Gaspar Domínguez: “Si las redes sociales fueran la verdad, Parisi sería el presidente”
Estoy dedicándome a leer exclusivamente sobre el reglamento, la Convención y las normas. Eso me ha significado no leer otras cosas, estar menos con mi familia y hacer menos deporte.
El derecho al ocio en la nueva Constitución
Me gustan muchos los libros de divulgación científica, la mayoría de ellos, libros donde científicos explican en palabras sencillas cuestiones complejas. Los de neurociencia son los que más me gustan, sobre cómo funciona el cerebro o cómo los seres humanos nos conectamos con el entorno, esos son los que más me gustan.
Leo novelas y lecturas de distintos tipos, pero si tuviese que elegir, los que más me han marcado y gustado, son los de neurociencia. Un libro que recomiendo y me encanta es El arte y la ciencia de no hacer nada de Andrew Smart. Este libro explica lo que pasa en el cerebro cuando las personas están sometidas al ocio. El ocio es necesario para vivir más, para tener mejores ideas y razonamiento, por eso, aquí en la Convención, se ha planteado el derecho al ocio en la nueva Constitución.
Extensas jornadas de votación
Todos los sectores tienen ideas buenas y malas ideas, y como Convención debemos tener la capacidad de poder someter a decisión nuestro voto y nuestras posturas en base al contenido de las normas y no a quienes las emiten. Si nos basamos en quiénes las emiten esa es una falacia y es una falacia que se aprende en cuarto básico y que se llama falacia de autoridad, la cual señala que uno no puede juzgar un texto por quien lo escribe.
Estas semanas han sido maratónicas porque han sido extensas jornadas de votación y deliberación y que, de alguna manera, nos han enseñado muchas cosas. Una de ellas, es que muchas de las cosas que pasan por las comisiones con amplio apoyo en el pleno pueden ser devueltas, y muchas de las cosas que pueden causar dudas en la ciudadanía, dudas legítimas, son devueltas a las comisiones. Esto nos ayuda a ver que los juicios deben ser hechos sobre las normas que están en el plenario discutiéndose y aprobándose, y no sobre elementos muy precoces de las normas cuando se comienzan a tramitar.
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Con el 12,5% de los recursos de la Cámara
Tenemos que tener la capacidad de segmentar las audiencias. Si queremos llegar a los adolescentes con este proceso constituyente probablemente el TikTok sea una buena herramienta; si queremos llegar a mujeres que ven televisión y son dueñas de casa, en edad entre 40 y 55 años, probablemente los matinales serían una buena manera de llevarles la Convención a ellas.
En las próximas semanas comenzaremos unas estrategias de comunicación que va a buscar segmentar y dar distintas estrategias para los diferentes grupos de personas que se informan. No es todo televisión, prensa o redes sociales; también hay que acordarse del trabajo en la calle, con los pies en la tierra, en ferias, juntas de vecinos, organizaciones sociales, porque eso va a ser fundamental en los próximos meses.
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Es muy importante mirar las redes sociales, leer lo que dicen las encuestas, pero hay que saber que no siempre o no necesariamente son representativas de la verdad. Si las redes sociales fueran la verdad, Parisi sería el presidente. Si las encuestas fueran ciertas, el 50% de los convencionales serían de derecha. Es bueno mirar estos indicadores, pero son una herramienta más para ir tomando decisiones.
Es injusto decir que aquí hemos llegado tarde a informar porque hemos ido informando lo más rápido que hemos podido en cada una de las etapas. El tiempo y los recursos son muy pocos. Hay que recordar que el presupuesto de la Convención representa el 12,5% del funcionamiento de la Cámara de Diputados para el mismo año (2021), y eso implica tener muy poca plata para muchas cosas. Si tuviésemos el presupuesto del Ministerio de Educación para las campañas de vuelta a clases, tendríamos para hacer una campaña muy buena desde la Convención, pero no tenemos esos recursos.
“Cuidar el proceso constitucional es que logremos comunicar cada vez más y mejor”
La mejor manera de cuidar este proceso es comunicando más y mejor a la ciudadanía lo que está pasando porque aquí hay mucho trabajo, muy serio, todos los días en las diferentes comisiones. Muchas veces el exceso de información hace que pongamos atención en los títulos más rimbombantes o en las cuñas más excéntricas y lo más probables es que tengan interés público por sus condiciones de ser tan especiales, pero no representan la mayor parte del trabajo que se están dando aquí.
Cuidar el proceso es que logremos comunicar cada vez más y mejor, y que todos las y los convencionales tengamos la capacidad de mantener una actitud que esté a la altura del cargo y de la responsabilidad por lo que estamos haciendo.
[caption id="attachment_723678" align="alignnone" width="640"] @periodistafurioso[/caption]
Hay poco tiempo para escribir esta nueva Constitución. Ocho años se demoraron en escribir ocho personas la Constitución actual y ahora tenemos que ponernos de acuerdo 155 convencionales pero en un año. Yo soy médico de urgencias y cuando llego a la urgencias y está lleno de pacientes es más difícil que cuando hay pocos pacientes. Pero siempre que llegó tengo que verlos a todos. Acá es lo mismo, la situación tiene complejidades pero tenemos que sacar la pega igual en el tiempo que está establecido.
El 4 de julio es el día que deshace la Convención, pero nada está escrito en piedra. El año pasado, nosotros establecimos que el 15 de febrero tendríamos nuestra primera jornada de votación y así fue. Aquí se ha instalado un manto de retraso pero hemos cumplido todos los plazos.
El mecanismo para votar normas y que estas sean aprobadas tienen un quórum alto, para que las normas se aprueben se necesitan grandes apoyos y ninguna norma se aprueba si no hay un amplísimo acuerdo. El desafío que tenemos es que ningún grupo y ningún colectivo tiene más de 20 convencionales, entonces, para lograr esos 103 votos (dos tercios) es necesario que los colectivos salgan y dejen de mirarse el ombligo y vayan a conversar con otros para lograr los 103 votos.
Una constitución de todos y todas
He visto a personas de la derecha con una muy buena actitud e intención de dialogar y quiero reconocer a Cristián Monckeberg y Alfredo Moreno que muy respetuosamente dejan de mirarse el ombligo y hacen propuestas y cruzan la vereda para conversar, proponer y discutir. Creo que esa es la actitud que deben tener todas las personas que están aquí de izquierda y derecha y dejar de mirarse el ombligo y salir de los espacios de confort.
Yo no creo en la teoría del péndulo y no creo que una constitución que favorece la concentración de la riqueza, que favorece al Estado con un rol subsidiario debe pasar de manera pendular al otro extremo. Debemos construir una Constitución que sea de todas y todos. Para eso debemos escucharnos entre todos. Hay que salir del eslogan y tomarnos en serio, porque debemos construir una constitución que instale los problemas sociales que fueron demandados por la ciudadanía. La Constitución no puede ser un programa de Gobierno y tiene que ser una Constitución habilitante para que podamos caminar en una dirección mejor.