Era una cita importante, era la última, por lo que había que estar a tono. Y los más de 12.000 fanáticos de Kiss que llegaron al Movistar Arena se vistieron como se debía: con sus caras pintadas, ropaje adecuado y las ganas de disfrutar del Rock and Roll toda la noche. Porque claro, era la última, era el "End of the Road World Tour".

La noticia del 2019 fue un duro golpe, el camino se acababa, la odisea rockera de 49 años tenía un final. Pero sería un hasta siempre lleno de fiesta, fuego, color, globos y emoción, que la pandemia pospuso en más de una ocasión. Sin embargo, esa noche por fin llegó.

Si bien fue el segundo show de su paso por Santiago, tal como Paul Stanley dijo en varios pasajes de la velada, “this is the number one”, porque fue el primero que se agotó, el de los fanáticos más fieles. Y vaya que se notó.

El power trío chileno Catoni dio la bienvenida a las familias que llegaron hasta el recinto del Parque O’Higgins, porque si algo abundó esta noche, fue la presencia de niños, padres, madres, abuelos, abuelas. Tres generaciones que se juntaron en una sola voz, que contaban impacientes los minutos que faltaban para que el escenario estallara.

Y la explosión llegó con “Detroit Rock City”, la caída del telón y la aparición aérea de Paul Stanley, Gene Simmons y Tommy Thayer, quienes descendieron desde sus platillos voladores, llegando desde el espacio exterior y siendo recibidos por las baquetas sonantes de Eric Singer, el gato que tocó con fiereza sobre el escenario.

Fuego, mucho fuego, con un abrasador calor que se sintió en cada rincón del Movistar Arena, fue el acompañamiento de toda una explosiva noche, que siguió con los coreados clásicos “Shout It Out Loud”, “Deuce” y “I Love It Loud”, donde Gene Simmons respiró llamas desde lo más profundo de su alma, las cuales escaparon por su boca para deleitar a los fanáticos.

Los minutos parecieron pasar volando con cada una de las canciones cantadas a rabiar, a sabiendas que quizá nunca más se iba a tener otra oportunidad de corearlas.

“Cold Gin”, “Lick It Up”, “Calling Dr. Love” y “Psycho Circus” siguieron pasando, para llegar al fantástico y lisérgico solo de Eric ‘Catman’ Singer, que envió a la convocatoria a otra dimensión con sus profundos y sonoros bombos, enloqueciendo aún más a su fanaticada, que aguardaba por los puntos altos.

Y es que las tradicionales locuras de Kiss no estuvieron ausentes esta vez, como Gene Simmons escupiendo sangre y elevándose en “God of Thunder” y Paul Stanley volando por las cabezas de todos para cantar “Love Gun” y la saltable “I Was Made for Lovin' You” desde la mitad de la cancha, para tener un cierre apoteósico.

“Rock and Roll All Nite” para rockearla toda la vida y empapelarse completamente de blanco y rojo, para llevarse para la casa no tan sólo los papelitos que volaron por el aire, sino el recuerdo de esta última velada con Kiss, una que no se olvidará fácilmente, una que superó la pandemia para llegar y grabarse a fuego en la memoria de cada uno de los que estuvo presente en esta inolvidable noche de20 de abril de 2022.

Hasta siempre Kiss.