El Gato Andino, nativo de nuestro país y otros países andinos, es el felino más amenazado de América, encontrándose en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Pertenece al género Leopardus del cual son parte varias especies de pequeños felinos americanos cuyos pelajes se asimilan al hermoso Leopardo, por lo que son llamados leopardillos.

Bellos y elusivos, son muy difíciles de observar, de hecho, pocos de quienes los estudian han tenido la fortuna de verlos, aprendiendo poco a poco de esta especie con el uso de cámaras trampa que los fotografían al detectar movimiento, estudios de ADN y radio collares.

[Te puede interesar] Se comienza a reconocer el hábitat del gato andino en la evaluación ambiental de proyectos

Según la Alianza Gato Andino (AGA), este felino y su presa principal, la Vizcacha (Lagidium spp.), habitan la montaña en parches rocosos dispersos cercanos al agua, un hábitat naturalmente fragmentados y frágil, donde incluso intervenciones ambientales menores pueden tener un gran impacto en sus poblaciones. Particularmente al considerar que, aunque el gato andino es pequeño, la superficie que necesita para subsistir es grande, más similar a la de un puma que a la de un gato doméstico.

Su reducido número se encuentra en Perú, Bolivia, Argentina y Chile, estimándose su población total en alrededor de 1400 individuos, estando posiblemente cerca de un tercio de ellos en nuestro país. Visto en Farellones, Cerro Provincia, Parque Mahuida, Quebrada de Macúl, Cascada de las Animas, Valle de las Arenas y Sierra de Ramón, recientes registros fotográficos vuelven a confirmar la presencia del esquivo felino en la cordillera de Santiago, esta vez específicamente en el Alfalfal en el Cajón del Maipo.

Territorio importante a relevar puesto que denota ser área de reproducción de la especie y es exactamente ahí donde se sitúa el proyecto “Planta Paneles de Yeso y Ampliación Cantera Rubí” de la minera multinacional Knauf. Empresa que se encuentra haciendo un fuerte lobby político, puesto que la evaluación ambiental de su proyecto tuvo un término anticipado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). La razón de ello fue el precario estudio de impacto ambiental (EIA) presentado por la empresa, que carece de información esencial que permita evaluar la idoneidad de las medidas de compensación, además de la deficiente información de riqueza y abundancia de especies, que desconoce la presencia de gato andino, entre otras causas.

[Te puede interesar] Cochamó a la venta: Piden US$ 150 millones por cerca del 30% de la comuna

Rodrigo Villalobos, experto en el poco conocido felino, comentó en los medios que este tipo de omisiones no son poco frecuentes, puesto que los estudios que realizan las empresas son de corto plazo y no están diseñados para detectar especies de comportamiento críptico y de baja cantidad de individuos. Situación de la que el SEA no se está haciendo cargo aun.

En este escenario, la campaña ciudadana Queremos Parque, surge como una excelente alternativa a la minería en la cordillera de la región metropolitana, región donde solo el 1,24% de su superficie está protegida. Esta campaña, busca la protección de las 142.000 hectáreas de tierra fiscal que se encuentra en los valles, cumbres y glaciares de río Colorado y río Olivares, en el Cajón del Maipo, cuyo acceso está precisamente en el Alfalfal.

En este territorio, con participación de la ciudadanía y una adecuada zonificación, es factible la creación de una gran área protegida para la conservación del gato andino junto a otras importantes especies y el disfrute de todos los habitantes del país. La importancia de este sector se acrecienta al colindar con los Santuarios de la Naturaleza Lagunillas y Yerba Loca, así como con el Parque Provincial Tupungato en Argentina, que colinda a su vez con el Parque Andino Juncal en la región de Valparaíso, generando la oportunidad de crear un gran corredor biológico biregional y binacional para la protección de este bello felino.

La falta de preocupación del SEA y de empresas mineras en todo Chile por la conservación del amenazado gato andino, parece ser una constante. Recientemente, a inicios de noviembre de este año, Compañía Vizcachitas con su proyecto “Sondajes Mineros de Prefactibilidad Las Tejas”, que ejecuta en la comuna de Putaendo, Región de Valparaíso, incumplió con la medida cautelar asociada a la protección del huidizo felino, ordenada por el Segundo Tribunal Ambiental, tras cinco reclamaciones presentadas contra el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), asociadas a la aprobación ambiental del proyecto minero. ¿Dejaremos que los servicios públicos y empresas extingan a este carismático gatito nativo de nuestro país?

¡Queremos la protección del gato andino y su hábitat, Queremos Parque!