Masivas protestas en Ecuador: Comunidad indígena exige congelamiento de precios
El gobierno de Ecuador advirtió este lunes de un aumento en el número de manifestantes en la protesta indígena indefinida que arrancó esta semana, aunque evaluó como mínima la paralización que ha afectado a varias provincias.
Indígenas, campesinos, estudiantes y otros grupos sociales participaron en esta primera jornada de una protesta que exige la congelación de los precios de las gasolinas y políticas contra el encarecimiento de los precios de los productos en los mercados de víveres, entre otros.
En una evaluación vespertina de la jornada, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, aseguró en rueda de prensa que hay "un ligero incremento en el número de manifestantes" respecto a la mañana, aunque remarcó que la participación es "sustancialmente menor" a la que había previsto el Ejecutivo.
Según Jiménez, el gobierno temía que se generaran acciones fuertes en nueve provincias y remarcó que sólo en tres se han detectado "un poco más de perturbaciones".
Asimismo, descartó que las manifestaciones hayan provocado la paralización de las actividades petroleras, pese a que en redes sociales se advertía de la ocupación de manifestantes en varias instalaciones de extracción de crudo en la Amazonía.
En general, el ministro dijo que se detectaron "grupos focalizados (de manifestantes) actuando de manera independiente y sin un direccionamiento muy claro" durante la jornada.
Con ello, restó validez a los mensajes emitidos por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que convocó a la protesta, de que esta primera jornada de movilizaciones había logrado hacerse sentir en más de una docena de provincias y que otros sectores se irían sumando en el transcurso de las horas.
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Invitación al diálogo
Finalmente, Jiménez dijo que las puertas del diálogo estaban abiertas en el gobierno y que se dieron algunos "acercamientos esporádicos" con dirigentes, aunque sin resultados.
De su lado, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, advirtió de un eventual incremento en el nivel de violencia en la protesta por el supuesto "secuestro" de policías en la comunidad indígena de Saraguro, en el sur del país, aunque los campesinos aclararon que se trató de una "retención" para someter a los agentes a un acto de "purificación", un ritual ancestral en la zona.
"Es un tema condenable" si se trata de un "secuestro", dijo Carrillo al mencionar que en la provincia de Cotopaxi, en el centro andino del país, los manifestantes habrían tratado de intimidar a trabajadores de empresas agrícolas para que se sumaran por la fuerza a la protesta.
El ministro descartó que haya habido un nivel alto de represión, como han denunciado manifestantes, y remarcó que se mantenían varias vías cerradas en provincias como Imbabura y Pichincha, cuya capital es Quito.
Pozos petroleros intactos
Por su parte, el ministro de Defensa, Luis Lara, coincidió en descartar la ocupación de instalaciones petroleras por parte de los manifestantes.
Calificó como "falso" que indígenas se hayan tomado pozos de extracción de crudo en la localidad Joya de los Sachas y en el denominado "Bloque 16", ambos en la Amazonía.
En este último, dijo Lara, lo que sucedió es que se "apagó una bomba de impulso de presión", que aparentemente afectó a la actividad en esa unidad.
La petrolera Petrolia dijo en un comunicado que sus instalaciones en el Bloque 16 habían sido ocupadas de forma pacífica por los manifestantes, y que por precaución había apagado una bomba de presión.
"No tenemos ninguna afectación al personal, a las instalaciones y tampoco pérdidas en la producción", agregó Petrolia.
De su lado, la ministra de Educación, María Brown, ratificó que no se suspenderán las clases y que se activarán las virtuales en caso de que los estudiantes no puedan llegar a sus unidades escolares a causa de las manifestaciones.