Marcela Sandoval y gestión de Cecilia Morel en Prodemu: “Estaba prohibido hablar de aborto”
La fundación Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu), perteneciente a la Presidencia de la República, se encarga desde 1990 de promover iniciativas para el desarrollo de los grupos femeninos más vulnerables.
Pero desde 2018, cuando la ex primera dama Cecilia Morel volvió a presidir la institución, se ha visto envuelta en denuncias por maltrato laboral y precarización.
Con la llegada de un nuevo gobierno, la exdiputada Marcela Sandoval Osorio (RD) asumió la dirección de Prodemu, bajo la presidencia de Irina Karamanos, donde busca dar una respuesta a los reclamos de las trabajadoras, además de “recuperar” el trabajo con enfoque de género, algo que se habría perdido durante el gobierno de Sebastián Piñera.
En ese sentido, asegura que al llegar a Prodemu recibieron “una institución bien dañada”, en términos del trato a sus funcionarios. En conversación con El Desconcierto, Sandoval también abordó la última polémica en la cual se vio envuelta Karamanos por la denominación de su gabinete, además de los desafíos de asumir una gestión durante un gobierno que dice ser de carácter "feminista".
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-Sobre los avances de la fundación, ¿cuáles son los logros más importantes que han conseguido en estos meses?
En primer lugar, nosotros recibimos una institución bien dañada en cuanto a los trabajadores, entonces nos comprometimos desde el día uno a sentarnos con los sindicatos a trabajar. Una de las cosas que hicimos, que ya está funcionando, fue hacer una mesa de trabajo por buenas prácticas laborales y prevención del acoso laboral y sexual.
Lo otro es que hicimos un diagnóstico de brechas salariales, por temas de desigualdades internas que había. Por ejemplo, las auxiliares de servicio en todo el país no tenían contratos, entonces era la obra de trabajo más precarizada dentro de la institución. Lo que hicimos fue dar una señal; a partir de este mes, ya están todas contratadas. Quisimos partir por regularizar la situación de los trabajadores que están más precarizados, y que les pagaran menos en esta institución. Hemos ido de a poco resolviendo otros temas de brechas salariales entre trabajadores, donde habían demasiadas disparidades. Esas son cuestiones bien concretas con los trabajadores.
-La gestión de Cecilia Morel fue calificada como “uno de los periodos más duros y difíciles” de Prodemu.
El tema de las desvinculaciones en la administración anterior fue, creo, el período más duro. Fueron más de 300 desvinculaciones en los cuatro años, y eso evidentemente generó una fractura muy profunda en toda la institución, porque se desvinculó a trabajadoras que eran históricas, entonces obviamente eso dañó a los equipos bastante. Uno entiende que con cada cambio de administración pueden haber cargos de confianza, o cargos más estratégicos que se cambian, pero en este caso fue una política generalizada.
Además, unas de las cuestiones que tuvimos que heredar es que había denuncias laborales que hemos debido enfrentar. Hay temas que nos han mencionado los sindicatos como el tipo de relacionamiento que había. A este piso de la dirección nacional no venían ni los sindicatos ni los trabajadores a reunirse. Habían medidas de prohibición de comunicación entre distintas áreas, en las regiones con el nivel central prácticamente no había comunicación, era una política más centralizada en como se trabajaba.
-¿Cómo se ha reconfigurado la agenda de la institución entre ambas gestiones?
En estos meses tratamos de recuperar algo que igual era histórico en Prodemu, que era trabajar con enfoque de género. Aunque pueda parecer de todo sentido común, había temas que acá no se abordaban. Por ejemplo, estaba prohibido hablar de aborto y de derechos sexuales y reproductivos. Para nosotros es tan importante hablar de derechos humanos y de las mujeres, que de hecho impulsamos una alianza con el Mineduc, y estamos trabajando en jornadas informativas sobre educación no sexista.
Si bien no podemos salir a hacer campaña y todo por el proceso constituyente, sí podemos informar, y en eso estamos trabajando en alianza con la plataforma Nada Sin Nosotras. Obviamente ahí nos enfocamos en los derechos de las mujeres, en los derechos sexuales y reproductivos, y para nosotros es de todo sentido entrar en esos debates, porque nos parece que es el piso mínimo.
También estamos en proceso de una norma que es de Sernameg, la 3262 de conciliación laboral y equidad de género, que nos permite, entre otras cosas, que las trabajadoras y los trabajadores tengamos un mismo lenguaje en el sentido de capacitarnos en temas de género, en tener lenguaje inclusivo en nuestros materiales, en tener lenguaje no sexista en los convenios con nuestras instituciones, y establecer criterios en ese sentido.
-También dieron a conocer a las directoras regionales de Prodemu, que por primera vez son elegidas por concurso y no designadas, ¿qué motiva esta decisión?
Varias cosas. Una, generar promoción interna, pues nos parecía que había que hacer un reconocimiento a las trayectorias, y también era una buena manera de sanar el daño que se había hecho a las trabajadoras y los trabajadores de la administración anterior. Cada cuatro años no solo cambia la administración central, sino que también se cambia a nivel de regiones, y lo que pasa muchas veces es que las regiones se convierten en botines políticos de los partidos, y eso no necesariamente le da garantías de estándares altos a las personas que llegan a esos cargos, o tampoco da garantías de un proceso institucional más sólido.
Nos parecía que era una señal arriesgada, porque tuvimos muchas presiones de distintos partidos y personeros respecto a eso, porque no es algo habitual, en general lo que se hace es nombrar, y nos parecía que había que hacer el intento de buscar.
