Latam extiende plazo a bonistas en Chile para votar en "Plan de Reorganización"
Este miércoles, Latam notificó a la justicia de Estados Unidos que extendió el plazo de votación para su "Plan de Reorganización" a los bonos emitidos en Chile, a dos años de acogerse a la Ley de Quiebras del país norteamericano.
Según informó la empresa en conjunto con sus filiales en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos, la modificación del plazo para los bonistas locales, que fue comunicada ayer al tribunal competente, "responde a los procesos internos y tiempos de votación" requeridos por las partes, aunque el límite establecido por la corte se mantiene vigente para otros actores.
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En marzo pasado, Latam logró la confirmación de su Declaración de Divulgación por parte del Tribunal en Estados Unidos. En la resolución de rigor, apuntó la empresa, "se estableció que los antecedentes aportados por Latam al proceso fueron suficientes para poder iniciar la votación del Plan presentado al Tribunal el 26 de noviembre de 2021".
Crisis en Latam
Latam, nacida en 2012 de la fusión entre la chilena Lan y la brasileña Tam, volaba antes de la pandemia a 145 destinos en 26 países y operaba aproximadamente 1.400 vuelos diarios, transportando a más de 74 millones de pasajeros anuales.
A principios de este mes, informó una proyección de aumento de sus operación de pasajeros de hasta 70% respecto al igual mes de 2019 en un escenario prepandémico, la cifra más alta en lo que va del año ad portas de dejar atrás el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en mayo.
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Con la crisis sanitaria, la compañía redujo su operación hasta en un 95% sus actividades y concluyó 2020 con una caída de sus ingresos operacionales de 58,4% y una pérdida neta de 4.545,9 millones de dólares.
Tras este golpe económico, Latam, que cotiza en la Bolsa de Nueva York y en la de Santiago, se acogió de forma voluntaria en mayo de 2020 a la Ley de Quiebras de Estados Unidos, una fórmula judicial que permite a una empresa que no puede pagar sus deudas reestructurarse sin la presión de los acreedores.