Ministra Maisa Rojas en el Día de la Tierra: “Si parece que el mundo está difícil ahora, esto solamente va a empeorar”

Ministra Maisa Rojas en el Día de la Tierra: “Si parece que el mundo está difícil ahora, esto solamente va a empeorar”

Por: Talía Llanos Chacón | 22.04.2022
En su primera entrevista en profundidad desde que asumió el cargo, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, repasa cuál será la estrategia de Chile para lograr una transición socioecológica justa.

Construir el primer gobierno ecologista del país es una de las metas del Presidente Gabriel Boric. En medio de un escenario tildado de “catastrófico” por la comunidad científica, con un incremento de 1,1°C en la temperatura de la Tierra, esta determinación se ha convertido en una prioridad para la administración del exdiputado magallánico, quien posicionó a la vanguardia del Ministerio de Medio Ambiente a la experta que lo acompañó durante la campaña de la segunda vuelta presidencial.

Sentada en su oficina y leyendo una serie de documentos, frunciendo levemente el ceño con semblante de concentración, la ministra de Medio Ambiente, y experta en cambio climático, Maisa Rojas, descansa por un minuto en medio de una ajetreada y emotiva jornada, después de la primera Conferencia de las Partes (COP1) del Acuerdo de Escazú en la sede de la Cepal en Santiago. No ha tenido un minuto para descansar, dice, pero este ha sido un buen día.

En su primera entrevista en profundidad desde que asumió el cargo, la climatóloga, física, e investigadora repasa los mayores desafíos para Medio Ambiente, la importancia de firmar y eventualmente adherir al Acuerdo de Escazú, y cuál será la estrategia de Chile para lograr una transición socioecológica justa. Para Maisa Rojas, este proceso debe ser colaborativo y con una alta legitimidad social, “para que después el próximo gobierno, independiente del color político que sea, lo siga trabajando e implementando”, porque “si a uno le parece que el mundo está difícil ahora, esto solamente va a empeorar”.

-¿Cómo se toma la responsabilidad de haber sido elegida para este cargo, considerando el escenario climático actual?

Entiendo que la invitación a ser ministra de Medio Ambiente en este contexto de crisis climática, y también de crisis de biodiversidad en general, de un nivel de degradación ambiental a nivel mundial importante, es porque va a ser central en el trabajo del gobierno enfrentar estas crisis. Entendemos que están intrínsecamente también relacionadas con la capacidad de nuestra sociedad de generar un aumento de bienestar para los chilenos y chilenas. Solamente, si es que logramos enfrentar de manera exitosa estas crisis.

-¿Y cuál es su análisis del primer mes en su cartera?

Estoy contenta. Hoy día en particular muy contenta porque participamos, aunque haya sido de observadores solamente, en la primera COP de Escazú, y habiendo cumplido con una primera promesa que fue la firma del proyecto de adhesión al tratado, que está en el Congreso avanzando en la Comisión de Relaciones Exteriores, pronto debería pasar a la Comisión de Medio Ambiente, y entendemos que hay buen ánimo en el Congreso para aprobarlo, así que con altas expectativas de que efectivamente se apruebe rápidamente. Esa es una muy buena noticia, porque era una cosa que no solo simbólicamente era importante, que tiene que ver también con una línea de trabajo a nivel internacional, que le da coherencia al trabajo que hace el Ministerio y el país, así que muy positiva y entusiasta con esta posición.

El otro tema en el que ha habido avance, que me tiene muy contenta, es que hemos creado un comité interministerial que hemos llamado de transición hídrica justa, que lo coordina el Ministerio de Medio Ambiente, lo cual es bastante novedoso, y con el cual esperamos poder impregnarle una visión distinta a esta crisis que la está viviendo el país, y que la está viviendo hace más de una década, y que solamente se ha profundizado.

-Sobre ese punto, que estuvieron presentes como observadores y anfitriones del primer encuentro de países suscritos a Escazú, ¿cómo vivió la experiencia de estar ahí?

Yo diría que la palabra que lo mejor lo representa es emoción. Claro, hubiese sido más emocionante ser país parte, pero que haya estado el Presidente dando las palabras iniciales en la inauguración es muy significativo. Asumiendo que vamos a tener una tramitación expedita en el Congreso, esto también va a ayudar a mostrar que Chile vuelve a liderarlo, y puede ser un ejemplo, espero yo, para los otros países que todavía están en el proceso de ratificación. De verdad estoy muy contenta.

-El mismo Presidente mencionó el caso de Macarena Valdés, pero como gobierno, más allá de Escazú, ¿habrá algún compromiso para tomar acciones frente a este tipo de casos?

