Gabriel Boric frente al mundo: Las señales internacionales de su primer mes
A un mes de la llegada de Gabriel Boric a la Presidencia de Chile, su ambiciosa agenda internacional ha comenzado a destacar, en medio de turbulentas jornadas en el plano local.
En efecto, varios hitos han marcado la gestión internacional de Boric, y de la ministra de Relaciones Exteriores, Antonina Urrejola, pero la última crisis política de la ministra del Interior, Izkia Siches, en parte los opacó.
Ser un referente de la izquierda latinoamericana tiene que ver con la agenda internacional que Boric se ha propuesto. De hecho, la misma jornada que el magallánico salió triunfante de la segunda vuelta presidencial, el pasado 19 de diciembre, tanto los líderes del mundo como los medios internacionales festejaban su ascenso al poder, destacando los profundos cambios que implicará su gestión en el país, cuando se convirtió en el presidente electo más joven y con más votos de la historia de Chile.
Provenir de una generación de líderes estudiantiles, ser “el político más progresista desde que llegó al poder el presidente Salvador Allende”, y “levantar las demandas de la calle”, llamó la atención de mandatarios alrededor del mundo.
Comenzando por faltas del antiguo gobierno
Ya en su primera semana de gobierno, el Presidente Gabriel Boric cumplió con una anhelada promesa: firmar el Acuerdo de Escazú, aun pendiente de ratificación por parte del Congreso. De todas formas, la señal ha sido vista como una de las más relevantes para la gestión del exdiputado, puesto que evidenciaría un avance no solo en materia ecológica, sino que como otro paso más hacia fortalecer las relaciones exteriores. Para la analista Susana Riquelme Parra, magíster en Política y Gobierno, la firma de Escazú “es una muy buena señal”, y también “es algo que se esperaba”.
“Más allá de que el propio Presidente Boric tenía, era un compromiso del gobierno anterior que en el fondo, por diferentes motivos, no se firmó”, explica la cientista política a El Desconcierto, detallando que el hecho “que sea de las primeras señales en materia internacional, y de las primeras acciones concretas que él desarrolle, deja de manifiesto que hay un compromiso y que lo está asumiendo de manera inmediata con la temática, y eso es positivo para su credibilidad”.
Por su parte, la analista Lisa Zanotti Anderloni igualmente considera que era una señal esperable, que además “va a fortalecer una de las dimensiones que ha sido clave en su programa electoral, que es la de dedicar más atención al medioambiente, de la mano con una mayor participación e información a la ciudadanía de esos procesos”. A su juicio, es concordante con la reciente salida del Foro para el Progreso e Integración de América del Sur (Prosur) anunciada el domingo pasado, y va en un camino similar, pues “ambos van en la dirección de querer tomar otras sendas con respecto del gobierno anterior”.
Respecto a la decisión de suspender la participación de Chile en Prosur, impulsado por el expresidente Sebastián Piñera y conformado, en su momento, por países de centroderecha, “va en la misma senda que la firma del tratado de Escazú”, de acuerdo con Zanotti, doctora del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales UDP. “Gabriel Boric varias veces había resaltado que su gobierno se iba a salir de Prosur, e iba a darle preferencia a acuerdos que fueran de carácter más amplio, no solamente como Prosur vinculados a gobiernos que comparten la misma ideología, porque según él no va a haber progreso en ese sentido, y prefiere proyectos más diversos, como la Alianza del Pacífico, que tiene diferentes finalidades”, ahonda.
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De todas formas, la investigadora considera que “todos nos esperábamos estos gestos, y que han mantenido en ese sentido las promesas”. Según la analista, “a diferencia del anterior”, para el gobierno de Boric “es mucho más importante una integración regional que sea compartida y de verdad. En el caso que Lula gane la elección en Brasil, creo que esta tendencia va a ser fortalecida, porque digamos que los gobiernos en Brasil han impulsado esa integración regional fuertemente, y creo que en eso Boric, si es que Lula gana la elección, va a tener un importante aliado”.
Efectivamente, la agenda internacional del mandatario se observa encaminada a la integración regional, propósito enfatizado durante su visita a Argentina, el primer viaje oficial que realizó con una parte importante de su gabinete. En éste, las y los ministros cumplieron, no sólo con acompañar al mandatario, sino con reuniones diversas junto a sus pares del país vecino. Sobre este punto, Susana Riquelme destaca, por ejemplo, “las relaciones entre las ministras de Género”, que debatieron sobre “cómo van a abordar el tema de la situación económica de las mujeres, del trabajo, y que se vea en este nivel colaborativo”, lo cual “sin duda que es beneficioso” para la nación. “Es importante, primero, para fortalecer ese tipo de relaciones, y segundo, es beneficioso para todas las personas”, reitera Riquelme Parra.
