El gobierno británico, a través de una legislación respaldada por el Primer Ministro Boris Johnson, establecerá un registro de entidades extranjeras para impedir que millonarios rusos sigan haciendo circular dinero proveniente del Kremlin y de actos tildados de “corrupción”.

Según Transparencia Internacional, las propiedades compradas por rusos, presuntamente ligados al lavado de activos, superan los 1.700 millones de euros, por lo que se ha acelerado la investigación tras la invasión de Ucrania.

A través de una base de datos de viviendas dentro del territorio de Reino Unido, se investigará retrospectivamente a las propiedades compradas hasta hace 20 años en Inglaterra y Gales, y desde hace 8 años en Escocia, los cuales, se creen, son los países donde más blanqueamiento de dinero ruso ha habido en los últimos años.

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Las personas que no llegaran a declarar al beneficiario real de una propiedad, según lo constatado por RFI, se enfrentarán a restricciones para vender la propiedad que, de ser infringidas, pueden terminar en 5 años de cárcel para los involucrados.

Además, la futura legislación permitiría que las autoridades puedan aplicar las denominadas "Órdenes de Riqueza Inexplicables", las cuales permitirían confiscar todo aquel bien o activo de origen delictivo si es que se corrobora que la vivienda no está aptamente regularizada.