OMS en alerta ante súbito aumento de casos COVID-19 en el mundo: Europa y Asia preocupan
La ola de casos vinculados a la variante Ómicron en China y otros países de Asia Oriental ha provocado que la curva global de contagios semanales de COVID-19 vuelva a subir, tras cinco semanas de descensos, según muestra el informe epidemiológico publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Del 7 al 13 de marzo la OMS contabilizó 11,4 millones de nuevos casos en el planeta, 8 % más que en la semana anterior, aunque los fallecidos, 43.000, suponen un descenso del 17 %.
Asia Oriental, que durante meses ha sido una de las regiones con menor incidencia en el mundo debido en parte a la política de "cero COVID", fue la semana pasada la región que más casos reportó, cinco millones, y también donde crecieron más, específicamente 29% respecto de la semana anterior.
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En Europa también hubo un incremento de casos (del 2% hasta 4,9 millones), mientras que en América hubo una bajada del 20% (887.000), en el sur de Asia del 21 % (348.000) y en Oriente Medio, de 24 % (126.000).
De manera similar, en Asia Oriental los fallecidos subieron 12%, hasta 6.600, pero bajaron en el resto de regiones, incluidas las peor afectadas en términos absolutos (en Europa los decesos descendieron un 23 % hasta los 15.000, y en América un 15 % hasta 16.000).
Los países que la semana pasada reportaron más contagios fueron Corea del Sur (2,1 millones, una subida del 44 %), Vietnam (1,6 millones, un aumento del 65 %) y Alemania (1,3 millones, un 22 % más).
En el acumulado desde el inicio de la pandemia, el COVID-19 ha causado 458 millones de contagios (equivalentes a más del 5% de la población mundial) y más de seis millones de muertes.
El repunte de la pandemia, cuando todavía se contabilizan más de 10 millones de casos semanales, se produce cuando la actual ola no había bajado hasta las cifras anteriores a la aparición de la variante Ómicron, ya que antes de esta había un promedio de sólo cuatro millones de contagios en el mundo por semana.
La OMS también advierte que las cifras actuales podrían ser mucho menores a las de los casos reales, ya que muchos países, ante el predominio de casos leves por la variante Ómicron, han reducido considerablemente los test que realizan.