Ossandón responde a Campillai: "Las sociedades que actúan con venganza no pueden crecer"
Las negociaciones en el marco de la discusión del proyecto de Amnistía a los Presos del Estallido Social ha sido intensa. Fue precisamente en este contexto que la senadora Campillai se habría reunido con su par de Renovación Nacional, Manuel José Ossandón, para buscar los votos necesarios y llegar a consensos, considerando las trabas que ha existido para sacar adelante esta iniciativa legislativa, principalmente por parte de Chile Podemos Más.
Sin embargo, dentro de los temas tratados en la oficina de la parlamentaria independiente, el exalcalde de Puente Alto le propuso analizar un eventual proyecto para indultar a los presos de Punta Peuco que presenten enfermedades terminales, lo cual habría causado indignación por parte de Campillai, quien reveló que existía una intención de canje e intercambio de votos entre el indulto a los condenados por el estallido social con los condenados por violaciones de lesa humanidad en dictadura, situación que el senador por la Región Metropolitana desmiente tajantemente.
"Yo fui a su oficina porque había conversado harto con ella en la sala, y ahí ella me ofreció que aprobara la Ley de Indulto, pero nunca le ofrecí un canje a Fabiola Campillai porque, de partida, no estoy de acuerdo con la Amnistía que sugiere el gobierno, así que no podría estar planteando algo que no voy a apoyar, a menos que se estudie caso a caso", aclaró Ossandón a El Desconcierto, quien también mantuvo conversaciones con el ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, para eventualmente incorporar el indulto a los enfermos presos en Punta Peuco, como un gesto de "clemencia para gente que está en el final de sus vidas y que en muchos casos ya no tienen conciencia de lo que está ocurriendo".
-Lo que planteó Fabiola Campillai es una suerte de canje político para aprobar el proyecto de amnistía. ¿En verdad cree necesario incorporar a los presos enfermos de Punta Peuco en esta discusión sobre los presos del estallido?
A ver, yo nunca le ofrecí un canje a Fabiola Campillai porque, de partida, no estoy de acuerdo con la amnistía que propone el gobierno. Así que mal podría estar planteando algo que no voy a apoyar. Siempre he dicho que este es un tema que debemos discutir caso a caso y no en un paquete general. Tengo claro que hay jóvenes injustamente encarcelados y eso es una negligencia inexcusable del Estado. Pero también entiendo que meterlos a todos en el mismo saco es dar una señal de legitimación a la violencia que yo, al menos, no comparto.
- ¿Entonces qué le quiso decir a la senadora?
Yo fui a su oficina porque había conversado harto con ella en la sala y ahí me pidió que la apoyara con mi voto para sacar adelante la ley de amnistía. Y yo le dije que no estaba disponible para eso, pero sí para analizar los casos particulares de las personas que están sin un juicio justo. Después de abordar ese punto, le conté que yo siempre he creído que es importante indultar a las personas encarceladas que están en situación de deterioro físico y mental, ya sean civiles o militares. Le remarqué que hacer eso también es una señal potente para una sociedad más justa que estamos intentando construir. De hecho, le aclaré que si alguna vez se animaba a algo así, yo iba a ser el primero en apoyarla
- ¿No cree que indultar a militares violadores de derechos humanos no tiene nada que ver con delitos comunes y a la propiedad?
Nunca ha sido mi intención igualar o poner al mismo nivel los delitos de lesa humanidad que cometió la gente que está en Punta Peuco con los de las personas detenidas durante el estallido. Tengo totalmente claro que el peor delito posible es atentar contra los derechos humanos y que ambas cosas son incomparables. Ahí no me pierdo ni un segundo. Así que vuelvo a aclararles que eso no se me ha pasado por la mente.
-Pero ayer en el diario La Segunda se mencionó que usted tuvo un a reunión con Giorgio Jackson en el Congreso para que incorporara esa medida como un gesto de humanidad para los detenidos por crímenes de lesa humanidad. ¿No le parece contradictorio?
Lo que le pedí al ministro Jackson es que como un gesto de humanidad, independientemente de la amnistía que estamos viendo en el Congreso, impulse medidas para todas las personas que están en fase terminal de sus vidas, producto de alguna enfermedad o un estado de desvarío mental, tanto a civiles como militares. Yo soy cristiano y pienso en las familias de los reos, que no son responsables de lo que ocurrió y que les gustaría pasar los últimos momentos con sus familias. Yo no estoy negando las atrocidades que hubo en el país, eso está constatado incluso por informes de derechos humanos: simplemente estoy pidiendo clemencia para gente que está en el final de sus vidas y que en muchos casos ya no tienen conciencia de lo que está ocurriendo.
- Pero muchas de esas víctimas no tuvieron la misma clemencia que usted pide con los presos de Punta Peuco.
Es cierto y no lo niego, pero la vida me ha enseñado que nada bueno sale al actuar con la misma crueldad que mucha de esta gente tuvo con sus víctimas. Creo que si indultamos a civiles y militares que estén en esas condiciones nos ayudaría a ser un mejor país. Insisto en que simplemente lo que pido es clemencia y piedad, especialmente para las familias que no son responsables de las acciones de su padre, esposo, hermano o hijo. El propio José Miguel Vivanco, encargado para las Américas de Human Rights, mencionó en un tweet que es partidario de indultos para crímenes de lesa humanidad. Lo dice alguien que trabaja en temas de derechos humanos. Él sostiene que el indulto es una buena medida mientras no haya fraude de las personas que postulan al indulto. Y yo estoy de acuerdo con eso porque la persona indultada debe demostrar médicamente su deterioro, porque de otra manera estaríamos incurriendo en un perdonazo que no se justifica.
-Considera al menos desubicado de su parte pedir o insinuarle algo así a una persona cegada por un ataque policial.
Ella es senadora y yo tengo mucha empatía por lo que le ha tocado vivir y sufrir. Quedé impactado igual que todos cuando perdió su vista y también me pasó lo mismo con el caso de Gustavo Gatica y otros más. Pero entiendo que las sociedades que actúan en base a la venganza no pueden crecer. No podemos actuar con la misma crueldad que tuvo mucha de la gente que hoy está en Punta Peuco con sus víctimas. Al revés, debemos mostrar un comportamiento distinto, piadoso, para trabajar definitivamente en un espacio de reconciliación nacional y dar un ejemplo importante a las nuevas generaciones.
-Es partidario entonces de amnistiar a los presos de la revuelta sin este tipo de condiciones…
En cuanto al proyecto de amnistía para los denominados presos de la revuelta, yo soy partidario de que revisemos uno a uno los casos y no votar por el paquete completo. No tengo duda que debe haber muchas personas en la lista que ya han cumplido con largueza sus condenas y que ha habido abuso de la prisión preventiva, entonces es obvio que podríamos ayudar para terminar con esa injusticia. Yo no estoy en la parada de la derecha más dura de cerrarle la puerta a personas que pueden estar viviendo una situación de injusticia. El tema es que acá también hubo una equivocación del gobierno.
Ellos sabían que no tenían los votos de los senadores para aprobar esta ley y enviaron el proyecto mañosamente para luego culpar al Congreso de que somos nosotros los responsables de las protestas de los viernes. Lo hacen estratégicamente porque además estamos justo en un período donde se discute el futuro del senado en la Convención Constitucional y eso habla de la mala fe que están teniendo en el gobierno. También demuestra la falta de pantalones para solucionar un tema que el presidente Boric podría resolver perfectamente por sí mismo.