fue patrocinada por el abogado Carlos Cortés, casi un año después de la querella interpuesta por amenazas, en medio de un clima de profunda crispación política. En ella se detalla una serie de posteos en twitter sobre “conductas” relacionadas con una supuesta infidelidad y atribuyendo como veraz una imagen de sexo explícito.
“A través de las referidas publicaciones, los usuarios de Twitter exhibieron públicamente y de manera ofensiva una imagen explícita de una actividad sexual, cuyo ejercicio atribuyen a doña Teresa Margarita Natalia Marinovic Vial, quien se desempeña actualmente como miembro de la Convención Constitucional. Lo anterior, con el único objeto de atentar contra el pudor público”, expone el documento.
La querella a la que accedió El Desconcierto, está dirigida contra quienes resulten responsables de los delitos de exhibición y difusión de material pornográfico, publicado a través de dos cuentas de twitter, entre los días 6 y 9 de junio de 2022.
Dentro de las diligencias solicitadas por la defensa de Marinovic, dirigida a la Brigada Investigadora del Cibercrimen de la PDI, está la identificación de las cuentas IP desde donde se publicó el material. Una de las cuentas de twitter, según comprobó este medio, ya fue suspendida.
Cabe consignar que según datos de Amnistía Internacional, cada 30 segundos se produce un tuit abusivo contra una mujer, cifra que representaría el 7% del total de publicaciones anuales de Twitter. Y que de acuerdo a Onu Mujeres, un 73% de las mujeres señala haber sufrido violencia digital.
[caption id="attachment_720181" align="aligncenter" width="900"] Agencia Uno[/caption]
Situación que no está tipificada legalmente en nuestro país, pero se entiende como aquellos “actos de violencia de género cometidos, instigados o agravados, en parte o totalmente, por el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), plataformas de redes sociales y correo electrónico”.
A casi nueve meses de los hechos, los trámites judiciales continúan.
“Las imágenes del escándalo”
“Están metidos con el caguin de la Marinovic o no hijites???”, preguntó un usuario de Twitter el 7 de junio del año pasado a las 13:37 horas, a través de su cuenta @callmegatx.
Poco antes de la medianoche de ese mismo día, publicó el chisme en redes sociales, acusando a Marinovic de meterse con un hombre “casado y con plata”, cuya esposa se había enterado y que se la iba a “cagar con todo lo que le sabe”. Situación que la querella describe como atribución de “conductas reñidas con la ética”.
La publicación recibió 674 likes, fue retuiteada 205 veces, citada en 30 ocasiones y recibió más de 80 comentarios, “provocando que diversas personas interactuaran y manifestaran sus puntos de vista”, precisa el documento.
Al otro día, otro usuario de la red social, @CabionTyron, publicó una imagen de “una mujer realizando sexo oral” en respuesta al primer posteo, acompañada del siguiente mensaje: “empiezan a llegar las imágenes del escándalo de la Tere Marinovic”.
Tras la amenaza, el usuario se jacta de haber devuelto a la popularidad a la exconvencional, pues “la gente ya ni se acordaba”. La querella asume que se trataría de un delito de “ultraje a las buenas costumbres” y solicita varias diligencias. Además de condenar a quienes resulten responsables “al máximo de las penas señaladas y al pago de las costas de la causa”.
El Desconcierto se comunicó con el abogado y la propia afectada, pero pese a nuestra insistencia para informarnos sobre los avances de la investigación, no recibimos respuesta.