Bachelet condena ataque de policía israelí en funeral de periodista Shireen Abu Akleh
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, calificó de “estremecedores” los ataques de la policía israelí a los asistentes al funeral de la asesinada periodista palestina Shireen Abu Akleh este viernes, y exigió que estos hechos sean investigados con transparencia.
“El uso de la fuerza por parte de las fuerzas israelíes, que fue filmado y emitido en directo, probablemente fue innecesario, y debe ser investigado de forma pronta y transparente”, señaló Bachelet en un comunicado.
Las primeras informaciones apuntan a que hubo al menos 33 heridos en estos hechos, ocurridos dos días después de que la reportera de Al Yasira fuera asesinada.
La expresidenta chilena reiteró que este asesinato, como otros ocurridos en los territorios palestinos ocupados, debe ser investigado para que sus responsables rindan cuentas.
“En lo que va de año 48 palestinos han sido asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes”, recordó la alta comisionada, indicando que hoy mismo se produjo la última de estas víctimas, el joven Walid al-Sharif, quien no pudo recuperarse de las heridas sufridas en la Explanada de las Mezquitas el pasado 22 de abril.
“Esta cultura de la impunidad debe terminar inmediatamente”, señaló Bachelet.
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El Gobierno de Estados Unidos, la Unión Europea y el Consejo de Seguridad de la ONU también criticaron lo ocurrido en el funeral de la periodista, tras viralizarse las imágenes de agentes israelíes golpeando con bastones a los palestinos que cargaban el ataúd de Abu Akleh, casi haciéndolo caer.
La Policía israelí ofreció diversos argumentos para justificar la violencia de sus fuerzas, primero alegando cantos nacionalistas, incitación a la violencia y el presunto lanzamiento de piedras, y luego afirmando que la intención de sacar el cuerpo de la reportera del hospital en hombros violaría un supuesto acuerdo con su familia.
La reconocida periodista de 51 años, oriunda de Jerusalén, murió el miércoles por un disparo en la cabeza mientras cubría una redada del Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Yenín.