Mario Marcel desmenuza el año político: “La etapa posterior al plebiscito fue muy compleja”

Mario Marcel desmenuza el año político: “La etapa posterior al plebiscito fue muy compleja”

Por: Rubén Escobar Salinas | 25.12.2022
En esta entrevista, el ministro de Hacienda deja de lado las cifras y habla de política. Marcel hace un balance del año y comenta la campaña del Plebiscito, la crisis en Perú y el “tira y afloja” con la CPC. Además, se refiere al “gallito” por el Fiscal Nacional y apunta a la oposición: "es difícil entender qué es lo que se está esperando".

Sigo pensando que los temas económicos no eran centrales en la propuesta constitucional, no se estaban proponiendo muchos cambios de fondo”, dice Mario Marcel. El ministro de Hacienda recuerda la campaña del Plebiscito de Salida para una nueva Constitución como uno de los momentos más complejos, en un año que marcó su entrada de lleno en la arena política.

La llegada del ex presidente del Banco Central al gobierno de Gabriel Boric se leyó como una señal de “moderación” o responsabilidad al mercado, en particular al sector empresarial. Pero Marcel dice que no se siente “una moneda de cambio”.

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En conversación con El Desconcierto, el ministro hace un balance del año, deja de lado las cifras –dentro de lo que puede– y habla sobre la elección de Fiscal Nacional, la crisis en Perú y los roces con la oposición en el Congreso.

Sobre esto último, hace pocos días Marcel dijo ante la Sofofa que “el pesimismo exacerbado, la confrontación ideológica, la desconfianza, son parte de un entorno en que podemos y debemos contribuir a cambiar”.

–¿Incluye ahí la confrontación de la oposición con el gobierno desde el Congreso?

El gobierno no tiene mayoría parlamentaria y eso se nota en la dinámica del Congreso, como también se nota el hecho de que hay más dispersión política que la que había antes. No solamente se trata de una relación entre gobierno y oposición, lo que tenemos es que hay muchas oposiciones distintas, desde quienes en el Congreso vuelven a hablar de pronunciamiento militar, hasta aquellos que se abren al diálogo y nos han apoyado en muchas iniciativas que hemos impulsado. Hemos tenido fases distintas, creo que la etapa posterior al plebiscito fue muy compleja por una suerte de sobre interpretación de los resultados por parte de la oposición. Pero diría que en el último tiempo eso también ha ido cambiando. Siempre he logrado encontrar interlocutores que estén dispuestos a escuchar y buscar soluciones a los problemas.

–¿Cómo afecta este tipo de confrontaciones a parte de su trabajo, que es hacer de Chile un país atractivo para invertir? Tenemos el caso de Perú, por ejemplo, con una pelea entre poderes del Estado. ¿Le preocupa que pueda pasar eso acá?

Hay quienes dicen que en Perú hay mucha inestabilidad política, pero la economía es sólida. La verdad es que en el último tiempo, desde la crisis del COVID-19 en adelante, Perú también ha tenido bastantes dificultades y hoy en día hay preocupación por el impacto económico que pueda tener la continuidad de este escenario tan inestable. En Chile uno ve que si bien hay mayor dispersión política que en el pasado, no alcanza los niveles que se han generado en Perú. Al mismo tiempo hay un respeto por las instituciones que es mucho más fuerte y también el marco institucional es distinto. Perú trató de incorporar elementos de régimen parlamentario dentro de su sistema político, lo cual ha sido bien complejo al combinarse con un sistema político disperso. Le ha dado mucha inestabilidad a los gabinetes, por ejemplo, con cambios muy frecuentes, y también ha estado el cambio de Presidente que es muy distinto a lo que ocurre en Chile. Acá tuvimos una crisis muy seria, con el estallido social y luego la crisis del COVID-19, sin embargo hubo una convicción respecto de que el Presidente tenía que cumplir con su mandato. Los escenarios de suma cero en política y en economía no le hacen bien al país.

–Pero hay un problema, el ejemplo más patente es lo que sucede con la elección de Fiscal Nacional. El mismo Presidente habló de un “gallito” con el gobierno, ¿está de acuerdo?

Sí. No he estado involucrado en la designación de Fiscal Nacional, pero es evidente que dado el alto quórum que requiere la ratificación por el Senado y los distintos candidatos ha sido difícil lograr un acuerdo en torno a un nombre. En general la oposición ha votado en contra de los candidatos del Presidente, es difícil entender qué es lo que se está esperando, porque ya han pasado dos candidatos y lo que no hay que olvidar es que está en juego la institución del Ministerio Público, una institución muy importante para el sistema de administración de justicia.

