Operación blindaje: Las intervenciones del gobierno ante los titubeos de Izkia Siches

Operación blindaje: Las intervenciones del gobierno ante los titubeos de Izkia Siches

Por: Talía Llanos Chacón | 02.05.2022
El accidentado desempeño de la ministra del Interior, Izkia Siches, sumado a una empecinada oposición que ya ha pedido su renuncia al cargo, ha abierto un flanco en la administración de Gabriel Boric. Una situación que hasta ahora se ha resuelto a partir de un blindaje, limitando sus intervenciones a un segundo plano, e intentando lentamente volver a empoderarla en su cargo.

Desde el Palacio de La Moneda, y a un mes y medio de asumir, el Presidente Gabriel Boric dio por finalizado el periodo de instalación de su gabinete. Todo en medio de una semana marcada por una ambiciosa agenda política, en un complejo escenario internacional, y varios cuestionamientos respecto a un manejo comunicacional deficiente, particularmente ligado al ámbito de la seguridad pública.

Es en este contexto que el  accidentado desempeño de la ministra de Interior y Seguridad Pública, Izkia Siches, ha obligado a varios en el gabinete, incluyendo al mismo presidente, a sortear la coyuntura con algunas intervenciones forzadas. La mayoría en son de respaldo y empoderamiento.

Durante el cuarto Consejo de Gabinete, instancia que se extendió por casi seis horas, se abordó entre las distintas carteras los problemas de inseguridad en el país. Fue el mismo presidente Boric quien instruyó mejorar la interacción de las distintas fuerzas políticas de su gobierno, tal como lo dio a conocer en una rueda de prensa, flanqueado por dos de sus ministras. A su izquierda, se encontraba la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, y a su derecha, la ministra del Interior Izkia Siches, quien se enfrentó a los medios por tercera ocasión en el día.

Y es que ese mismo martes, Siches entregó un claro ultimátum a los camioneros que habían bloqueado el tránsito de las principales rutas de Chile, tan solo un par de horas después de haber hecho un llamado al diálogo al gremio, señalando que las puertas en La Moneda estaban abiertas. Una contorsión extraña que  fue difícil de digerir.

Inexperiencia y personalismo

Desde principios de mes, cuando la secretaria de Estado entregó información errónea a la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputadas y Diputados, la ministra de Interior se ha restado de entregar vocerías en actividades públicas, volviendo paulatinamente ha hacerlo en los últimos días. Así, la primus inter pares de la administración de Gabriel Boric, según la calificó el mismo Presidente aquel agitado  martes, se convirtió nuevamente en objetivo de las críticas de la oposición.

Para el Doctor y magíster en Ciencias de la Comunicación, Marcelo Santos, “Izkia tuvo errores importantes que probablemente son reflejo de la inexperiencia”, hecho que guarda relación con un gobierno “que está compuesto por muchas personas que están por primera vez en sus cargos, circulando dentro del oficialismo”.

De acuerdo con el analista, en estos errores importantes hay un “choque” entre la inexperiencia y la personalidad de Izkia Siches, marcada por un liderazgo fuerte, pero un tanto personalista. Un hecho no menor es que la doctora fue convocada por Boric durante su campaña presidencial, para atraer, con éxito, a los votantes indecisos del norte del país. Su popularidad, que creció los primeros años de la pandemia del COVID-19, se ha visto mermada por una serie de decisiones que la ha llevado a convertirse en el blanco preferido de la oposición.

Al menos, según destaca Santos, hubo “un cambio en su estrategia cuando empezó a ‘pasarle la pelota’ al subsecretario (Manuel Monsalve) con el tema de La Araucanía”, puesto que después del fallido viaje al Wallmapu, el subsecretario del Interior tomó las riendas de las conversaciones en el sur. De igual forma, Monsalve fue encomendado por el gobierno para liderar las negociaciones con los camioneros paralizados.

