El pasado viernes la ministra Carolina Tohá viajó por primera vez a La Araucanía desde que asumió en Interior. Una pequeña visita sin inconvenientes que, quiéralo o no el Ejecutivo, propició las comparaciones, marcando una diferencia diametral con lo que fue la balacera que vivió su predecesora, Izkia Siches, el 15 de marzo en Temucuicui.

De hecho, tras su retorno a Santiago, la titular de Interior también deslizó esta idea en entrevista con Cooperativa. “Uno trabaja con comunidades donde hay desconfianza, donde ha habido víctimas de distintos lados y hay heridas. Hay que hacer un trabajo distinto, que en el fondo es de acercamiento, no de decir, ‘ya, ahora vamos para allá y al que no le guste se aguanta’, porque eso genera un nuevo problema”, dijo Tohá.

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Por su parte, la semana de su colega de la Segpres, la ministra Ana Lya Uriarte, también ha sido bastante ajetreada. Sólo en las últimas 24 horas ha tenido que salir a defender la presidencia de la Cámara de Karol Cariola, confirmar la suma urgencia para el proyecto de voto obligatorio y también la iniciativa que busca destituir a parlamentarios que agredan a sus pares, inspirada por el violento episodio del diputado Gonzalo de la Carrera.

Si bien aún no ha habido mucho contraste público entre la abogada del PS y Giorgio Jackson, diversas voces al interior del Congreso aseguran que la llegada de Uriarte ha tenido una muy buena acogida, en un período legislativo que podría significar el éxito o el fracaso del Gobierno de Boric con las dos reformas estructurales que se discutirán: tributaria y pensiones.

A un mes del cambio de gabinete, que ocurrió tras la derrota política del oficialismo en el Plebiscito, El Desconcierto conversa con tres analistas que evalúan el desempeño de los primeros 30 días de las ministras, que llegaron como refuerzo desde el Socialismo Democrático para aportar la experiencia que al Comité Político le faltó en sus primeros meses de gobierno.

Carolina Tohá: Jefa de gabinete lejos del instagovernment

[caption id="attachment_779945" align="alignnone" width="900"] Carolina Tohá. Foto: Agencia UNO[/caption]

Tomás Duval Varas, Magíster en Ciencia Política y académico de la Universidad Autónoma, plantea que Carolina Tohá “ha ido lentamente empoderándose en el cargo, y dando un giro con respecto a la exministra Siches. Ha abordado no sólo los problemas políticos, sino también problemas de seguridad que asustaban al país”.

Con esto concuerda su colega, Mauricio Morales Quiroga, Doctor en Ciencia Política y académico de la Universidad de Talca, quien señala que la militante del PPD ha marcado importantes diferencias con su predecesora, posicionándose como una “real jefa de gabinete”.

“Por una parte, ha fortalecido los equipos en materia de seguridad pública, compartiendo con Manuel Monsalve ese rol, pero siempre ella como protagonista. Por otro lado, ha ido ordenando a la coalición de gobierno en términos políticos, restando presencia a Camila Vallejo pero actuando como la líder dentro del gabinete. Con Siches la situación era muy distinta, Monsalve parecía más un ministro de Interior, y Vallejo la jefa política de la coalición. En consecuencia, Tohá se empoderó del cargo y, poco a poco, ha contribuido a formar una especie de pegamento entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático”, afirma el cientista político.

En tanto, la integrante de la Red de Politólogas y estudiante de doctorado de la University College London, Javiera Arce Riffo, piensa que Carolina Tohá “lo ha hecho fantástico” en su primer mes a cargo de Interior. “Es una buena ministra, ha sido sobria en su actuar, maneja los temas y, sobre todo, no está en esta cosa como del instagovernment y millennial tan desagradable que tenían sus predecesores. Lo mismo Ana Lya Uriarte. Están trabajando harto y le han hecho bien al Gobierno”.

Los desafíos de Uriarte

[caption id="attachment_779947" align="alignnone" width="900"] Ana Lya Uriarte. Foto: Agencia UNO[/caption]

En cuanto a la titular de Segpres, Morales destaca que Ana Lya Uriarte “ha tenido un proceso de consolidación menos visible por las características del ministerio que encabeza. Su gran ventaja es que, a diferencia de Jackson, goza del respeto y el respaldo no sólo de su coalición, sino que también de la oposición”.

Además, recalca el rol de la socialista en las conversaciones para darle continuidad al proceso constituyente. “Uriarte entendió rápidamente que el Gobierno no podía ser el protagonista del nuevo proceso, sino que un actor más dentro de las negociaciones. En la práctica, el Gobierno se ha transformado más en un facilitador que en un actor de veto para llegar a un gran acuerdo nacional”.

Mientras, Duval explica que la ministra “tuvo una acogida muy especial por parte del parlamento, y eso sin duda puede facilitar su acción. Está estableciendo una relación fluida, no sólo con ambas Cámaras, sino también con los partidos políticos. Vamos a ver de aquí en adelante, porque es ahora cuando tiene que empezar a actuar respecto a los proyectos que tenga el Gobierno”.

La reforma tributaria, la reducción de la jornada laboral a 40 horas, y la reforma al sistema de pensiones, son las vallas que Uriarte deberá sortear en los próximos meses, y del éxito de estos proyectos dependerá también su evaluación, concuerdan los tres especialistas. Incluso, Arce añade una preocupación más en la agenda de la secretaria de Estado. “Está enfrentada ahora con temas que complican, sobre todo en el alineamiento de las bancadas con temas polémicos como el TPP-11. Ahí va a tener un gallito importante”, concluye la politóloga.

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El giro a la centro izquierda

Cuando ocurrió el cambio de gabinete, se comentaba que Boric estaba buscando virar hacia el mundo de la social democracia y el centro político luego del triunfo del Rechazo en el Plebiscito del 4 de septiembre, de ahí los nombramientos casi inmediatos de emblemáticas figuras de este sector en dos de sus carteras más importantes.

Tomás Duval matiza este cambio de perfil del Ejecutivo, apuntando a que “aún es muy pronto para decir si el Gobierno ha tenido un giro a la centro izquierda, o si es más bien una suerte de guiño, pero me parece que las ministras intentan dar ese sentido político”. Sin embargo, acota que “a un mes de su llegada sí se nota un cambio, vamos a ver si eso tiene o no incidencia en la acción del Ejecutivo”.

En contraste, Mauricio Morales es tajante en aclarar que sí se evidencia un gran cambio con la llegada de Tohá, Uriarte y los demás refuerzos ministeriales. “Este es otro gabinete. Es una especie de segundo gobierno para el Presidente Boric. Escogió las mejores cartas disponibles y, si bien no se vislumbran cambios favorables en la aprobación presidencial, tampoco se advierten retrocesos significativos. Mientras el Gobierno se mueva entre el 35% y el 40%, creo que puede respirar tranquilo, pues son cifras que deben entenderse en el contexto de una crisis política, económica y de orden público inédita”.

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