Calificando el actual estado de la economía chilena como el pago “del precio de la fiesta” tras las entregas de ayudas estatales y los retiros de las AFP durante los momentos más crudos de la pandemia, el académico y economista Joseph Ramos estuvo esta semana en el programa Manos Libres en colaboración con El Desconcierto para analizar las consecuencias que los chilenos deberemos afrontar en materia económica en los próximos meses.

En primer término, el especialista apuntó a los orígenes de la crisis inflacionaria. “Estábamos acostumbrados a una baja inflación, en torno al 3%, pero este año explotó por dos razones: una, el propio Mario Marcel cuando era presidente del Banco Central dijo que los apoyos fiscales, los IFE, ya en sí, más que compensaban toda la pérdida de ingresos que la gente tuvo durante la pandemia por no trabajar o trabajar menos. Y a eso se sumaron más de 50 mil millones de dólares en retiros de los fondos de pensiones. Entonces, él abogaba por no hacer esos retiros porque iba a ser inflacionario, y ahí lo tenemos. Tuvimos una fiesta el año pasado, la economía creció en un 10%, pero ahora estamos pagando el precio de esa fiesta”.

“La segunda causa fue inesperada: la invasión rusa a Ucrania, que ha tenido como consecuencia una fuerte alza en los combustibles y también en los alimentos, ya que Ucrania y Rusia son productores, algo que ha afectado la oferta. De esta manera, el Banco Central ha venido elevando las tasas de interés para que la gente gaste menos, pero lamentablemente eso no tiene solo el efecto de bajar la inflación -cosa que ya lo está haciendo, estamos en un peak de 14 puntos, va a ser 12 y se proyecta hacia abajo- sino que también tiende a frenar a algunos sectores”.

En este contexto, proyecta que “el 2023 la producción en lugar de crecer, va a caer en un 1%. Ahora, esa no es una cifra para tirarse por la ventana, uno quisiera que creciéramos alrededor de un 3%, pero tampoco es una caída muy grande. Si se cumple eso, yo diría que no estamos tan mal”.

[caption id="attachment_795792" align="alignnone" width="900"] El ministro Mario Marcel durante una sesión de la Cámara de Diputados. Foto: Agencia UNO[/caption]

Las fiestas de fin de año

En este marco, Joseph Ramos apuntó al comportamiento financiero y de consumo que las familias chilenas debieran tener en cuenta para las fiestas de fin de año en comparación con el 2022 y para los próximos meses.

“Las ventas del año pasado fueron muy elevadas, y en ese sentido, yo presumo que ahora, con el encarecimiento del crédito y las noticias respecto a que el año próximo se viene difícil, la gente va a ser más cauta en sus gastos. Los niños me imagino que van a recibir sus regalos, pero espero que los adultos hagan amigo secreto y si hay regalos, ojalá que sea algo útil y necesario para no, simplemente, botar la plata”, reflexiona.

“Acá, efectivamente, hay mucha miopía, pero mi consejo principal se refiere al aspecto laboral: no es un momento para cambiarse de empleo, a no ser que estés muy fastidiado con tu jefe. Cuida tu empleo por los próximos seis u ocho meses hasta que el Banco Central empiece a aflojar y a bajar las tasas de interés. Ahora, las dueñas de casa no necesitan consejos, porque ellas sí se ajustan naturalmente, son las que van de carne a pollo o de bife a carne molida (dependiendo del momento), compran lo que está en estación, ellas no compran las frutillas cuando recién aparecen, sino que esperan a cuando estén en su apogeo y los precios son más razonables. Son definitivamente las mejores ministras de Hacienda”.

Evaluación del gobierno y la Reforma Tributaria

Consultado por las medidas económicas y el manejo que ha tenido la actual administración, contemplando la Reforma Tributaria, el académico de la Universidad de Chile dijo ver positivamente una moderación en el gasto fiscal.

“Este año 2022 el ministro (Mario Marcel) y el Presidente han sido cautos en el sentido de no ejecutar más IFE, han resistido esa presión. Vale decir, la responsabilidad fiscal hasta el momento la ha cumplido. Ahora, la Reforma Tributaria tiene que ver con crecimiento e inversión de futuro, es perpendicular al tema de la inflación, y por supuesto, una reforma de este tipo, aunque fuera hecha por dios mismo, siempre genera problemas e incertidumbre. Vale decir, cuánto va a ser, qué impuestos específicos van a subir. Y en este sentido, hay angustia en algunos y críticas en otros, porque uno de los problemas de una Reforma Tributaria es que uno quisiera que lo que cayera fuera el consumo de la gente adinerada, pero si lo que cae es la inversión (de ese segmento), eso tiene consecuencias negativas para un país”.

“Entonces, esa es una parte de la discusión que se debe tener en cuenta, cómo los instrumentos van a minimizar los efectos negativos (sobre la inversión) -prosigue. Sin ir más allá, para muchos analistas hay espacio para subir el royalty, pero si se sube mucho es pan para hoy y hambre para mañana porque se frena la inversión en la minería, por ejemplo, pues se va a otros países, entonces, es delicado ese ámbito, y lo mismo se puede decir con otros tributos. O sea, si los tributos hacen que la gente viaje menos a Europa o tenga menos yates y menos casas de campo, fantástico. Pero, si ello significa que invierten menos, eso representa menos crecimiento y empleo”.

La viabilidad de una cooperación público-privada

[caption id="attachment_795790" align="alignnone" width="900"] El Presidente de la República, Gabriel Boric Font, conversa con el presidente de la CPC, Juan Sutil. Foto: Agencia UNO[/caption]

En cuanto a la posibilidad de revivir lo que en el pasado reciente se conoció como la colaboración público-privada, a modo de herramienta pertinente para incentivar la inversión, el economista adjudicó a la actitud del gobierno la viabilidad de dicha relación.

“Llamemos las cosas por su nombre: este gobierno fue muy crítico de todos los gobiernos de la Concertación. O sea, Gabriel Boric, Nicolás Grau (ministro de Economía) fueron muy críticos de lo que se hizo e indirectamente del sector privado. En este tiempo ha empezado a cambiar ese discurso, pero, efectivamente, si uno tiene una actitud de sospecha hacia el empresariado, es no alienta la inversión. En cambio, si uno trabaja con ellos, consulta, toma en cuenta, no necesariamente hacer todo lo que los empresarios quieran, pero sí hay una actitud de que, para que Chile avance, tiene que haber, por ejemplo, menos trámites, de que las regulaciones sean más sensatas y no simplemente burocráticas, eso puede ser positivo”.

Al concluir, Ramos plantea que “yo creo que el gobierno empezó en campaña con una actitud muy negativa, lo que obviamente, asustó al inversionista privado. Pero el Ejecutivo ha hecho un giro, va en esa dirección (de acercarse al mundo empresarial), pero le queda. En todo caso, el trabajar juntos en el modo público-privado y la cooperación en general, funciona mucho mejor que el conflicto”.

• El programa “Manos Libres” en colaboración con El Desconcierto se transmite semanalmente en nuestro canal de YouTube.

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