Y es que a principios de mes, se vio mermada “la confianza del equipo asesor después de lo que sucedió en la Cámara, entonces (Siches) se ‘quemó’ un poco la mano y quedó más cuidadosa”, analiza Marcelo Santos. Luego vinieron otros errores no forzados, particularmente luego que periodistas le solicitaran información por unos saqueos en Talagante. “No fue una buena elección de palabras, ‘no tengo información’ es algo que no se dice, ‘no tenemos una decisión’ quizás era lo más adecuado, o ‘estamos evaluando los hechos’, pero decir ‘no tengo información’ encuadra como si ella no estuviera al par de los hechos, más bien fue un mal manejo comunicacional. Así como lo planteó, quedó con la interpretación de que ella no sabía, no estaba atenta, o no le daba importancia, y ahora toda la oposición tiene mucho material para la imaginación”, señala el académico de la Universidad Diego Portales.

La arremetida de la oposición

En efecto, los jefes de bancada de diputados de Chile Vamos y del Partido Republicano se reunieron esta semana con el fin de analizar la ofensiva en contra de la ministra, que contemplará, primero, formar una comisión investigadora en materia de seguridad para repasar los errores de Izkia Siches. De acuerdo con Claudio Salinas, Magíster en Comunicación Política, “el problema principal de la debilidad aparente que tiene Izkia Siches es que le entrega un leitmotiv a la derecha, la une, pensando que la derecha no tiene ningún proyecto”.

El experto y académico de la Universidad de Chile recuerda las palabras que el excandidato presidencial Sebastián Sichel entregó a Radio ADN, y coincide en que “esta derecha es reactiva y tiene más vínculos con esa derecha de los años 80”. “Es una derecha que no ha tomado nota de los cambios societales de nuestro país, pero con la debilidad de la presidencia le dan un foco, uno de los más relevantes, para una suerte de reorganización de sus huestes, sin proyecto”, explica Salinas.

Para el analista, la ministra del Interior está envuelta en una “situación compleja”, pues “ocupa un lugar central dentro de cualquier diseño de un gabinete, es la que se debe sentar al lado del presidente, es la coordinadora y jefa de los ministros, pero en estos momentos es una suerte de debilidad” para el gobierno de Gabriel Boric.

Dentro del oficialismo, de todas formas, respaldan el actuar de la secretaria de Estado. El diputado independiente de la bancada del Partido Por la Democracia, Jaime Araya, concibe que siendo el paro de los camioneros “un problema muy complejo”, Siches “actuó con claridad y de manera oportuna, y lo más importante es que tomó decisiones que tuvieron efecto en la dinámica del conflicto. Valoro mucho que se haya visto trabajando de manera coordinada con el subsecretario Manuel Monsalve, logrando desactivar a tiempo la paralización”.

Por su parte, Nicolás Ruiz, de la Dirección Nacional de Convergencia Social, también respalda “completamente la actuación del gobierno respecto al manejo del paro con los camioneros. El diálogo no puede darse cuando una de las partes se muestra inflexible y amenaza la cadena de abastecimiento del país, como ocurrió en algunos sectores donde se realizó la paralización. En casos como estos el deber del gobierno es actuar y eso fue lo que la ministra Izkia Siches hizo en el uso de sus potestades”.

Talagante

El martes, al cierre del punto de prensa en donde abordaron la paralización de los transportistas, la expresidenta del Colegio Médico reveló no estar enterada de un problema de seguridad causado por las movilizaciones de los camioneros: el saqueo a un supermercado de Talagante que se registró la noche del lunes. Consultada por T13 respecto a las posibles querellas interpuestas, Izkia Siches dijo no manejar la información sobre el caso. Pese a que se ha sembrado la duda en torno a si se refería a las querellas o al hecho en sí, la incógnita no ha sido aclarada públicamente.

Desde Convergencia, Ruiz asegura que el titular de la noticia “fue sacado completamente de contexto pues ella se refería a la querella, no al desconocimiento de la situación. Nos quedamos con la respuesta del gobierno que ante la gravedad de los hechos conversó con las autoridades pertinentes y decidió querellarse”.

Igualmente, Araya señala que la ministra sí “estaba informada de los hechos sucedidos en Talagante, como corresponde, a lo que se suma, la acertada decisión de deducir las querellas respectivas”. El diputado miembro de la Comisión de Seguridad de la Cámara plantea que fue “una señal correcta, actuar con firmeza frente a los hechos delictivos que pudimos ver, ojalá actúe siempre con la misma determinación”. Sin embargo, la imagen pública de Siches se vio comprometida. “No tener información para un ministro del Interior es un hecho bastante grave, es la persona que más tiene que estar informada”, indica Marcelo Santos. “Sobre todo frente a hechos de seguridad pública”, agrega.