Lo que tiene que hacer Escazú es en lo formal, y en lo formal está el proceso de ratificación, y después todos los países tienen que hacer una evaluación completa de cuáles son sus brechas, justamente en garantizar estos tres derechos de acceso: información, participación y justicia en temas ambientales. Ahí Chile va a poder hacer ese diagnóstico, y poder armar un plan de acción para ponernos al día en ciertos temas que tengamos que ver urgentemente. En el caso de los defensores en temas ambientales, sin duda que va a ser parte de ese plan de implementación, y de hecho ya se está trabajando con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para ver exactamente qué es lo que vamos a implementar.

-Y a futuro, ¿cuáles diría que serán los mayores desafíos para Medio Ambiente?

La visión que nosotros estamos desarrollando para darle contenido a esto de ser el primer gobierno ecologista de Chile, es que en los procesos que tiene que desarrollar el país son de una transición socioecológica justa. Por un lado, cuando hablamos de transición, estamos hablando de que estamos en un cierto estado y queremos llegar a otro. Ese a donde queremos llegar de alguna manera ya está definido; Chile firmó el Acuerdo de París, se comprometió a ser carbono neutral al año 2050, y está a punto de promulgar una ley de Marco de Cambio Climático que nos va a ayudar a esto. Ese es el norte, queremos llegar de un lugar a otro y eso va a requerir una cantidad de transiciones.

Cuando hablamos de enfrentar el cambio climático, en lo formal el Acuerdo de París dice “limitar el calentamiento muy por debajo de los dos grados y proseguir con los esfuerzos para limitarlo a 1,5”. Un objetivo es limitar una temperatura, pero lo que es el desafío es hacernos entender que cuando nosotros nos comprometemos a limitar la temperatura del planeta, al mismo tiempo nos estamos comprometiendo a darle mayor bienestar a nuestra población, a los chilenos y chilenas. A disminuir la vulnerabilidad, a tener ecosistemas saludables, a vivir en una sociedad con justicia y con equidad. Todos esos objetivos son parte de lo mismo, y creo que ese es un desafío, desde Medio Ambiente, que nosotros tenemos que explicarle a la sociedad de que van en conjunto; estos objetivos que son bien técnicos, están asociados con otros objetivos sociales, como de disminución de la pobreza.

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Por un lado, es un desafío poder comunicar que lo que hace el Ministerio de Medio Ambiente no es cuidar el medio ambiente solamente, sino que a través de lograr ese objetivo, vamos a lograr todos nuestros objetivos sociales. Habiendo definido eso, el objetivo es mantenernos en la ruta y tomar las desiciones que nos lleve a ese norte, porque el mundo está lleno de obstáculos y de incertidumbre, pensemos en la pandemia, pensemos en la guerra, que fácilmente a uno lo puede desviar del objetivo final, y uno puede caer en la tentación de decir “hay cosas más urgentes que resolver” y perder esa visión de largo plazo. Esa combinación de entender cómo enfrentamos las urgencias en el corto plazo, que no nos hagan hipotecar la posibilidad de futuro, porque entendemos que si a uno le parece que el mundo está difícil ahora, esto solamente va a empeorar.

-Recientemente se aprobó la ley Marco de Cambio Climático, ¿cómo se implementará?

Va a ser una llave muy importante para lograr esta transición socioecológica. La ley crea el marco jurídico nacional de nuestros compromisos internacionales. Chile, al igual que los casi 200 países miembros de la Convención, tras firmar el Acuerdo de París tiene ciertas obligaciones internacionales, y lo que hace la ley es tener este marco institucional a nivel nacional. Le da obligaciones, responsabilidad y atribuciones a 13 ministerios, además del de Medio Ambiente, así que lo que hace es transversalizar el tema de cambio climático a lo largo y ancho del Estado, y de Chile, porque no son solamente los ministerios, sino que le da obligaciones, responsabilidad y atribuciones a los gobernadores, a los alcaldes, así que transversaliza horizontal y verticalmente en todo el Estado. El desafío es que esto ocurra, y si se hace bien, también va a tener un impacto importante sobre la descentralización.

-Hace un par de semanas lanzaron el Fondo Naturaleza Chile, ¿cuáles son los alcances de la fundación?

Estoy muy contenta con ese trabajo. Es una fundación público-privada que va a permitir apalancar recursos, tanto internacionales como a través de donaciones nacionales, para ayudar a la conservación de la naturaleza. Chile está muy al debe en cuanto a financiamiento tanto estatal como privado de la conservación de la naturaleza, y lo que hace el fondo es permitirle tener una institucionalidad para que los privados puedan hacer su parte también. Es una buena práctica que tienen varios países en la región.

Este fondo es importante y estamos contentos de que exista, pero estamos con una deuda aun más importante y urgente de subsanar, que es que no contamos con el Servicio de Biodiversidad y Áreas protegidas. Esta sí es una deuda del Estado, es la última pieza de la institucionalidad ambiental que nos falta, que cuando se creó el Ministerio de Medio Ambiente era parte de eso y todavía no existe, así que cuando tengamos ese servicio va a poder complementar el trabajo del Fondo Naturaleza. De hecho, es fundamental también para cumplir con nuestros compromisos de cambio climático.