–Y en el ámbito económico para dar certidumbre desde el sistema de justicia.

Por supuesto, sabemos que la seguridad jurídica no depende sólo de la voluntad que uno tenga de cumplir la ley, sino también de que las instituciones que resguardan o que administran la justicia funcionen bien. En nuestro caso, en la discusión del presupuesto para 2023 se acordó que, una vez que estuviera elegido el nuevo Fiscal Nacional, se desarrollaría un trabajo para generar un proyecto de fortalecimiento de la institución, aumentando la dotación de fiscales, creando nuevas fiscalías, haciéndose cargo de temas ligados al funcionamiento del Ministerio Público. Pero ese trabajo no ha podido empezar, porque todavía no tenemos nuevo fiscal, entonces ese tipo de cosas van demorando avances que deberíamos estar teniendo. Al otro lado tenemos un fenómeno delictual que no espera a que el Estado resuelva sus problemas.

[caption id="attachment_801688" align="alignnone" width="900"] Mario Marcel / FOTO: Iván Briceño.[/caption]

“Los temas económicos no eran centrales en la propuesta constitucional”

–¿Cómo fue entrar a la política más dura? Tener que ir a negociar al Congreso y tratar de llegar a acuerdos con la oposición.

Un cambio importante. En el Banco Central, en el último año que estuve, fuimos 35 veces al Congreso, pero esa cifra probablemente aquí en el ministerio la concrete en un mes. Ahora, para mí no es algo incómodo, al contrario, es algo que considero que es parte importante del trabajo. Junté bastante experiencia en los tiempos en que estuve en la Dirección de Presupuestos. Hoy existe mucha más dispersión política, entonces ya no basta con conversar con una bancada, hay que hacerlo con cada uno de los parlamentarios y parlamentarias. Para mí, por ejemplo, es muy importante cuando hacemos compromisos, cumplirlos, al igual que conversar con franqueza. Acá lo más complejo es cuando se ocultan las cosas, porque si se le engaña o se le oculta algo a algún parlamentario, al poco tiempo se va a volver a encontrar en el mismo proyecto, o en otro, y va a pagar costos muy altos. Cultivar esa confianza es un capital muy valioso.

–¿Cuál ha sido el momento más complejo como ministro?

Todo el período previo al plebiscito fue bien complicado. En el debate en torno al plebiscito se buscó involucrar muchos temas económicos. Sigo pensando que los temas económicos no eran centrales en la propuesta constitucional, no se estaban proponiendo muchos cambios de fondo. Pero la dinámica de las campañas es así. Fue una campaña que tensionó mucho el país y también a la economía, inevitablemente. Pasado el plebiscito, esa situación se ha aplacado bastante y hemos visto una reducción de la incertidumbre muy importante en el país. En los últimos dos meses, en particular, hemos vuelto a los niveles de incertidumbre previos a la pandemia. Todavía nos queda un terreno por recuperar, porque en Chile la incertidumbre aumentó mucho a partir de fines del 2019, como producto del estallido social.

–Cuando el Presidente lo anunció como ministro de Hacienda, se apuntó a su llegada como una forma de dar tranquilidad a ciertos sectores, sobre todo al empresariado. ¿Lo considera así? ¿Se sintió como una moneda de cambio?

No sé si una moneda de cambio. Una cosa es lo que se interpreta cuando se hace un nombramiento y otra lo que ocurre cuando uno ya está en el cargo y ejerce sus funciones. He considerado el dar confianza como un objetivo importante de mi trabajo. Ahora, para que uno pueda dar confianza tiene que recibir confianza y en este caso la confianza parte por la que entrega el propio Presidente de la República, no solo cuando nombra a sus ministros, sino que en términos del diálogo y el trabajo interno. En eso he tenido mucho apoyo del Presidente Boric, estoy muy agradecido. Por el mismo hecho de participar en el Comité Político uno está metido dentro del corazón del gobierno y también tiene una mayor capacidad para integrar las preocupaciones de orden político con las de orden económico.

–Pero se apuntó a su nombramiento como una señal de moderación del gobierno.

Si uno se guía por las palabras del Presidente, creo que el mandatario valora mucho la responsabilidad fiscal y la estabilidad económica. El Presidente es muy estudioso de la historia política y creo que tiene una convicción muy profunda de que no se puede construir o no se pueden generar reformas a partir de una economía frágil o de finanzas públicas débiles. Si uno quiere hacer cambios de una orientación progresista y si va a descansar en el Estado para determinadas funciones, tiene que tener un Estado competente y bien administrado, con finanzas sólidas. Si no, todo el castillo, toda la arquitectura, tiene una base demasiado débil.

