Luego de que la oposición participara activamente de las negociaciones para alcanzar el denominado "Acuerdo por Chile" anunciado el 12 de diciembre, y en medio del debate en el Senado de la reforma constitucional que se requiere para implementar un nuevo proceso constituyente en el país, tanto en la UDI como en RN algunos parlamentarios insisten en oponerse a él.

Jose Miguel Durana, senador del partido gremialista, plantea que el acuerdo “nuevamente socava las bases de nuestra institucionalidad, instalando un nuevo período de incertidumbre constitucional y de inacción gubernamental que nos acompañará durante todo 2023”.

Paralelamente, al interior del comité de RN, varios senadores votarían contra la reforma, como Carmen Gloria Aravena, Alejandro Kusanovic, Kenneth Pugh y Juan Castro.

De acuerdo a palabras de este último a Emol, el acuerdo se materializó “en cuatro paredes, sin escuchar a la sociedad civil, sin escuchar opinión de expertos, motivos suficientes para rechazar”.

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“Un país detenido en su desarrollo, delincuencia desatada, sicarios, extorsiones e inseguridad, total a nadie le importa. En el Congreso, con apoyo de expertos, hacemos una nueva Constitución o una gran reforma sin generar gastos al Estado”, argumentó luego en medio de su análisis de la contingencia.

Por su parte, el senador Kusanovic asseguró que el proceso constituyente “fue una cortina de humo de la clase política tradicional para explicar lo que no realizaron bien en 35 años”, cuestionamiento al que suma que las demandas por derechos sociales “no lo arregla una Constitución”.

“Podemos tener muchas Constituciones y no se van a arreglar los problemas, al contrario, van a empeorar. Porque esto depende de un cambio de la clase política y de una modernización del Estado de Chile. Llevamos tres años y dos meses desde la protesta del 2019 y no hay ninguna papa pelada”, dijo desesperanzado.

Pugh, en tanto, compartió su negativo presagio para la reforma en el Poder Legislativo. "Hay muy poco tiempo para debatir, y en la sala solo se dispondrá de breves minutos para argumentar”, dijo al tiempo que la senadora Aravena dejó claro que “si el proyecto sale como ingresó, lo más probable es que lo vote en contra”.

La parlamentaria está promoviendo una reforma en el estilo “cláusula”, que establezca que en caso que se rechace la segunda propuesta constitucional, no se siga insistiendo en el proceso constituyente.

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Adicionalmente, senador del Partido Republicano, Rojo Edwards, quien ya anticipó que ingresaría 15 indicaciones a la reforma constitucional, también apela a que el camino constituyente quede finalmente inhabilitado en la eventualidad de que la nueva propuesta de Carta Magna se rechace.

Sin embargo, como el proyecto necesita 29 votos de respaldo de un total de 50 senadores (4/7), si estos parlamentarios finalmente se desmarcan del acuerdo, su postura no lograría imponerse, por lo que no evitaría que reforma constitucional prospere.

De hecho, a pesar de esta negativa a respaldar un nuevo proceso constituyente, se aguarda una tramitación expedita que debiera ser será despachada a la Cámara de Diputados y Diputadas en el transcurso de la semana próxima.

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