El chileno Nicolás Jarry consiguió este martes superar la primera ronda del Abierto de Australia, después de dejar en el camino a uno de los cabezas de serie de la competición, el serbio Miomir Kecmanovic, al que superó en tres sets, por 6-3, 6-4 y 7-6 (3).

El jugador de Santiago, de 27 años, disfruta de su cuarta presencia en el primer Grand Slam del curso. En la primera no atravesó la fase previa. En las dos siguientes, 2018 y 2019, se quedó en el tramo inicial del cuadro grande, eliminado en ambas ocasiones por el argentino Leonardo Mayer. Ahora, de vuelta al Abierto de Australia, Jarry se situó en la segunda ronda después de salir victorioso de la ronda de clasificación y también ante Kecmanovic.

"Fue un partido muy bueno por mi parte. Estoy muy contento por todo el desarrollo. Me mantuve concentrado desde el principio y tranquilo durante todo el partido. Empecé quebrando y mantuve el saque en todo el primer set. Después, seguí al mismo nivel", analizó Jarry tras su triunfo ante el vigésimo séptimo jugador del mundo.

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El tenista de Santiago, instalado ahora en el puesto 154 del ránking ATP, jugará en segunda ronda contra el ganador del choque entre el estadounidense Ben Shelton y el chino Zhizhen Zhang.

"Estoy muy feliz. Avanzo y estoy jugando cada día mejor, cada partido he ido creciendo", destacó Jarry tras solventar el compromiso en dos horas y cinco minutos.

Nicolás Jarry, que llegó a ser el número 38 del mundo hace tres años, no es un especialista en pista dura. De hecho, todos sus méritos son en arcilla. Como el único título que tiene hasta ahora su palmarés, en Bastad en el 2019 y las otras dos finales que ha podido jugar, en Sao Paulo en el 2018 y en Ginebra un año después.

"He jugado muy agresivo y ese es el juego que estoy intentando imponer", indicó el chileno que ha firmado su mejor registro en el primer Grand Slam del curso hasta ahora.