–¿Cuál es el principal logro del gobierno este año?

Diría que el principal logro es un cambio importante en las prioridades en materia de política pública. Este es un gobierno que partió en una coyuntura muy difícil, con sobrecalentamiento de la economía y de muchas necesidades y demandas ciudadanas, muchas expectativas respecto de lo que se iba a lograr. Es un gobierno que podría haber perdido la brújula en resolver temas coyunturales, pero avanzamos en presentar la reforma tributaria y la reforma previsional, que son reformas estructurales importantes que sientan las bases para lo que se puede hacer en el futuro.

–Se habla mucho de las “dos almas” del gobierno. Usted que está en el “corazón” de la administración, ¿lo considera así?

Evidentemente hay dos coaliciones que tienen historias distintas, pero desde el cónclave en Cerro Castillo creo que han cambiado bastante las cosas. En el trabajo que nos toca hacer he sentido tanto apoyo desde el mundo de Apruebo Dignidad como el que siento de parte de Socialismo Democrático.

–¿En qué cree que el gobierno estuvo al debe este primer año?

Creo que el comienzo del gobierno fue complejo, por el hecho de ser un gobierno que tenía poca experiencia en el trabajo en el Poder Ejecutivo. Quizás en los primeros meses nos faltó un plan más focalizado en lograr ciertos resultados, dar ciertos pasos iniciales. Pero afortunadamente ese camino se fue enrielando con bastante rapidez.

“Si en algún momento se habló de sequía legislativa, por lo menos en el plano económico no la hay”

–Recientemente anunció que en Mayo se despachará la reforma tributaria, antes había dicho en Marzo. ¿Qué pasa ahí? ¿Cuál es el principal obstáculo en las negociaciones?

Si bien el proyecto en este momento tiene suma urgencia, toda la última etapa del año es muy complicada. Cualquier proyecto en materia económica se encuentra con que las comisiones de Hacienda tienen que dedicar parte importante de su tiempo a revisar el presupuesto y el reajuste al sector público. Viendo el avance que tenemos, parece claro que en el caso de la Cámara terminaríamos la discusión durante enero.

–¿Cómo proyecta el avance del impuesto patrimonial? Es una materia que tiene harta resistencia, desde la oposición y desde el mundo empresarial.

Es un impuesto difícil. Se aplica sobre un stock, en lugar de un flujo, y sobre un stock que no siempre es fácil de medir. Ha habido experiencias en otros países, y también en Chile, que no son muy alentadoras. Nosotros tomamos en cuenta esas experiencias al momento de diseñar la propuesta. Por ejemplo, un problema que ha tenido el impuesto al patrimonio en otros países es que ha tenido una cobertura muy amplia de contribuyentes, en el nuestro caso es un impuesto que está mucho más concentrado en los contribuyentes de altos ingresos. Por otro lado, normalmente se generan dificultades para la recaudación cuando hay muchas exenciones o cuando hay muchos créditos contra el impuesto, lo que induce a que las personas cambien la composición de su patrimonio en favor de los activos que no están gravados, o que contraigan deudas con el propósito de reducir su carga tributaria. Aquí diseñamos algo relativamente simple, con normas simples de valoración.

Hemos introducido indicaciones que van en la dirección de limitar la acumulación de carga tributaria por parte de los contribuyentes, porque el impuesto patrimonial en el fondo está gravando activos que en su proceso de generación también pagaron impuesto, o está gravando a contribuyentes que al mismo tiempo están pagando impuestos por una serie de otras operaciones relacionadas. Eso llevó a incorporar un límite global a la carga tributaria, para asegurar que no haya una carga desproporcionada sobre algún contribuyente que distorsione demasiado el sistema.

¿Qué opina del fenómeno de personas de alto patrimonio que se están adelantando a la reforma reestructurando sus activos? Se han visto muchas donaciones de padres a hijos, por ejemplo.

Son acciones que tratan de anticiparse a la aplicación de un impuesto, pero, cuando esas acciones se hacen sobre la base de algo que no está todavía aprobado, siempre corren el riesgo de pagar más impuestos de lo necesario. Las donaciones entre familiares actualmente pagan impuestos y hemos visto un aumento de la recaudación proveniente de ese tributo. Es difícil saber si las personas que están haciendo este tipo de operaciones están haciendo el análisis de cuánto impuesto más están pagando por efectuar una donación, versus lo que tendrían que pagar simplemente cumpliendo con el impuesto en el momento en que esté legislado.