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Según Claudio Salinas, “es complejo que la ministra del Interior aparezca tan débil, porque efectivamente nadie podría pensar que en el Ministerio del Interior haya alguna escaramuza o algún conflicto, es el Ministerio que por defecto va a estar con todos los asuntos de seguridad pública y con conflictos permanentes. Una debilidad pública para temas que son muy complejos no nos permite avizorar un buen término. Pienso que por ahí la ministra Siches es una suerte de flanco de tantos otros que se le abren a la presidencia de Boric”.

La presunta “debilidad” de la expresidenta del Colegio Médico también ha sido notada por la oposición, y no sólo por Republicanos o Chile Vamos. Gaspar Rivas, diputado del Partido De la Gente (PDG) afirma que “el desempeño de la ministra del Interior Izkia Siches deja mucho que desear”, y que después del impasse en la Comisión de Seguridad “no se haya cómoda en su rol de ministra de Interior”.

Siches, quien para el diputado “está siendo blindada y protegida por el resto del gabinete”, especialmente por Camila Vallejo, “no tiene la firmeza y liderazgo que tiene que tener una ministra del Interior, que requiere tener un liderazgo firme, se nota dubitativa, se le nota insegura”, además de “errática” en su accionar frente al paro de camioneros, “porque primero parte con el diálogo, luego sigue con un ultimátum, y finaliza con anuncio de querellas por la Ley de Seguridad Interior del Estado”.

Para Salinas, “con todas estas ambivalencias, que por un lado condena y por el otro llama al diálogo y a la negociación, aparece con una ambigüedad, y eso solventa, refuerza la debilidad que ocupa, debilidad que pareciera ser al interior del gabinete. Hacia afuera, parece el eslabón más débil siendo que debiera ser el más importante, como vicepresidenta del país”.

Blindaje

Frente a la complicada situación de la ministra, enfrentándose a una crítica opinión pública y a una empecinada oposición que ya ha pedido su renuncia al cargo, la administración de Gabriel Boric ha optado por salir a blindar a Siches. Para Araya es “lógico que el Presidente haya explicitado su respaldo a la labor de la ministra del Interior” y “ha logrado reposicionarla en su rol principal”, pero para el analista Salinas fue un error.

“Por mucho que Boric diga ‘apoyo y respaldo’ a Siches, pareciera ser que le coloca un conjunto de chaperones o chaperonas, y en la foto, en lo que miran las personas, aparece en un segundo plano”, concibe el experto. Esto significaría que “en el fondo hay, de alguna manera, una desconfianza de lo que vaya a decir, y cuando uno tiene desconfianza en lo que va a decir, sigue cometiendo errores y no los mejora. El respaldo tendría que ser para empoderar a la ministra que está debilitada, pero no generarle un cordón de apoyo, una suerte de chaperones que mitiguen un poco la debilidad”.

Según Salinas, “falta oficio para responder en un Ministerio que es central”, y también en la administración de Boric. “En general el diseño comunicacional del gobierno está careciendo de oficio. Hay algo muy central, esa idea que en el fondo cualquier decisión que tomen conflictúa con alguno de los sectores, entonces esa ambivalencia, ambigüedad que uno veía en campaña ya no les sirve, tienen que funcionar ya no como oposición, tienen que funcionar como gobierno”.

De todas formas, Marcelo Santos señala que el blindaje “es natural”. “Hay algunas equivocaciones que pueden parecer políticamente graves, pero técnicamente no me parece que hubo una equivocación grave. No hay asidero para sacarla, o para tomar decisiones así de apresuradas”, explica.

En ese sentido, indica que ve “una violencia de la opinión pública hacia el gobierno de Boric que está bastante alimentada por sectores específicos, por los medios, el duopolio tradicional, por los políticos de derecha. Creo que más bien su ofensiva responde a un intento de deslegitimar el plebiscito y la Convención. Si comparamos un error de información, un dicho equivocado, con las cosas por las cuales pasó el gobierno de Piñera, incluso durante el de Bachelet, no hay asidero”.