-¿Y se espera tener el Servicio pronto? ¿Están trabajando en levantarlo?

Sí, lleva 11 años en el Congreso, pero tenemos la esperanza de que ahora sí lo logremos rápidamente. Ha tenido una larga discusión, el proyecto se ha mejorado muchísimo, le quedan un par de cositas menores de resolver, de hecho ayer estuve en la Comisión de Agricultura de la Cámara para hablar sobre el proyecto, y yo vi una voluntad de los diputados y diputadas de sacarlo pronto, así que ahí vamos avanzando.

-Usted ha hablado, personalmente, sobre la importancia de descarbonizar la economía, ¿se desarrollarán medidas para este fin desde el Ministerio? De hacerse, ¿cómo cree que reaccionarán desde el empresariado?

Lograr el objetivo del Acuerdo de París significa desfosilizar la economía mundial, dejar de quemar combustibles fósiles, y tenemos que hacerlo al año 2050, eso es lo que implementa la ley. En Chile, casi el 80% de nuestras emisiones vienen del sector energía, que incluye a transportes. Lo que hace la ley, y tenemos una estrategia para eso, es cambiar nuestra matriz energética; define un modelo de desarrollo para los próximos 30 años, porque estamos transitando de una economía donde la energía que usamos viene de quemar combustibles fósiles, hacia una en que vamos a producir energía sin quemar combustibles fósiles, ¿cómo lo hacemos? A través del uso de energía renovable. Esa es una ruta que ya se comenzó a andar, que el sector privado tiene ya incorporado.

Algunos van más rápido que otros, a algunos les va a costar un poco más desfosilizarse, pero es una ruta que está definida, donde hay pasos bien claros que estamos tomando. Estoy segura que el sector privado así lo entiende y lo ve como una oportunidad de innovación y desarrollo de nuevas industrias.

-Tanto desde el Ministerio como desde Transportes han llamado, informalmente, a priorizar el transporte público, encaminarse a dejar los autos particulares de lado, ¿es parte del trabajo interministerial? ¿se vendrá una campaña relacionada?

Sí. Este es un tema bien importante, porque apunta a varios objetivos. Por un lado, como decíamos, tenemos que dejar de quemar combustibles fósiles para enfrentar el cambio climático, y el sector transporte es muy importante. Hay varias maneras de enfrentarlo, una es la electrificación, ya hemos visto que tenemos buses, autos y motos eléctricas, pero recordemos que en el caso de Chile, como en otros países todavía en desarrollo, el parque automotriz está aumentando, no tenemos a todos los chilenos y chilenas con auto, esto es distinto a la situación en países desarrollados donde el parque automotriz no está creciendo, porque ya llegó a un límite; todo el mundo tiene un auto. Allá el tema es pasar del auto de combustión interna al auto eléctrico, y en el caso de Chile es más complejo porque todavía estamos creciendo, pero también tiene una externalidad negativa que es la congestión, y la electrificación tiene un montón de beneficios ambientales pero no ayuda con la congestión.

Por lo tanto, es muy relevante que logremos hacer frente a esta tendencia de aumentar el uso del automóvil privado, y para eso hay que tener una buena oferta de transporte público, y ahí tenemos un gran ministro de Transporte con el cual estamos trabajando y esperamos ser exitosos en tratar de revertir esta tendencia.

-Y por el Día de la Tierra que se celebra el viernes, ¿hay algo planificado desde el gobierno o desde la cartera?

Nosotros vamos a estar en la Región de Ñuble y ahí vamos a estar junto al ministro de Obras Públicas, vamos a ir a presentar el plan de recuperación inclusiva del gobierno, Chile Apoya, que tiene varios elementos de sustentabilidad y de resiliencia que nos van a ayudar a generar una sociedad más resiliente -resiliencia entendido como esa capacidad de las personas, de los grupos humanos o de los ecosistemas para hacer frente a shocks-, y esto es muy importante en un mundo que está lleno de desafíos e incertidumbres cada vez más complejos de enfrentar.

-Finalmente, ¿qué le gustaría lograr, o conseguir después de cuatro años en el cargo? ¿cómo le gustaría que fuera recordada su gestión?

Creo que el desafío es dejar un proceso andando que se pueda seguir implementando, independiente del gobierno de turno que llegue después de nosotros. Ninguna de las crisis que tenemos que enfrentar se van a resolver en cuatro años, son procesos, por esto estamos hablando de transición. Entonces, el desafío es que el proceso que nosotros comencemos, se pueda seguir implementando. Para eso, entendemos que los procesos tienen que ser muy participativos y colaborativos, que tienen que tener una alta legitimidad social para que después el próximo gobierno, independiente del color político que sea, lo siga trabajando e implementando.