–Pero, al parecer lo que están recomendando los estudios jurídicos es eso, donar ahora.

Los estudios jurídicos desarrollan una actividad comercial como cualquier otra, pero creo que lo más lo más sabio en este momento es esperar a ver cómo avanza la discusión de los proyectos, antes de tomar decisiones apresuradas. En Chile hemos tenido casos de gente que, por ejemplo, abrió cuentas en dólares cuando el dólar estaba a más de 1.000 pesos y esa gente ha perdido plata. Pretendió prevenir algún riesgo, pero terminó asumiendo un costo mucho mayor.

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–Sostuvo que la recaudación de Royalty Minero iba a destinarse principalmente a fortalecer la base productiva del país. Esa base productiva, ¿va a estar igualmente ligada a la minería? ¿Qué otro sector productivo está buscando fortalecer el gobierno?

El grueso de la recaudación del royalty minero va a ir en primer lugar a las regiones con comunas mineras, luego al resto del país y a las comunas que son más dependientes del Fondo Común Municipal. Se va a fortalecer la descentralización y los planes de desarrollo que haya a nivel regional. Por otro lado, va a financiar investigación, desarrollo e innovación, donde el gobierno tiene una meta bien ambiciosa, que es llegar a que el país le dedique un 1% del PIB a esta materia. Hoy día estamos más o menos en un tercio de esa cifra, así que estamos hablando de triplicar la inversión. También, es muy importante el sector de la energía por el cambio en la matriz energética y el desarrollo de la industria del hidrógeno verde. Además, se contempla que se dediquen recursos al apoyo a la competitividad de pequeñas y medianas empresas. La ambición del gobierno en materia de diversificación de la base productiva es amplia.

–Hace pocos días el recién asumido presidente de la CPC, Ricardo Mewes, dijo que la reforma tributaria que “traerá consigo nuevos costos para el emprendedor y el debilitamiento de la ya alicaída, inversión producto de nuevos tributos”. ¿Qué le podría responder?

He conversado bastante con Ricardo, por lo tanto no es necesario que le responda a través de la prensa. Hemos tenido una preocupación por la inversión y como producto de esto introdujimos indicaciones a la reforma, como la depreciación semi instantánea, o un fondo de créditos tributarios para proyectos con un alto efecto multiplicador en la economía o con un impacto positivo sobre el medio ambiente. En el caso del royalty minero, se incluyó la depreciación como parte del cálculo del margen minero. Hemos ingresado una serie de ajustes que van en la dirección de fortalecer los incentivos a la inversión, generar más incentivos a las mejoras de productividad y a la inversión en investigación, desarrollo e innovación. Cuando tengamos un texto aprobado por la Cámara de Diputados vamos a ver un proyecto bastante distinto de aquel que ingresó.

–¿Cómo han sido las conversaciones con Juan Sutil sobre la reforma tributaria? Le pregunto porque Mewes dijo que Sutil seguiría a cargo de las conversaciones en esta materia, a pesar de dejar la presidencia.

Se han ido planteando temas que se pueden ir mejorando en la reforma tributaria. Algunos se incorporaron, otros se podrán incorporar más adelante, pero yo diría que ha sido un trabajo bastante productivo. Me alegro de que la CPC haya buscado una fórmula para darle continuidad al diálogo.

–Hacienda pospuso el ingreso del proyecto de impuestos correctivos, o impuestos verdes. En su momento se explicó que había una alta carga legislativa, pero también hubo voces que hablaron de un factor político, que los impuestos correctivos podrían causar mucho ruido en gremios como el de los camioneros, por ejemplo. ¿Hubo una decisión política respecto a este tema?

No, es una decisión más bien basada en el realismo. Tenemos a nuestros equipos tributarios concentrados en los proyectos que ya se están discutiendo, simplemente no alcanzamos a tener un proyecto de ley terminado para fines de este año. Además, quisimos agregarle más trabajo prelegislativo, convocando a distintos sectores a participar en la discusión del tema. Tuvimos que tomarnos un poco más de tiempo, pero en virtud de tener mejores proyectos y, por lo demás, aun cuando lo hubiéramos redactado tendría haber esperado que terminara la tramitación del proyecto anterior.

–¿Hay congestión en el Congreso?

Hay congestión y sobre todo en las comisiones de Hacienda. En este momento tenemos 11 proyectos en tramitación. Tenemos que ser capaces de avanzar en lo que ya se está tramitando, mientras se preparan nuevas iniciativas. Si en algún momento se habló de sequía legislativa, por lo menos en el plano económico no la hay.

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