¿Una Constitución sin preámbulo? El complejo escenario que se puede abrir en la Convención
Llegó el “Día D” para el Preámbulo de la propuesta de nueva Constitución. El pleno discutirá el texto consensuado por la comisión ad hoc este jueves 23 de junio, para ello se destinarán dos horas y cada convencional podrá intervenir una vez con dos minutos a su disposición.
La propuesta de introducción deberá ser aprobada por 2/3 de los convencionales en el pleno, según determinó la mesa directiva de la Convención Constitucional. Es decir, deberá contar con 103 votos a favor.
Los colectivos llevan varias semanas negociando el respaldo al texto. Sin embargo, el panorama es complejo porque, si la propuesta es rechazada, no podrá volver a la comisión para ser reformada. Es decir, no será parte de la nueva Constitución, porque la instancia ya finalizó sus sesiones de trabajo.
Pese a ello, los representantes aún tienen una última alternativa: pedir que la propuesta se vote párrafo por párrafo.
Sin embargo, pese a estas gestiones, según pudo indagar El Desconcierto aún no existe certeza si habrá preámbulo o no en el nuevo texto constitucional.
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Las dudas sobre el preámbulo
Las conversaciones sobre el preámbulo sembraron la incertidumbre en el Frente Amplio. En diálogo con El Desconcierto, el convencional Fernando Atria asegura que "el preámbulo no es el preámbulo que yo hubiera escrito. Pero bueno, eso es natural dentro de una Convención que tiene que decidir colectivamente".
Su opinión dista del optimismo que irradia su compañero de colectivo y miembro de la comisión, Jorge Baradit. Para el autor de la saga Historia secreta de Chile, la propuesta no es neutra y se originó de un acuerdo entre casi todas las agrupaciones de la Convención.
"Es algo transversal considerando que todos teníamos un preámbulo en la cabeza y este es un producto colectivo", sostuvo.
En la derecha también se alzan voces a favor del texto. Raúl Celis (RN) considera que la propuesta es correcta y plasma muy bien todo lo que significó el proceso constituyente. "Lo que entrega el texto es para las futuras generaciones y, en relación a lo venidero", precisa.
Sin embargo, también hay convencionales que plantean que hay elementos que causan suspicacias y escozor en el texto. Tal es el caso de Andrés Cruz (Colectivo Socialista) quien acusa que en la propuesta "se realzó demasiado el octubrismo y se dejó de lado que es un proceso que comienza mucho antes".
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Las propuestas aprobadas y el consenso final
Hasta el pasado 17 de mayo, la Comisión de Preámbulo recibió 12 propuestas. De todas ellas, sus miembros le dieron el visto bueno a cinco, escritas por: Chile Vamos; Pueblo Constituyente; Frente Amplio y Colectivo Socialista; Pueblos Originarios; y Movimientos Sociales Constituyentes.
Las primeras dudas que surgieron fueron acerca del período de tiempo al que debía hacer referencia el texto. Por un lado, hubo propuestas que hicieron referencia a la independencia de Chile en 1810. Por otro, se enfatizaba el estallido social como origen al proceso constituyente.
También se plantearon reparos respecto a la extensión de la introducción, ya que hubo propuestas que incluso superaban las dos páginas.
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Sin embargo, la Comisión logró llegar a un consenso y despachó a la secretaría técnica una propuesta, la cual resulta de una fusión de los cinco textos aprobados. El resultado fue aprobado por todos los colectivos (salvo la UDI).
Estos son sus cuatro párrafos:
Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático.
Considerando los dolores del pasado y tras un estallido social, enfrentamos las injusticias y demandas históricas con la fuerza de la juventud, para asumir esta vía institucional a través de una Convención Constitucional ampliamente representativa.
Con ello, hemos decidido mirar hacia el futuro con esperanza y cambiar nuestro destino sin importar el origen, condición o creencias de cada cual; para construir una sociedad justa, consciente de su relación indisoluble con la naturaleza amenazada por la crisis climática, que promueva una cultura de paz y diálogo, con un compromiso profundo por los Derechos Humanos, la justicia, igualdad y libertad.
De esta manera, en ejercicio del poder constituyente, adoptamos la siguiente Constitución Política de la República de Chile.