Un nuevo ajuste en la tasa de política monetaria decidió el consejo del Banco Central aumentándola en  50 puntos base, hasta 11,25%.

Si bien el incremento se ajusta a las expectativas del mercado, la clave en el comunicado del instituto emisor está en las proyecciones a futuro, dado que el consejo remarcó que “estima que la TPM ha llegado al nivel máximo del ciclo iniciado en julio de 2021 y que se mantendrá en este valor por el tiempo necesario para asegurar la convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política de dos años”.

“Los riesgos del escenario macroeconómico son elevados y sus implicancias de corto y mediano plazo deben ser evaluadas cuidadosamente”, indica el comunicado del instituto emisor.

Cabe recordar que en septiembre el ente emisor anunció un alza de 100 puntos base en la tasa de interés, llegando hasta 10,75 por ciento, su mayor nivel en 24 años. Ahora, académicos, consultores y ejecutivos financieros preveían un aumento de 50 puntos base, llegando así a los 11,25 por ciento. Aunque otros, como el  Grupo de Política Monetaria (GPM), recomendaban aplicar un aumento de 75 puntos base para situarla en un nivel de 11,50%.

Débiles indicadores

En la reunión de este miércoles, donde se acordó el ajuste por unanimidad, los miembros del consejo pusieron el foco en que “las perspectivas de crecimiento mundial y las condiciones financieras internacionales se han deteriorado”. “La inflación mundial ha seguido dando señales de mayor persistencia, los bancos centrales han continuado elevando sus tasas de referencia y las expectativas de mercado apuntan a un prolongado ajuste monetario en las economías desarrolladas. Los mercados financieros globales mantienen elevados niveles de volatilidad”, añade.

Al hacer un análisis del escenario interno, el BC señala que “el mercado financiero nacional se ha acoplado a las tendencias globales recientes”. Es así como menciona que “el comercio, la industria y la construcción presentan caídas relevantes en sus niveles de actividad” y el consumo privado “ha seguido disminuyendo”.

Los datos ligados a la inversión continúan “débiles”, y en el mercado laboral, “sigue observándose un estancamiento de la creación de empleo y la disminución de las vacantes” y “la variación anual de los salarios reales continúa en valores negativos”, señala el BC.

“Los índices de confianza de consumidores y de empresas permanecen en la zona de pesimismo, si bien exhiben algún repunte en lo más reciente”, añade.

En materia inflacionaria, precisa que “en septiembre, la inflación total llegó a 13,7% anual, disminuyendo levemente respecto del registro de agosto. La inflación subyacente, en cambio, aumentó hasta 11,1% anual. Respecto del IPoM, la inflación acumulada en los últimos dos meses ha sido superior a lo previsto, principalmente por el mayor aumento de los precios de algunos alimentos. Las expectativas de inflación a dos años plazo continúan por sobre 3%”.

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