Tras casi dos semanas de juicio en Francia, el chileno Nicolás Zepeda fue declarado culpable, luego ser acusado por del asesinato de la joven japonesa Narumi Kurosaki, hecho ocurrido en el año 2016.

De acuerdo a las primeras informaciones, se acogió la premeditación en el crimen, pero no se condenó a cadena perpetua y, en consecuencia, la justicia gala decretó 28 años de cárcel.

La lectura de sentencia, que generó un alto interés mediático en Francia y en nuestro país, fue hecha por un jurado compuesto por tres magistrados y seis civiles, en un litigio donde Nicolás Zepeda siempre alegó inocencia, incluso hoy 12 de abril previo a la lectura del veredicto.

“Nunca quise estar en medio del dolor de la familia de Narumi. Nunca quise estar en medio del dolor de mi pobre familia, en medio de mi propio dolor. No soy quien me gustaría, pero no soy un asesino. No soy el asesino de Narumi”, declaró el ciudadano chileno antes de conocer su condena.

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Pese a esto, el Tribunal de Besanzón determinó que Zepeda asesinó a su expolola japonesa Narumi Kurosaki y, además, actuó con premeditación, por lo que se determinó una sentencia de 28 años de presidio.

Ahora, la defensa de Nicolás Zepeda tiene 12 días para apelar a esta sentencia, mayor a la que se esperaba, por lo que se estima que este juicio podría continuar, pero ahora en otra corte y, lo más probable, otra ciudad.

Además, aún falta por determinar si estos 28 años de cárcel serán cumplidos en Francia o en Chile.

Paralelamente, se estableció que la familia de Zepeda deberá pagarle a la familia de Narumi, el equivalente a aproximadamente 200 millones de pesos chilenos. Su expareja, Arthur del Piccolo, debiera recibir cuatro millones de pesos, los que de acuerdo a la información que se ha entregado, donará a una entidad benéfica.

Al cierre de la redacción de esta nota, ni allegados a Zepeda ni a su víctima, se habían referido al veredicto condenatorio.