Acuerdo con olor a mixta: Seis cupos del nuevo órgano alejan posiciones
“Hoy día, a la hora que sea, vamos a salir con un acuerdo”, dijo el diputado, y uno de los principales negociadores de RN, Diego Schalper.
Las palabras del diputado se dieron a eso de las 17 horas, en medio de un receso de la extenuante reunión que sostuvieron por más de 12 horas los representantes de las distintas fuerzas políticas para arribar a un acuerdo para continuar con el proceso constituyente.
Sin embargo, a última hora, todo se cayó.
Con las bases zanjadas y la inclusión de expertos acordada, lo único que faltaba por definir era el mecanismo, punto especialmente difícil de destrabar debido a la última postura adoptada por Chile Vamos de instalar un órgano mixto.
Hasta antes del inicio de esta última tanda de negociaciones, para el oficialismo era impensable ceder en cuanto a la composición del órgano constituyente. De hecho, el Presidente Gabriel Boric ya había dado su posición, la institución redactora de la nueva Constitución debía ser escogida democráticamente.
Incluso, durante el lunes el jefe de Estado insto a los partidos a que “lleguen pronto” a un acuerdo, en lo posible “esta semana”.
Pero las aspiraciones del mandatario se vieron frustradas por la inamovible posición de la oposición que marcó como línea roja que el sistema debía ser sí o sí con la participación vinculante de los expertos.
Fue así que con el correr de las horas se llegó a un mecanismo que suscitó consenso en las diversas fuerzas políticas: órgano con 70 integrantes escogidos vía elección directa y 36 expertos designados por el Congreso.
Cómo se cocinó el “casi” acuerdo
Raúl Soto, diputado PPD y una de las voces fuertes en las negociaciones, dio las primeras luces sobre la apertura de los conglomerados oficialistas a esta posibilidad. “Todo indica que caminamos hacía un órgano mixto, con una proporción mayoritaria de personas electas”, declaró el expresidente de la Cámara.
En ese contexto comenzó la medición de fuerzas. Ya que la oposición planteó en un inicio un órgano compuesto 50-50, los partidos de gobierno dieron como salida una proporción de 80 miembros escogidos democráticamente y 20 designados.
Cerca de las 20 horas, sin su característica bufanda amarilla, llegó a las negociaciones Cristián Warnken, presidente del “partido en formación” Amarillos por Chile. También hizo su aparición la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, para reforzar y defender la posición de Socialismo Democrático.
Warnken llegó con una propuesta que puso feliz a Chile Vamos. Órgano compuesto por una proporción 55-45. Pero el mezquino ofrecimiento del amarillo fue rápidamente desechado por los partidos oficialistas que consideraron la propuesta de insuficiente.
En ese escenario, llegó la propuesta que estuvo más cerca de suscitar consenso. El diputado y presidente de la DC, Alberto Undurraga, alzó su mano para pedir la palabra y planteó que la institución redactora fuera conformada por 70 personas electas, 36 expertos designados, más escaños reservados proporcionales a la votación de la población indígena.
Pese a no convencer en primera instancia, negociadores de oposición y oficialismo tantearon la posibilidad, que con las horas se posicionó como una opción real.
El factor Ibáñez-Boric
Todo hacía parecer que la opción daría frutos, pero ya pasadas las 22 horas surgió el último obstáculo para llegar al ansiado acuerdo.
Uno de los más reticentes a ceder a esta composición fue Diego Ibáñez, diputado y presidente de Convergencia Social, partido al que pertenece Boric.
Los días pasados fue el mismo Ibáñez el que iba personalmente a La Moneda a informarle al Presidente el estado de las negociaciones y esta jornada no fue la excepción. El joven líder de Convergencia se vio recurrentemente con el teléfono pegado a la oreja reportando cómo avanzaba la negociación, posiblemente al mismo Boric.
Ibáñez resultó ser quien le puso la cuota de duda al consenso, lo que finalmente terminó por sepultar las aspiraciones de llegar a acuerdo la noche de este martes.
Según comentaron fuentes a El Desconcierto, el líder de Convergencia hizo una contrapropuesta, la que consistía en 75 miembros electos (70% del órgano) y 32 personeros designados.
No obstante, Chile Vamos le tomó el gusto a la propuesta de Undurraga y se posicionó en los 70 electos (66% del órgano) y 36 expertos designados.
Pese a esto, hay otros puntos en los que se debe llegar a consenso y que por la dificultad de zanjar el mecanismo no se han abordado. Dichos puntos hacen referencia a las fechas de elecciones, nombre del órgano (tema especialmente sensible para la derecha) y la participación de los pueblos indígenas.
Con todo, cerca de la medianoche, quizás por convicción o cansancio, Socialismo Democrático comenzó a ver con buenos ojos el 70/36, lo que terminó por descolgar a RD de la posición de Convergencia y arrimarse a la “fórmula Undurraga”, la que también es apoyada por Amarillos, Demócratas, DC y Chile Vamos.
De acuerdo a negociadores consultados, la postura del oficialismo —sin considerar a Convergencia— terminó considerando una composición de 70 electos y 30 expertos.
En resumen, seis cupos imposibilitaron el acuerdo en materia de mecanismo.
Este escenario terminó por enredar la posición de los partidos de gobierno que reconocieron en la mesa no tener los votos para ordenar la coalición, por lo que no hay claridad en qué propuesta apoyar.
La última declaración de Ibáñez
Ya con los ánimos tensos al interior de la coalición oficialista, Ibáñez salió a dar las últimas declaraciones, confirmando que no se alcanzó un consenso y que las negociaciones continuarán mañana a partir de las 14 horas.
“La derecha debe a abrirse a más escaños democráticos”, comenzó diciendo Ibáñez visiblemente agotado, acotando que su partido sigue empujando la opción de un órgano 100% electo.
Ante las acusaciones de la derecha que sindicó al líder de Convergencia como “el intransigente” que obstaculizó el acuerdo, Ibáñez replicó: “Aquí hay una alianza de gobierno que ha propuesto un mecanismo 100% electo, con expertos que puedan votar pero que los pueda elegir la gente”.
Consultado por las conversaciones con Boric, Ibáñez evitó confirmarlo argumentando que “son conversaciones privadas” y sobre los números que se manejan para la conformación del órgano, dijo que “si me pongo a hablar de números después de 12 horas, voy a torpedear cualquier acuerdo”.