El viaje en sí “fue positivo” para la experta, a quien le “parece interesante que esta salida sea a un país vecino, que en el fondo apunta a que hay una mirada de estrechar lazos con quienes compartimos, no solamente las fronteras, sino que muchas historias, muchas cuestiones de carácter político, económico y cultural. Creo que avanzar en una mirada de hermandad, de desarrollo de ambos países, y que sea compartido, es positivo para la relación entre ambos países, y también para las personas”.
Otro aspecto relevante de la visita a Argentina fue su participación en la inauguración del foro empresarial del comité de Comercio Argentina-Chile, donde “él plantea un análisis que me pareció bastante brillante, en el que hace una analogía histórica, del presente y del futuro, sobre las diferencias territoriales, sobre como ser flexible sin dejar de ser consistente con las políticas públicas que apuntan hacia un desarrollo, y que ese desarrollo mire estas diferencias territoriales. Me pareció súper interesante la forma como lo está abordando, muestra además una consistencia y una forma bien inteligente de relacionarse con los países vecinos”, analiza la académica.
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Más allá de Latinoamérica, en una señal que ha sido conjunta de su gobierno, Chile se unió a las naciones que votaron a favor de suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos en la Asamblea General de la ONU, acto que cuando fue celebrado por el analista Cristóbal Bellolio en sus redes sociales, obtuvo la respuesta de Gabriel Boric: “es lo que moralmente corresponde”.
“Va en la misma línea de lo que el Presidente ha dicho, incluso cuando se ha relacionado con la prensa internacional, por ejemplo, en Argentina”, sostiene Susana Riquelme. Ya en su visita al país transandino el mandatario lo había dejado en claro, agrega la especialista, puesto que Boric había enfatizado en que “cuando hay una situación de guerra, en este caso, y ya sea cualquier tipo de violación a los Derechos Humanos, hay que mostrarse con una postura clara”.
Zanotti entrega una evaluación similar. “Sin duda ha sido una decisión a nivel de gobierno, pero eso también era esperado, no solamente porque a nivel de opinión pública mundial hay condena de la invasión rusa a Ucrania, pero también porque discursivamente el Presidente, y también los que integran el gobierno, han predicho su preferencia de los Derechos Humanos, y han dicho en varias ocasiones que los Derechos Humanos no se transan por nada, entonces eso también era esperable, y no veía como eso podría ser diferente”, complementa la analista.
Por su parte, Riquelme Parra considera que Gabriel Boric “es consistente en su respuesta y la postura de Chile”, puesto que hace ver “la relevancia” de tener una posición clara, “más allá del conflicto que pueda suceder. Estamos en un contexto de guerra y eso implica tener una postura, y una postura a favor de los Derechos Humanos”. Estas señales “son respuestas que, en el fondo, no titubean ante ninguna presión, es lo que se tenía que hacer moralmente, y también jurídicamente”, explica la académica.
Un líder de la izquierda latinoamericana
A nivel macro, Lisa Zanotti evalúa que “su agenda internacional ha sido mucho más coherente con su discurso de campaña que su agenda interna, por ejemplo. Ha pasado un mes y es poco tiempo, pero por lo menos internacionalmente ha dado unos mensajes que todos esperábamos, que están en su campaña, y que a nivel interno ha tenido más problemas, más percances. En términos generales se puede decir que las señales son buenas, pero esperadas”.
Con tres años y 11 meses por delante, las decisiones de Gabriel Boric han logrado encaminarlo en su misión autoimpuesta de fortalecer las relaciones exteriores del país, e incluso, ir más allá y posicionarse al frente de los gobernantes de centroizquierda. Dentro de las múltiples variaciones en la izquierda latinoamericana, Zanotti considera que el chileno podría convertirse en un líder. “Boric escogió una posición intermedia entre una izquierda más socialista, que puede ser la vía boliviana, y una izquierda más pragmática que puede ser la de la exConcertación. Está en el medio porque ideológicamente es muy cercano a una socialdemocracia europea, pero hay este componente que le da esa diferencia de la socialdemocracia clásica, que es el componente generacional”.
De todas formas, explica que “puede ser visto como un liderazgo, pero todo depende de cómo se va desempeñando, sobre todo a nivel interno el gobierno. Si el gobierno se desempeña bien a nivel interno, creo que sí puede asumir liderazgos a nivel latinoamericanos, de lo contrario, yo lo veo problemático. No solamente con esos actos hacia afuera uno consigue liderazgos, porque para construirlo hay que tener liderazgo en su propio país. Esas señales son todas esperadas, pero hay que ver cómo se desempeña en el país”.