¿Promesas rotas? Cooperación, estrategia y dilemas de la derecha
La coalición de derecha Chile Vamos ha propuesto la carta “Una casa para todos” con 10 iniciativas de mantener un proceso de reformas constitucionales en caso de que gane el Rechazo en el plebiscito de septiembre. Dentro de la historia de transformaciones son los partidos de derecha quienes han vetado/modificado reformas sociales, valóricas o económicas desde el regreso de la democracia. Con base en su actuar anterior, surgen las siguientes interrogantes: ¿qué seguridad tiene la ciudadanía de que la derecha ahora sí sea partícipe de los cambios?, ¿existen compromisos creíbles alrededor de estas 10 iniciativas?, ¿cuáles podrían ser los escenarios después del plebiscito?
Para el mundo político y, en particular para este caso, a los partidos de la ex Nueva Mayoría y del Frente Amplio que van desde el centro a la izquierda, la propuesta de Chile Vamos causa desconfianza. Los miembros de estos partidos indican que a lo largo de la historia la derecha no ha cumplido sus compromisos, moviéndose no por los ideales sino por intereses particulares.
Para entender un poco mejor esta interacción entre actores, una aproximación que se puede dar desde la ciencia política proviene de la Teoría de Juegos, que tiene sus bases y aplicación desde la economía. La Teoría de Juegos permite entender a los actores como agentes que buscan maximizar su beneficio. Sin embargo, con el fin de lograr sus objetivos, estos agentes deben intervenir en diferentes escenarios y situaciones donde deciden cooperar o no con base a la información, expectativas e incentivos que tengan. En particular, la cooperación entre partidos para realizar las plausibles reformas estructurales se puede ilustrar con diferentes escenarios que podrían ocurrir luego del plebiscito del 4 de septiembre.
Como antecedentes, nos encontramos con que en el pasado los partidos de derecha sólo cooperaron para hacer las reformas constitucionales en 2005 dado que sus propios intereses estaban en juego; que existen campañas por el Apruebo o el Rechazo al plebiscito en donde diferentes actores se han pronunciado; que los partidos de centro y de izquierda no imaginan creíble la carta “Una casa para todos” con las 10 iniciativas promulgadas desde la derecha; y que, sin embargo, hay expectativas de que la derecha colabore, al menos en algunas, reformas constitucionales considerando que gran mayoría de la ciudadanía se pronunció para cambiar la actual Constitución.
Los posibles escenarios
Los posibles escenarios pueden sugerir una falta total de cooperación de la derecha –DNC: Derecha No Coopera– (donde se espera que mantenga su status quo); una cooperación media –DMC: Derecha Medianamente Coopera– (en donde se pueden negociar ciertos aspectos); y, finalmente, el escenario (tal vez menos plausible) en donde la derecha coopera completamente –DCC: Derecha Coopera Completamente–. Con base en lo anterior, exponemos estos escenarios:
Escenario de No Cooperación (DNC > DMC > DCC)
El supuesto para este escenario indica que el Rechazo es el que triunfa. No importará el margen, sino que los ciudadanos han decido mantenerse con la Constitución actualmente en vigencia –este escenario resulta menos plausible debido a la gran mayoría que votó por cambiarla–. En este escenario, al no cooperar o incumplir sus propuestas de procesos de reformas, actuarían de acuerdo con su propia tradición de comportamiento. También se asumiría que tienen expectativas de la ocurrencia de nuevos estallidos sociales, aunque no con tanto apoyo como el ocurrido en octubre del año 2019 y estarían dispuestos a asumir ese costo. Sin embargo, estos estallidos pueden también constituir una base discursiva que permita fortalecer su posición anti desorden, reforzar su posición con sus electores y criticar el accionar de un gobierno pro Apruebo con miras a las futuras elecciones nacionales indicando que pueden ser los únicos en traer seguridad y orden al país. Siendo un escenario de no cooperación y a largo plazo.
Escenario de Cooperación Media (DMC>DNC>DCC)
Con el supuesto de que el Apruebo triunfa con un margen de diferencia pequeño (menos de 5 puntos porcentuales), la derecha tendría una mayor capacidad de impulsar algunas de las 10 iniciativas propuestas en su carta aduciendo que la ciudadanía, al menos una minoría relativamente importante, no se encuentra de acuerdo con la nueva Constitución. La derecha podría tomar fuerza e impulsar su agenda, respecto al cambio en la forma que ellos ven y entienden los derechos sociales básicos, pero dejando de lado temas como el reconocimiento a los pueblos originarios o medioambiente que han posicionado como los más nocivos para Chile entre sus electores. Por eso, prefieren enfocarse en los puntos más fuertes para ellos, sabiendo que existe una diferencia electoral pequeña.
Escenario de Completa Cooperación (DCC > DMC > DNC)
Por último, en el peor escenario para la derecha en donde el Apruebo triunfa por un gran margen –una distancia de al menos 10 puntos porcentuales–, tendría que cooperar con la implementación de la nueva Constitución sin un margen de maniobra amplio anclándose en su compromiso previo de llevar a cabo las 10 reformas y buscando la forma de implementarlas en el nuevo orden constitucional.
Este escenario para la derecha puede ser beneficioso a mediano plazo con respecto a los partidos del bloque si apoya la decisión de los ciudadanos, bajando la plausibilidad de un nuevo estallido social. Además, podrían llegar a captar a los electores del centro y otros agentes que son parte del Rechazo pero que en su momento fueron adherentes de la Concertación y la Nueva Mayoría y que no son militantes. En este escenario, la derecha buscará siempre llegar a un equilibrio entre las demandas sociales, económicas y estructurales expuestas en la versión final de la nueva Constitución dado que, si no lo hace, puede perder fuerza política.
Concluyendo, alrededor de la coyuntura que vive Chile en el sistema multipartidista (y sobre todo por la alta incertidumbre en el periodo de campañas por el plebiscito de salida), la derecha se enfrenta a un gran dilema en donde la estrategia, la cooperación y los compromisos creíbles son fundamentales para augurar algún tipo de triunfo.
En caso de ganar su preferencia, es decir que el Rechazo prevalezca, a la derecha le conviene cumplir con sus 10 iniciativas de mantener un cambio constitucional y estructural a mediano y largo plazo, aunque ello implique un sacrificio de sus propios intereses a corto plazo, lo que implicaría un cambio en su tradición de ofertas incumplidas. Podría optar por buscar nuevos electores que fueron parte del Rechazo y podría aumentar la confianza en su coalición en la opinión pública. Ahora, si el interés a corto plazo prevalece, la derecha volvería a ser fiel a su tradición de incumplir sus promesas a futuro.
Si, por otra parte, gana el Apruebo, curiosamente, existen mayores oportunidades para la derecha en posicionar reformas a la nueva Constitución y así captar el voto de centro e incluso de la antigua Concertación.
Lo cierto es que, a partir del 4 de septiembre, Chile podrá ser testigo de las promesas que se cumplen, así como de las que se rompen.