En votación dividida, Banco Central sube tasa a 10,75% para tratar de controlar inflación
Sorprendiendo al mercado y en votación dividida, el Consejo del Banco Central acordó incrementar la tasa de interés de política monetaria en 100 puntos base, hasta 10,75%.
La decisión fue adoptada en su Reunión de Política Monetaria mensual, con los votos de la presidenta Rossana Costa y los consejeros Alberto Naudon y Luis Felpe Céspedes. En tanto, la consejera Stephany Griffith-Jones votó por aumentarla en 75 puntos base y el vicepresidente Pablo García se pronunció por subirla en 125 puntos base.
“Con esta decisión, la TPM se ubica en torno al nivel máximo que considera el escenario central del IPoM de septiembre. Los próximos movimientos de la tasa dependerán de la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia de la inflación a la meta”, señala el comunicado del BC, respecto al indicador que se sitúa en su nivel más alto desde que se registra de forma nominal, en 2001.
De acuerdo con el instituto emisor, “el Consejo permanecerá especialmente atento a los riesgos al alza para la inflación, tanto por el elevado nivel que ésta ha alcanzado como por el hecho de que las expectativas de inflación a dos años plazo siguen por sobre 3%”.
En su análisis, el ente emisor señala que “las perspectivas de crecimiento global se han deteriorado, en medio de condiciones que se mantienen desfavorables especialmente para las economías emergentes”.
Igualmente recuerda que “desde el anuncio de intervención del Banco Central las tensiones en el mercado cambiario han disminuido (…) El crédito continúa con un débil dinamismo, en un contexto en que bancos y empresas consideran que las condiciones financieras son restrictivas”.
En el panorama interno, el BC identifica que “la actividad ha seguido su proceso de ajuste tras los fuertes desequilibrios acumulados en 2021” y que “el mercado laboral ha perdido fuerza, observándose una baja creación de empleo y un descenso en las vacantes”.
Asimismo, señala que “la tasa de desempleo no muestra mayores cambios. La variación anual de los salarios reales se mantiene en niveles negativos. Los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas siguen en terreno pesimista”.