La comuna de Quintero nuevamente sufrió una emergencia, la segunda de la semana, que implicó que estudiantes del Colegio Santa Filomena acusaran fuertes síntomas de intoxicación, debiendo ser trasladados a un recinto asistencial.

Son cerca de 30 las personas que tuvieron que ser evacuadas, al sufrir dolores de cabeza, náuseas y picazón de ojos y garganta, por un fuerte olor que comenzó a percibirse la mañana de este miércoles.

Bomberos acudió al lugar para certificar los niveles de azufre, en lo que sería la segunda emergencia de este tipo en menos de 72 horas.

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Esto, porque el pasado lunes, un centenar de personas resultó con síntomas de intoxicación, al elevarse alarmantemente los niveles de azufre en el aire. Codelco Ventanas fue apuntada como la culpable de este episodio.

“No puede ser posible que hoy día tengamos que seguir lamentando situaciones de esta
naturaleza. Hay una molestia que es legítima en la comunidad: se cierran los colegios, pero no las empresas”, denunció el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca a comienzos de semana, cuando se constató la primera emergencia en la zona.

Adicionalmente, pidió a la empresa sindicada como responsable de estos hechos, que se constituya en el lugar para abordar este complejo y delicado tema. «Hablé con el director ejecutivo, Máximo Pacheco, y le pedí que asumiera su responsabilidad, que viniera al territorio y va venir el día jueves», dijo el lunes, confirmando la cita con el ejecutivo para mañana después de mediodía.

La envergadura de situación que afectó a Quintero el lunes, movilizó además a la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien ese día se pronunció al respecto, anunciando medidas.

"La instrucción que dimos desde el ministerio es que para este invierno, donde contamos con un número limitado de herramientas, se aplique al máximo el principio preventivo”, sostuvo la secretaria de Estado a comienzos de semana.

Alcalde pide parar industria tras intoxicación masiva

Por su parte, el alcalde de Puchuncaví, Marco Morales, pidió este martes detener la actividad industrial cuando se multiplique la contaminación.

Los niveles de dióxido de azufre en la zona de Quintero-Puchuncaví, que organizaciones como Greenpeace denominan "el Chernobil chileno", registraron una nueva este lunes un alza que los quintuplicó, afectando a unas 100 personas, la mitad de ellas escolares.

En este contexto, Morales denunció que pese a este nuevo alza en la contaminación y su impacto en la población, el gobierno permite a las industrias continuar con su actividad y no las obliga a reducir y parar la producción para salvar vidas humanas.

"¿Debo como alcalde seguir suspendiendo las actividades físicas de niños y niñas para que el cordón industrial, a pesar de tener un peak de contaminación siga funcionando? Yo creo que eso no es justo", sostuvo.

Además aseguró que la norma ambiental "es cómoda" y favorece a la industria, ya que las mediciones de gases contaminantes son promediadas y eso permite que los peaks -más frecuentes de lo que parece- queden enmascarados.

Morales apuntó a los gestores de la industria, a los que acusó de mentir y maniobrar para no reducir las emisiones, y propuso tres ejes de acción concretos e inmediatos.

Para el jefe comunal es necesario "aplicar por 48 horas la paralización de los procesos productivos del cordón industrial cuando ocurre un peak de contaminación" y "cambiar la normativa existente, puesto que no pueden seguir midiendo solamente tres elementos; dióxido de azufre, óxido de nitrógeno y los materiales particulados MP10, porque eso significa que quedan otras 14 empresas del cordón industrial sin medición alguna", explicó.

Y agregó que, además, se requiere un mecanismo que permita a las autoridades anticiparse y evitar que siga el deterioro de esta área, que en 1958 el gobierno decidió transformar en un polo industrial que hoy alberga cuatro termoeléctricas a carbón y refinerías de crudo y cobre, relegando la agricultura y la pesca tradicional.

Medio siglo después, los cerca de 50.000 habitantes de Quintero-Puchuncaví respiran a diario gases que emiten 16 industrias, que además vierten residuos que envenenan tanto la bahía como al Océano Pacífico.

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