Transformación de la cultura organizacional: un cambio por necesidad
Diversidad, equidad e inclusión. Tres palabras que hoy resuenan con fuerza en la cultura organizacional de las empresas en Chile. Pero incorporar y llevar a cabo estos tres conceptos no es tarea fácil, a pesar de los múltiples beneficios que otorga: fomenta la innovación, mejora la productividad y el trabajo en equipo, amplía la creatividad y la mirada que tenemos del mundo, entre otros. ¿Por qué, entonces, aún se trata este tema como algo voluntario y no como una necesidad?
De acuerdo con estudios de McKinsey -y según lo citado en el último estudio Diversidad e Inclusión de Brinca-, en más de 15 países y más de mil grandes compañías, las organizaciones que cuentan con directorios ejecutivos con mayor diversidad cultural, étnica y de género superan económicamente a sus pares menos diversos, y el 81% de los trabajadores ven las iniciativas de diversidad e inclusión como beneficiosas para sus organizaciones. Sin embargo, aún hay brechas en relación a cómo abordar estos temas, donde el liderazgo, la responsabilidad, la igualdad y la apertura llevan la delantera.
Empresas más diversas, colaboradores más felices… siempre y cuando el liderazgo sea el correcto. Hoy el rol de un o una líder es fundamental en materia de inclusión. Porque motivan a incluir, a crear, a escuchar nuevas ideas y abrirse a nuevas innovaciones.
Ahí está, precisamente, uno de los grandes desafíos a nivel organizacional: la transformación cultural de una empresa dejó de ser una opción, ya no es algo voluntario: hay que hacerlo por necesidad. Los números lo dicen: según cita el estudio de Brinca, en la actualidad la tasa de participación laboral de las mujeres en Chile es de 48% frente a un 70% de los hombres. Si hablamos de personas con discapacidad, de las casi 12 mil compañías que deben cumplir con la Ley de Inclusión Laboral (21.015), sólo el 34,3% ha registrado contratos ante la Dirección del Trabajo. Y si hablamos de migrantes, el 8% de la población de nuestro país es extranjera y representa el 11% de la fuerza laboral.
Disminuir o aumentar estas cifras, según sea lo conveniente, es parte de la necesidad -más allá de la voluntad- que tenemos hoy. Como Red de Empresas Inclusivas (ReIN) de Sofofa, la invitación es a fomentar una correcta y eficiente gestión de la diversidad, a través de líderes que se ocupen de encabezar el cambio.
Si hablamos de discapacidad, la Ley de Inclusión Laboral es mucho más que un número. Es una transformación necesaria y drástica, que a ratos da la sensación de que falta tomarla más en serio: al cierre de 2021, la Dirección del Trabajo señalaba que en Chile debería existir un universo de vacantes laborales de personas con discapacidad equivalente a poco más de 55 mil personas. Sin embargo, el mismo estudio señala que a esa fecha sólo existían cerca de 23 mil contratos laborales vigentes de personas con algún tipo de discapacidad.
El trabajo es hoy. La transformación es hoy. La diversidad como activo intangible es hoy. Y en ReIN fomentamos y apoyamos el trabajo en red, el compartir conocimiento y seguir los ejemplos de otras empresas para hacer de Chile, un país inclusivo y diverso, a nivel empresarial y social.