La polémica Karamanos
-La presidenta de la fundación, Irina Karamanos, se ha visto envuelta en algunas polémicas. La última fue por el cambio de nombre del cargo, que después fue rectificado. ¿De qué forma se enfrentan a las críticas que ha recibido?
La verdad es que el vínculo que tenemos con Irina es bien estrecho. Ella participa activamente de nuestro directorio, lo preside y siempre, desde el día uno, nos ha transmitido el feminismo en contexto. En el fondo, cómo Prodemu se hace cargo del feminismo situado, que entendamos que tenemos que trabajar con la diversidad de mujeres. De hecho, nosotros cambiamos nuestro propósito institucional e incorporamos varias de las cosas que ella ha intencionado, que tiene que ver con un enfoque interseccional, con la pertinencia territorial, con hablarle y trabajar a la diversidad de mujeres.
En ese sentido, claramente sus visiones han sido bien incidentes en las directrices institucionales que llevo adelante.
-¿Crees que se tomó el camino correcto para cambiar el cargo de primera dama, o habría que hacer una autocrítica?
Yo me quedaría con que hoy día es una Coordinación Sociocultural, que efectivamente es el propósito, y creo que en los hechos también lo está haciendo. A Irina se le ha visto públicamente llevando adelante temas que tienen que ver con cultura, lengua, está liderando una mesa de trabajo en temas de disidencias sexogenéricas, y creo que tiene mucho sentido que se llame Coordinación Sociocultural, puesto que la mayoría de las fundaciones que están al alero de Presidencia son fundaciones que tienen, en el caso de Prodemu, temas de género. En el caso de Integra, educación y cuidado. Pero hay varios que tienen propósitos culturales: las orquestas juveniles, el MIM, Artesanía Chile, entonces tiene pleno sentido que se llame Coordinación Sociocultural porque ella, en los hechos, genera articulación, esta coordinación, y es un puente entre las distintas fundaciones.
[caption id="attachment_752731" align="aligncenter" width="585"] La nueva directora de la institución acompañada por Irina Karamanos. Fuente: https://www.prodemu.cl/[/caption]
-¿Cuáles crees que serán los mayores desafíos para cumplir con las definiciones de ser un “gobierno feminista”?
Pese a que somos fundación privada, estamos muy alineados con la gestión pública, porque le respondemos en muchas cosas al Servicio Nacional de la Mujer. La mayoría de nuestro quehacer está enfocado en nuestro convenio con ellos, entonces la gobernanza feminista a nosotros nos viene muy bien como marco de trabajo.
Estamos trabajando en esta norma de conciliación laboral y equidad de género, eso quiere decir que las capacitaciones, que la reestructuración de la institución, que las regiones, los equipos territoriales, todos lo miremos con ese foco.
También hay temas de la gobernanza feminista que nos interesa intencionar en esta gestión, que ya estamos viendo, en nuestros talleres y jornadas educativas que tiene que ver con mujer y empleo. Sabemos que la crisis económica y la pandemia impactó más fuertemente a las mujeres, entonces hemos presentado algunas iniciativas. Por ejemplo, el miércoles nos aprobaron un proyecto para trabajar con mujeres de comunas rurales de toda la Región Metropolitana, que viene a generar fomento y habilitación laboral de oficios no feminizados, y eso es un foco.
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Otro foco es involucrarnos en temas de emergencia climática en sectores que han sido arrasados por la sequía, donde las mujeres se ven más afectadas porque no hay posibilidad de trabajo, y tienen que generar reconversión laboral, y para eso tenemos un convenio con Indap, que es nuestro programa histórico de mujeres rurales, y ahí tenemos como foco ir avanzando hacia la innovación y la reconversión laboral en ese contexto de ruralidad y emergencia climática.
También tenemos otros temas relacionados con la gobernanza feminista que tienen que ver con cómo entendemos la prevención del acoso y de las situaciones de violencia en el mundo del trabajo, nos parece que no podemos ir a hacer talleres y hablar de este tema si no lo tenemos instalado en la propia casa. Por eso estamos trabajando con los sindicatos en generar un diagnóstico en estos temas, pero también llegar a tener un protocolo y proceso pedagógico que instale en todos los trabajadores conciencia de cómo se dan las situaciones de acoso laboral y acoso sexual, para que las podamos prevenir.
-Están impulsando talleres de educación no sexista, ¿qué buscan conseguir esos talleres?
Esta alianza con el Mineduc es porque nosotros hacemos educación no formal, entramos a un espacio educativo que puede vincular a la Junta de Vecinos, o a un Centro de Padres, o a la familia en definitiva. Partimos con estas jornadas en la comuna de San Miguel donde juntamos a un grupo de mujeres mayores, que han sido participantes históricas de Prodemu, con estudiantes de enseñanza media, y provocamos un diálogo intergeneracional.
Buscamos instalar ciertos debates y temas respecto a una educación que sea mucho más inclusiva, generar respeto con las disidencias, entender que cuando hablamos de derechos sexuales y reproductivos tenemos que partir desde muy pequeños entendiendo el respeto por los cuerpos, por las diversidades, y sentimos que todo eso puede contribuir a una mejor convivencia escolar, una mejor convivencia de las familias, entender que son diversas.
Prodemu tiene una gran virtud, ha hecho históricamente educación popular, por lo tanto nuestra llegada no es academicista, es muy desde la realidad y desde que estos temas pueden ser una conversación abierta, evidentemente en un marco teórico general que nos permita abordarlos con rigurosidad y respeto.