Los Fabulosos Cadillacs en Chile siempre dejan claro que “la vida es para vivirla mejor”
Con una tardanza de aproximadamente 40 minutos, Los Fabulosos Cadillacs comenzó a dar cátedra en un Movistar Arena acondicionado para mostrar un show en 360 grados para toda la fiel fanaticada que colmó cada rincón del recinto. Desde poleras con las insignias de la banda hasta camisetas de la selección argentina se hicieron notar y adornaron un show que fue cargado al baile y los grandes éxitos.
El primer balbuceo de lo que sería una noche bailable y valga el juego de palabras, inolvidable, la darían con Cadillacs para luego posicionar el primer hit de la noche con "Manuel Santillan, el León" del disco El León de 1992, con el cual hicieron pararse a todo el coliseo santiaguino de sus butacas y hacerlos cantar y, por supuesto, bailar con una de las canciones más políticas de los trasandinos.
Los liderados por Vicentico y Don Flavio hicieron de las suyas en el escenario en cada canción, mostrándose bien enérgicos y con mucha interacción hacia las personas que tienen a los originarios de Buenos Aires como uno de los mayores referentes de la música latina.
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"Tomaste el vaso aquel / aquel que no debes tomar / Saliste a caminar y decidiste irla a buscar", cantó Vicentico y la gente comenzó a bailar y cantar otra de las más famosas canciones de la agrupación como es "Demasiada Presión" de la placa "Volumen 5" de 1990.
Las primeras filas desaparecieron por varios pasajes, debido a la intensidad del show y por supuesto de lo bailable que fue. Muchos desconocidos bailaron entre ellos y disfrutaron en demasía de las canciones que han sido himnos en toda Latinoamérica.
Los venidos desde las tierras de Lionel Messi, fueron acompañados con un buen juego de luces y la acústica fue bien armonizada a través de los coros de las miles de personas que repletaron el recinto ubicado en Avenida Tuper.
"Las tumbas son para los muertos / Las flores para sentirse bien / La vida es para gozarla / La vida es para vivirla mejor", se escuchó fuerte y claro en todo el coliseo cuando los Cadillacs interpretaron “Calaveras y Diablitos”, hit que fue, en su momento, postulado por la gente para los MTV Music Awards.
Una de las canciones más esperadas de la velada fue “Matador”. Sí, la misma canción que adornó varias notas periodísticas a fines de los 90’ y principios del 2000 dedicadas al “11” de la selección chilena y la Universidad de Chile como fue Marcelo Salas. Por lejos, una de las composiciones más emblemáticas de la banda y que la gente “vaciló”, grabó y disfrutó para cerrar una de las noches más bailables de los creadores de “Vasos Vacíos” y que a su haber ya ostentan más de 15 discos de estudios.
Los Fabulosos Cadillacs se han posicionado tanto como por sus discos, postura política, estilos y, por supuesto, por su influencia como una de las mejores bandas latinoamericanas de la historia. En un show que deslumbró a los miles de fanáticas y fanáticos que disfrutaron de esta noche, la sensación fue la misma en todos los que se retiraron a eso de la medianoche: “¡qué gran show, carajo!”.